Parece mentira, pero hoy se cumplen 14 años desde que L.A. Noire aterrizó en Europa para PlayStation 3 y Xbox 360. Fue uno de esos juegos que rompió esquemas en su momento, apostando por una fórmula muy diferente a lo que estábamos acostumbrados en aquella generación.
Y es que, en lugar de tiroteos sin parar o explosiones a cada paso, L.A. Noire nos invitaba a ponernos en la piel de un detective de verdad. No uno de película de acción, sino de los de verdad: el que busca pistas, interroga testigos, lee expresiones y se come la cabeza para llegar a la verdad.
Un viaje al Hollywood de los años 40 en L.A. Noire
El protagonista, Cole Phelps, es un excombatiente de la Segunda Guerra Mundial que se abre paso en el Departamento de Policía de Los Ángeles. A lo largo del juego vamos resolviendo casos que nos llevan por diferentes departamentos, desde accidentes de tráfico hasta crímenes realmente escalofriantes.
Lo interesante no era solo descubrir “quién lo hizo”, sino cómo lo hacíamos: recogiendo pruebas, analizando escenas del crimen, y lo más tenso de todo, los interrogatorios. Aquel sistema de expresiones faciales revolucionó la forma de interactuar con los personajes. Tenías que mirar bien si un sospechoso apartaba la vista, si titubeaba… y jugártela: ¿te está diciendo la verdad o te está mintiendo a la cara?
No era otro sandbox más
Aunque muchos pensaban que iba a ser “el GTA de los años 40”, L.A. Noire fue otra cosa. Más lento, sí, pero también mucho más narrativo y reflexivo. Su versión de Los Ángeles era una maravilla: coches clásicos, edificios de época, anuncios retro, jazz sonando por la radio… Te sumergía en una ciudad viva, pero también oscura, llena de secretos y corrupción.
Y es que L.A. Noire no se cortaba a la hora de mostrar el lado más turbio del sueño americano: abusos de poder, drogas, chantajes, traiciones… incluso la propia historia personal de Phelps se iba volviendo cada vez más complicada.
Un juego que se adelantó a su tiempo
En su día, L.A. Noire no fue un bombazo en ventas como otros títulos de Rockstar, pero se ganó un hueco en el corazón de muchos jugadores por su propuesta diferente. Apostó por una narrativa madura, por la actuación como herramienta jugable, y por un ritmo que te obligaba a pensar, no solo a reaccionar.
Con los años, el juego fue relanzado en PS4, Xbox One, Nintendo Switch e incluso en realidad virtual. Pero aquella versión de 2011 para PS3 y Xbox 360 tiene un sabor especial, porque fue la que nos pilló por sorpresa, la que nos enseñó que los videojuegos podían ser también thrillers interactivos de primer nivel.
14 años después, L.A. Noire sigue siendo una experiencia única
Hoy, 14 años después, L.A. Noire sigue siendo un título muy especial. No es perfecto, y seguramente no era para todo el mundo, pero si conectabas con su propuesta, lo vivías intensamente. Esa sensación de estar resolviendo un crimen de verdad, de ver cómo encajan las piezas, no se olvida fácilmente.
Si nunca lo jugaste, dale una oportunidad. Y si ya lo hiciste, tal vez ha llegado el momento de volver a calzarte el sombrero, revisar el bloc de notas y volver a patrullar las calles de Los Ángeles, donde nunca sabes qué te vas a encontrar tras la próxima esquina.
