Hoy, 11 de mayo de 2025, se cumplen 15 años desde que Lost Planet 2 aterrizó en Europa, trayendo de vuelta la acción, los mechas y los colosales Akrid en un espectáculo de ciencia ficción y adrenalina. Fue el 11 de mayo de 2010 cuando Capcom lanzó esta ambiciosa secuela para Xbox 360, PlayStation 3 y PC, intentando llevar más lejos las ideas del primer juego y apostando fuerte por la cooperación y la escala épica.
Un título que, pese a dividir opiniones en su momento, ha sabido ganarse con los años un pequeño pero fiel culto de fans que todavía recuerdan sus intensas batallas multijugador, sus jefes gigantescos y su caótico pero divertido enfoque cooperativo.

De la nieve al caos tropical
Lost Planet 2 fue, en muchos sentidos, una ruptura con el tono y la ambientación del primer juego. Si la primera entrega nos sumergía en un mundo helado y hostil, la secuela nos presentaba un E.D.N. III en plena transformación, con zonas selváticas, desiertos abrasadores y estructuras industriales. La nieve dejaba paso a la vegetación, al barro y al fuego, pero la sensación de peligro seguía intacta.
Este cambio de escenarios también trajo consigo una mayor variedad visual y jugable, con misiones más dinámicas, mapas enormes y una paleta de colores más viva. La lucha contra los Akrid —esas bestias gigantescas que parecían salidas de las pesadillas más locas de Capcom— alcanzaba aquí nuevas cotas de espectacularidad.
Cooperación ante todo
Una de las grandes apuestas de Lost Planet 2 fue su enfoque en el multijugador cooperativo a cuatro jugadores. La campaña estaba pensada para jugarse con amigos (o con bots, si no había nadie disponible), y muchas de las batallas contra jefes o misiones complicadas brillaban especialmente cuando cuatro personas coordinaban sus ataques, se repartían las armas y las funciones, y trabajaban en equipo para sobrevivir.
Era caótico, sí, pero también tremendamente divertido. Pocos juegos ofrecían en aquel momento la posibilidad de subirte a un mecha mientras tu compañero te cubría con un lanzacohetes, mientras otro activaba un panel para abrir una compuerta, mientras un gusano gigante os acechaba desde las arenas. Ese tipo de locuras eran marca de la casa en Lost Planet 2.
Un multijugador competitivo infravalorado
Más allá de la campaña, Lost Planet 2 también contaba con un multijugador competitivo que, aunque pasó algo desapercibido frente a otros shooters de la época, ofrecía una propuesta fresca y distinta. Mapas verticales, ganchos de agarre, exoarmaduras y un enfoque más táctico hacían que las partidas fueran impredecibles y muy divertidas.
Con el tiempo, su comunidad se fue reduciendo, pero quienes lo disfrutaron en su momento todavía recuerdan esas intensas batallas llenas de explosiones, traiciones y momentos épicos.
Un juego imperfecto, pero con mucho corazón
No vamos a engañarnos: Lost Planet 2 no fue un juego perfecto. Su historia era confusa, su narrativa fragmentada y su curva de dificultad a veces desquiciante. Pero también era valiente, ambicioso y tremendamente divertido cuando todo encajaba.
Hoy, 15 años después, muchos lo recuerdan con cariño precisamente por esas locuras, por esos momentos de “¿qué está pasando?” mientras un jefe del tamaño de un edificio aparecía en pantalla, por esas partidas en las que todo salía mal… y por ese espíritu de juego a la antigua usanza, donde no todo te lo daban masticado.
15 años después, ¿merece la pena volver?
Revisitar Lost Planet 2 en pleno 2025 es volver a una época en la que Capcom experimentaba sin miedo, lanzando propuestas arriesgadas que mezclaban géneros y buscaban sorprender. Puede que su cooperativo online esté más vacío que nunca, pero en local o con amigos sigue siendo una experiencia única, salvaje y espectacular.
En su aniversario, no podemos sino celebrar ese intento de ir más allá, de expandir el universo de Lost Planet con una secuela más grande, más loca y más cooperativa. Porque, con sus fallos y sus aciertos, Lost Planet 2 fue y sigue siendo un juego hecho para divertirse a lo grande.