Unpacking: Directo a la nostalgia

¿No sabes a qué jugar y estás cansado de los juegos más sonados del momento? Te presento Bajo el Radar, sección semanal en la que analizo juegos que, según mi criterio, merecen ser desgranados y llevados de nuevo al punto de mira de nuestros lectores.

Hoy analizamos Unpacking, el último proyecto de Witch Beam, una desarrolladora independiente australiana que nos plantea una idea muy interesante y original.

¿Estás listo para comenzar a desentrañar su historia? ¡Pues empecemos a desempaquetar!

Unpacking (pantalla de menú o inicio). — Pantalla de menú de Unpacking.

¿Qué es Unpacking?

Unpacking puede parecer a primera vista un título sencillo y sin apenas trasfondo, pero nada más lejos de la realidad. Pese a sus mecánicas simples y gráficos modestos, Witch Beam nos presenta una propuesta original y conmovedora, metiéndonos de lleno en la vida de su protagonista mediante los objetos que se lleva a cuestas en cada una de las mudanzas realizadas a lo largo de 21 años. Las posesiones de una persona dicen mucho sobre sí misma, y es esta cualidad tan especial la que utiliza Unpacking para dar voz a su historia.

En esencia, se trata de un juego que combina puzle y simulación que consiste en sacar objetos de cajas de mudanza para colocarlos en su sitio correspondiente. ¿Y cómo puede una idea tan sencilla convertirse en el motor de la acción y de la narración de un juego que, además, invita a la reflexión y al crecimiento personal? Simple. Los objetos no solo nos definen, sino que también nos acompañan a lo largo de nuestra vida y se vinculan a nosotros de un modo u otro. Y, si no, piensa en ese peluche de la infancia que nunca has sido capaz de tirar, o en el disco firmado de tu primer concierto que aún sigues conservando, o en las cartas de amigos o de un antiguo romance.

Pantalla de selección de partida, representado por un libro.

¿Qué lo hace tan especial?

Si tuviese que definir con una palabra Unpacking, probablemente me decantaría por “íntimo”. ¿Cuál otra usaría en un juego donde resulta satisfactorio incluso ordenar la ropa interior de su protagonista en un cajón? Y es que se han preocupado además de que el número de calcetines sea par. ¡El paraíso de los maniáticos del orden y la simetría! Porque está claro que es un juego que se ha hecho para que absolutamente todo contribuya a esa sensación de paz mental que nos acompaña a lo largo de toda la historia; nada está hecho al azar, hasta los más mínimos detalles parecen tener una razón de ser. Hay pequeñas cositas que nos dan más información sobre los gustos de la protagonista o sus vivencias, y una de las cosas más divertidas de Unpacking es precisamente que tenemos que jugar un poco a ponernos el chip de detective, prestar atención a esas rarezas o cambios en los objetos que sacamos de las cajas, en sus posibles posiciones, en el lugar a donde se ha mudado y con quién. Si somos avispados, toda duda sobre la historia quedará resuelta.

Apartado técnico

Gráficos

El apartado gráfico y artístico de este título son una auténtica delicia, haciendo un uso magistral del pixel art a la hora de elaborar cada uno de sus más de 1.000 objetos, escenarios y demás elementos, y todo con un mimo que a la vista está que le han puesto.

Sonido

Saltamos ahora al apartado sonoro, que, junto al anterior, ha dado mucho que hablar. En primer lugar, por su genial banda sonora, que nos acompaña y nos ayuda a entender los sentimientos y la situación de la protagonista en cada etapa de su vida (música más alegre, o más melancólica en otras ocasiones, por ejemplo). En segundo lugar, si prestamos atención al detalle y agudizamos el oído, nos daremos cuenta de que no todos los objetos suenan igual según la superficie en la que los posemos. Para lograrlo, dotando al juego de un realismo sonoro adicional, Witch Beam ha desvelado que han utilizado nada más y nada menos que 14.000 sonidos. Recordemos que se trata de un estudio independiente formado por tan solo seis personas. Al menos para mí, eso le da un valor añadido.

Jugabilidad

De nuevo, la filosofía del “menos es más” da justo en el clavo en cuanto a la fórmula perfecta para un juego de estas características. Sus controles se limitan al clic del ratón y poquito más, así de simple. Coger un objeto, moverlo y colocarlo, una sencilla mecánica que, lejos de aburrir, como se podría pensar, hace del juego una experiencia relajante y satisfactoria.

Para los amantes de los retos no tengo tan buenas noticias, pues el juego en sí no representa desafío alguno. Como mucho, puedes haberte dejado una libreta, o un rollo de papel higiénico, o un cuadro donde no correspondería. Sin embargo, Unpacking siempre nos da innumerables opciones a la hora de ordenar las habitaciones que conforman cada nivel, permitiéndonos darles nuestro toque personal. Eso sí, manteniendo la esencia y la identidad de la protagonista, ¡que por algo las mudanzas son suyas!

Unpacking es pura nostalgia milennial

Si eres un nostálgico como yo, compartirás probablemente mi reacción cuando veas en la primera pantalla objetos que te trasladen a la infancia, como el famoso Tamagotchi o un cubo de Rubik sin resolver, o una sucesión de diversas consolas de videojuegos que podremos reconocer fácilmente. Yo, al menos, no he podido evitar sonreír al descubrir estos sutiles guiños a la cultura de los años 90 y posterior (según vamos avanzando). Transmite ternura y añoranza, y lo hace realmente bien.

A medida que la protagonista crece, la nostalgia evoluciona y de algún modo pasamos a identificarnos con ella, viendo reflejadas las alegrías, pero también los obstáculos que se nos presentan a todos cuando nos hacemos mayores. El amor y el desamor, las amistades con las que compartir aficiones y desarrollar incluso cierto sentimiento de camaradería, el gran paso hacia la etapa más adulta con lo que ello a menudo conlleva, etc. Casi resulta imposible no comparar nuestras propias vidas con la que se nos presenta en Unpacking, pues resulta tan realista y natural la forma en la que se cuenta que hace que te sientas uno más en su historia.

Coleccionables y modo foto

Aunque como tal no existe un postgame, nos encontramos con una serie de coleccionables en forma de stickers o pegatinas que se desbloquean al realizar diversas acciones específicas y que podremos completar a posteriori si no lo hemos hecho ya en nuestra primera run. Muchas de ellas las conseguiremos de forma natural según avancemos, otras por un golpe de suerte (al ser más concretas) y las últimas a conciencia. La buena noticia es que podemos buscar estos logros en cada capítulo de forma individual y sin perder el progreso si los dejamos a medias al rejugarlos.

Coleccionables de Unpacking. — Encontrarás coleccionables en forma de logro, que se «materializarán» en forma de stickers.

En Unpacking existe un modo foto, pero no es comparable a otros muchos a los que muchos juegos de más presupuesto nos han acostumbrado, sino que es más parecido a una captura de pantalla estática con unas cuantas opciones de personalización, siendo estas las siguientes: decoración con stickers (los coleccionables que hayamos conseguido), marcos y efectos. Suficiente para fardar en redes de lo ordenadita que tenemos la casa, ¿no?

Conclusión

Y finalmente llegamos a lo que importa. ¿Nos ha gustado? ¿Recomendamos Unpacking? La respuesta es clara: nos ha encantado. Sin embargo, pese a que lo recomendemos encarecidamente, sabemos (y debemos haceros saber) que no es un título para todo tipo de jugadores. Si te gustan los juegos relajantes, bien ambientados, de puzles o incluso simulación y no te importa tanto la carencia de unos gráficos realistas ni de una dificultad desafiante, este es tu juego. De lo contrario, no creemos que sea un juego hecho para ti, aunque te animamos aún así a probarlo si tienes ocasión.