Hace ya 17 años que Ninja Gaiden: Dragon Sword llegó a las tiendas europeas para Nintendo DS, y aunque no sea el título más conocido de la saga, para muchos sigue siendo un recuerdo imborrable. En 2008, cuando la DS estaba en plena efervescencia, este juego ofreció una experiencia ninja muy diferente a lo que estábamos acostumbrados, sacando partido a las características únicas de la consola portátil.

Un nuevo enfoque para Ryu Hayabusa
Lo que más llamó la atención de Dragon Sword fue cómo aprovechó el stylus y la pantalla táctil para controlar a Ryu Hayabusa. En lugar de los clásicos botones para atacar o moverse, el juego nos invitaba a dibujar movimientos y trazos para realizar cortes con la espada, esquivar ataques o usar habilidades especiales. Esto aportaba un toque fresco y más táctil a la hora de enfrentarnos a enemigos y jefes.
El resultado fue una experiencia más pausada, casi meditativa, donde la precisión y el timing eran clave. No era el típico juego de acción frenética, sino un título que nos hacía pensar y sentirnos realmente conectados con los movimientos del protagonista.
Una historia intensa y un diseño cuidado
Como es habitual en la saga Ninja Gaiden, la historia nos pone en la piel del legendario ninja Ryu, enfrentándose a fuerzas oscuras y enemigos implacables. Aunque el juego es más corto que otras entregas, la narrativa consigue enganchar con giros, acción y un diseño artístico muy cuidado, con escenas animadas que daban un aire cinematográfico.
Además, los escenarios y enemigos estaban bien diseñados para aprovechar al máximo las limitaciones y virtudes de la Nintendo DS. Había variedad, desafío y un ritmo que invitaba a jugar poco a poco, disfrutando cada momento.
Un clásico de culto que merece ser redescubierto
A pesar de no tener la popularidad de otros títulos de la saga, Dragon Sword se ha ganado un lugar especial entre los fans más exigentes y nostálgicos. Fue un experimento arriesgado que funcionó, y todavía hoy sorprende cómo logró adaptarse a una consola con un control tan peculiar.
Para quienes quieran revivir esa época, o descubrirlo por primera vez, es un juego que merece la pena por su originalidad y su atmósfera única dentro del universo Ninja Gaiden.
Recordando 17 años de sigilo y habilidad
Ahora, al cumplir 17 años desde su lanzamiento en Europa, es un buen momento para recordar cómo Ninja Gaiden: Dragon Sword nos hizo sentir el poder y la elegancia del ninja a través de un simple stylus. Un título que demostró que las grandes experiencias también podían llegar en formatos portátiles, y que la saga Ninja Gaiden tiene muchas caras por descubrir.
Si eres fan del sigilo, la acción y los desafíos bien diseñados, quizá te apetezca volver a tomar el stylus y sumergirte en esta joya que ya forma parte de la historia de la Nintendo DS.