Durante el PC Gaming Show, el estudio Wonderbelly Games, junto a la editora Skystone Games, presentó Arcane Eats, un nuevo roguelike con mecánicas de creación de mazos que mezcla alquimia culinaria, gestión de restaurante y cocina mágica con bastante sentido del humor. El juego, todavía sin fecha concreta, promete partidas repletas de ingredientes legendarios, clientes hambrientos y decisiones estratégicas al frente de un restaurante encantado.
En Arcane Eats tomamos el rol de un chef arcano que debe servir platos imposibles en un mundo donde monstruos y aventureros compiten por hacerse con la comida definitiva. Para lograrlo, tendremos que construir un mazo con cartas de ingredientes místicos, utensilios embrujados y hechizos culinarios, todo ello mientras gestionamos los tiempos de cocción, el uso de energía y la impredecible actitud de la clientela.
Cocinando con cartas
La base jugable se apoya en el deck building con cientos de cartas disponibles para personalizar nuestra cocina: desde ingredientes mitológicos hasta herramientas mágicas o rituales como el Happy Hour. Además, cada turno nos enfrentará a puzles estratégicos en los que deberemos ajustar tiempos, gestionar recursos y complacer los caprichos de los comensales antes de que se impacienten… o algo peor.
Pero no solo se trata de cocinar: también deberemos sobrevivir como negocio. Tocará mantener a raya a inspectores del gremio, mejorar el restaurante, fichar personal con habilidades especiales y evitar que los clientes abandonen el local con hambre (o ira demoníaca). Si logramos impresionar a figuras legendarias como Guy Fairy, podríamos incluso obtener una codiciada estrella Mythrill.


Tres gremios, muchas formas de sazonar
El juego contará con tres gremios de cocina distintos, cada uno con su estilo propio: el Hearth, centrado en platos contundentes; el Grove, que domina las especias elementales; y el Order, especialistas en precisión y técnica. A medida que avanzamos, podremos desbloquear nuevas cartas, secretos de la ciudad y, si nos atrevemos, consultar el prohibido Gastronomicon.
Cada partida será diferente gracias a mapas generados proceduralmente, llamadas inesperadas, desafíos opcionales (como tocar la campana sagrada de la cena) y una variedad de clientes habituales que recompensan nuestra capacidad de adaptación.