Hoy, 15 de mayo de 2025, se cumplen siete años desde el lanzamiento europeo de Dragon’s Crown Pro en PlayStation 4. Una edición mejorada que trajo de vuelta uno de los juegos más llamativos y peculiares del género beat ‘em up con toques RPG. Un título que, pese a no haber sido nunca un superventas, ha sabido cultivar una base de fans fiel gracias a su personalidad arrolladora, su jugabilidad adictiva y, por supuesto, su inconfundible estilo artístico.
Porque si algo no pasa desapercibido en Dragon’s Crown, es su estética. Y con esta versión “Pro”, esa belleza saltaba aún más a la vista.
Un clásico moderno con alma de recreativa
Desarrollado por Vanillaware y dirigido por George Kamitani, Dragon’s Crown nos proponía una experiencia muy particular: un homenaje a los beat ‘em ups de los años 90, como Golden Axe o Dungeons & Dragons: Shadow over Mystara, pero envuelto en mecánicas RPG modernas, con progresión de personajes, equipo, misiones y cooperativo.
El juego original se lanzó en PS3 y PS Vita en 2013, pero fue con Dragon’s Crown Pro, en 2018, cuando muchos lo descubrieron —o redescubrieron— en todo su esplendor visual y sonoro.
Esta edición no solo incluía resolución 4K en PS4 Pro, sino también una banda sonora reorquestada, modo cooperativo online entre generaciones, y todos los parches y mejoras acumulados. Era, en definitiva, la forma ideal de sumergirse en este mundo de mazmorras, dragones y hechizos.
Un estilo que no deja indiferente
Hablar de Dragon’s Crown es hablar de Vanillaware en estado puro. Sus diseños exagerados, sus fondos pintados a mano y sus animaciones fluidas creaban un universo de fantasía heroica casi barroca. Puede que sus proporciones despertaran debate, pero nadie puede negar que el juego tiene una identidad visual única, que combina lo grotesco y lo bello con una soltura casi artesanal.
Además, cada clase —desde la poderosa Amazona al arcano Hechicero, pasando por el robusto Guerrero o la rápida Elfa— ofrecía una experiencia de combate distinta, lo que le daba una gran rejugabilidad tanto en solitario como en cooperativo.
Un juego para perderse (y repetir)
Dragon’s Crown Pro no es solo un juego bonito. Detrás de su estética hay un sistema de combate ágil y profundo, con combos, habilidades y estrategia. La estructura tipo “roguelite”, con múltiples recorridos, jefes opcionales y secretos, hacía que cada partida fuera distinta. Y si te juntabas con amigos, el viaje se convertía en una auténtica odisea fantástica.
Además, su ambientación, narración (con doblaje opcional en japonés e inglés) y su tono de cuento clásico con toques oscuros lo hacían todavía más especial. Era como jugar una campaña de rol ilustrada a mano.
Siete años después, sigue siendo mágico
Han pasado siete años desde su llegada a PS4, pero Dragon’s Crown Pro no ha perdido ni un ápice de encanto. Es uno de esos títulos que quizás no suenan en todas las listas de lo mejor de la consola, pero que quien lo ha jugado, lo recuerda con cariño y admiración. Es fácil perderse en su acción, dejarse atrapar por su arte, y volver una y otra vez a buscar más tesoros, más aventuras, más gloria.