Hoy se cumplen 14 años del lanzamiento en Europa de Solatorobo: Red the Hunter, aquel peculiar y entrañable RPG de acción que llegó a Nintendo DS un 1 de julio de 2011. Puede que su nombre no sea el primero que venga a la mente al hablar de clásicos del catálogo de la portátil de doble pantalla, pero quienes lo jugaron saben que es un título verdaderamente especial. Uno de esos juegos que no necesitan vender millones para ganarse un rincón permanente en la memoria.

Un mundo de islas flotantes, mechas y emociones
Desarrollado por CyberConnect2 —los mismos responsables de Tail Concerto, con el que comparte universo—, Solatorobo nos sumergía en un mundo poblado por caninos y felinos antropomórficos que viven entre islas flotantes y combaten desde el aire en sus mechas personales. Encarnamos a Red Savarin, un mercenario de la raza caninu, acompañado de su hermana adoptiva Chocolat, en una aventura que comenzaba siendo una simple misión y terminaba desvelando una historia sorprendentemente profunda.
La estética anime, el diseño artístico colorido y el mimo en cada detalle hacían que el juego tuviera una identidad muy marcada. Su mundo respiraba vida, y su historia, aunque aparentemente ligera, escondía temas emocionales como la identidad, la familia y el sacrificio.
Mecánicas originales en un sistema único
En un catálogo repleto de JRPG por turnos, Solatorobo optaba por un sistema de combate en tiempo real bastante curioso: Red luchaba montado en su mecha, agarrando y lanzando a sus enemigos en lugar de atacar directamente. Aunque la mecánica podía parecer simple, tenía su encanto y encajaba perfectamente con el tono del juego.
La exploración, los combates y las múltiples misiones secundarias se veían complementadas por un ritmo narrativo muy ágil y cinemáticas animadas que daban vida al universo de forma espectacular para lo que la Nintendo DS podía ofrecer.
Una pequeña joya que merece ser recordada
Pese a sus virtudes, Solatorobo pasó algo desapercibido. Salió tarde en el ciclo de vida de la consola y en una época en la que la Nintendo 3DS ya estaba asomando la cabeza. Aun así, cosechó buenas críticas y, con el paso del tiempo, se ha convertido en un título de culto para muchos jugadores que lo descubrieron casi por casualidad.
Hoy, 14 años después, Solatorobo: Red the Hunter sigue siendo un recordatorio de que a veces las historias más especiales no son las más populares, sino aquellas que logran emocionarnos con su mundo, sus personajes y su corazón. Ojalá algún día CyberConnect2 se anime a recuperar esta encantadora saga con una secuela o remaster.