Hoy, 14 de mayo de 2025, se cumplen seis años desde que A Plague Tale: Innocence vio la luz por primera vez en PlayStation 4, Xbox One y PC. Fue en 2019 cuando el pequeño estudio francés Asobo Studio sorprendió a todo el mundo con una aventura que nadie vio venir… pero que se ganó un hueco en el corazón de muchísimos jugadores.
En un mercado dominado por grandes superproducciones, Innocence se abrió paso con una historia íntima, oscura y profundamente humana, ambientada en una Francia medieval devastada por la peste, la guerra y la superstición.
Una aventura con alma
Lo que hizo especial a A Plague Tale: Innocence no fue su presupuesto, ni su despliegue técnico, sino su capacidad para emocionar. La relación entre Amicia y Hugo, dos hermanos atrapados en medio del caos, tocó fibras sensibles. Y no solo porque el guion estuviera bien escrito, sino porque estaba contado con cariño, con delicadeza y con verdad.
Cada capítulo de su viaje era un paso más hacia la madurez, una lucha contra lo imposible, mientras los lazos familiares se volvían más fuertes en medio del miedo y la desesperación. Pocos juegos han sabido reflejar tan bien la fragilidad de la infancia frente a la brutalidad del mundo.
Ratas, luz y sombras
A nivel jugable, Innocence ofrecía una mezcla de sigilo, puzles y exploración muy bien integrada con su narrativa. Las oleadas de ratas —quizá uno de sus elementos más reconocibles— no solo eran una amenaza visualmente impactante, sino también una mecánica central. Aprender a controlarlas con la luz, a esquivarlas, a usarlas… se convirtió en parte del viaje.
El juego no necesitaba acción frenética ni explosiones. Bastaba una antorcha, una ruina en penumbra y el eco de los chillidos para poner los pelos de punta.
Un estudio pequeño, una gran historia
El mérito de Asobo Studio fue enorme. Con recursos limitados, lograron crear un universo coherente, hermoso y aterrador a la vez. Las localizaciones —desde aldeas infestadas hasta castillos en ruinas— estaban llenas de detalles y alma. La dirección artística y la banda sonora, a cargo de Olivier Derivière, redondeaban una atmósfera envolvente y única.
Innocence no solo convenció a la crítica, sino que encontró un lugar especial en el corazón del público. No tardó en convertirse en un sleeper hit, creciendo con el boca a boca y las recomendaciones sinceras entre jugadores.
Seis años después, su luz sigue viva
Han pasado seis años desde aquel primer encuentro con Amicia y Hugo, y aunque su historia continuó en Requiem, Innocence sigue siendo la semilla que lo inició todo. Ese primer viaje, tenso y emotivo, es el que nos hizo encariñarnos con ellos, con su lucha y con ese mundo cruel donde, pese a todo, florecía la esperanza.
Es un buen momento para rejugarlo, para recordar por qué nos tocó tanto, o para descubrirlo si aún no lo has hecho. Porque A Plague Tale: Innocence es una de esas joyas que, aunque pequeñas, brillan durante años.
