Han pasado ya 16 años desde que Kingdom Hearts 358/2 Days llegó a Nintendo DS, y todavía muchos seguimos arrastrando ese nudo en el pecho que nos dejó su historia. En un catálogo lleno de propuestas muy distintas, Square Enix y Disney apostaron por contar algo más íntimo y melancólico: el día a día de Roxas, ese chico que parecía tenerlo todo y, al final, no tenía nada.

Se lanzó en 2009 en Europa, en pleno auge de la Nintendo DS, y fue el primer título de Kingdom Hearts pensado de forma específica para una consola portátil. Pero más allá de su formato o limitaciones técnicas, el juego se ganó un hueco muy especial entre los fans… porque nos enseñó que incluso en medio de la oscuridad, hay amistades que lo significan todo.
Roxas, Axel y Xion: un verano para recordar… y llorar
Si algo definió a 358/2 Days fue su historia. Conocíamos a Roxas de Kingdom Hearts II, pero aquí lo veíamos crecer desde su primer día en la Organización XIII. Misión tras misión, entre helados de sal marina y puestas de sol en la torre del reloj, forjaba una amistad sincera con Axel y Xion, dos personajes que se convirtieron en el corazón del juego.
Y eso es lo que dolió tanto. Porque sabíamos cómo terminaba. Pero aún así, verlo desarrollarse con ese ritmo pausado, cotidiano, casi costumbrista, nos hizo encariñarnos como pocas veces lo ha conseguido la saga. El final fue devastador, sí, pero también profundamente hermoso.
Un juego único dentro de la saga
A nivel jugable, 358/2 Days no fue perfecto, pero sí muy valiente. Introdujo el sistema de paneles para personalizar habilidades y niveles, ofreció un modo multijugador local sorprendentemente divertido, y logró trasladar con dignidad el estilo de combate de Kingdom Hearts a la portátil de dos pantallas.
Gráficamente exprimía la DS al máximo, con escenas cinemáticas muy trabajadas para la época y una banda sonora que, como siempre, llevaba la firma emocional de Yoko Shimomura. Era un juego que no se entendía sin auriculares ni corazón abierto.
16 años después, sigue siendo inolvidable
Hoy, más de una década y media después, Kingdom Hearts 358/2 Days sigue siendo una pieza clave del rompecabezas que es la saga. Pero más allá de su lugar en la cronología, es recordado por la fuerza de su historia, por ese retrato silencioso de tres amigos que solo querían estar juntos un poco más.
A veces, entre tanto viaje entre mundos Disney, batallas con llaves espada y saltos de realidad, lo que más se queda contigo es un banco de piedra, un cielo naranja y un helado que sabe a verano.