Hace ya 26 años, el 1 de julio de 1999, Capcom lanzaba en Japón un juego que nos iba a dejar con el corazón en un puño: Dino Crisis. Para muchos jugadores de la época, fue el primer contacto con un survival horror que cambiaba los zombis por criaturas prehistóricas sedientas de sangre. Un giro inesperado que nos hizo mirar por encima del hombro cada vez que oíamos un rugido en la distancia… aunque fuera desde el televisor.

El terror tenía nuevas garras
Creado por Shinji Mikami, el mismo genio detrás de Resident Evil, Dino Crisis apostaba por un enfoque similar en su estructura: exploración, puzles, gestión de recursos y mucha tensión. Pero el cambio de criaturas no fue solo un detalle estético. Aquí los enemigos eran veloces, impredecibles y, en muchos casos, inteligentes. La IA de los dinosaurios era notable para su tiempo, y eso nos obligaba a pensar dos veces antes de entrar en una habitación o correr sin mirar atrás.
Regina, la protagonista, se convirtió en un icono inmediato. Su temple, su actitud y su estilazo marcaron una época. Su enfrentamiento con velocirraptores y, por supuesto, con el temible T-Rex, nos dejó escenas imposibles de olvidar.
Una atmósfera inolvidable
Uno de los grandes logros del juego fue su atmósfera. El complejo militar aislado, el silencio interrumpido por pisadas lejanas, la falta de música en muchos momentos… Todo estaba diseñado para hacernos sentir inseguros, atrapados y vigilados.
Y aunque los gráficos usaban fondos en 3D en tiempo real (algo que lo diferenciaba de Resident Evil), lo que realmente destacaba era cómo lograban transmitir tensión. La cámara fija jugaba con nuestra percepción, y la escasez de munición nos empujaba constantemente a decidir entre huir o pelear.
El inicio de una saga que muchos queremos ver volver
Tras el éxito del primer Dino Crisis, llegaron secuelas con distintos enfoques —más acción, más ciencia ficción— pero ninguna logró capturar del todo la magia y la intensidad de aquel primer contacto con los dinosaurios en PlayStation.
Hoy en día, Dino Crisis es una de esas sagas que los fans siguen pidiendo a gritos que vuelva. Y no es para menos. Su fórmula tiene todo lo necesario para brillar con la tecnología actual: suspense, criaturas icónicas y una base narrativa que aún tiene mucho que dar.
Un recuerdo grabado a fuego (y garras)
Han pasado 26 años, y Dino Crisis sigue vivo en nuestra memoria como uno de esos juegos que marcaron un antes y un después. Era difícil, sí. Daba miedo, también. Pero precisamente por eso nos dejó huella.
Si lo jugaste en su día, seguro que recuerdas el sonido de las puertas automáticas, las alarmas rojas, o esa sensación de estar completamente solo en un entorno que no entendías del todo. Y si nunca lo jugaste, quizá este sea el momento perfecto para descubrir por qué tantas personas siguen esperando su regreso.
Porque hay terrores que no se olvidan… y dinosaurios que nunca dejan de perseguirnos.