Ubisoft ha anunciado que el actor Mackenyu, conocido por su papel de Roronoa Zoro en la adaptación en acción real de One Piece de Netflix, hará su debut en el mundo de los videojuegos. El actor, que también ha trabajado en Knights of the Zodiac y Dragons of Wonderhatch, prestará tanto su voz como su apariencia a un personaje en el anticipado Assassin’s Creed Shadows, que se lanzará este marzo.

Mackenyu interpreta a Gennojo en Assassin’s Creed Shadows
Mackenyu dará vida a Gennojo, un personaje encantador que se cruza en el camino de Naoe y Yasuke mientras cazan un objetivo crucial. Los jugadores tendrán la oportunidad de reclutar a Gennojo para la Liga Shinobi, ayudando en la lucha contra las fuerzas corruptas que se han apoderado del mundo. El actor prestará su voz tanto para la versión japonesa como en la versión inglesa del juego. Cuando Mackenyu supo que el nuevo título de Assassin’s Creed estaría ambientado en Japón, no dudó en querer ser parte del proyecto.
«Recuerdo con mucho cariño la franquicia. Estaba en el instituto cuando se lanzó el primer Assassin’s Creed, y recuerdo que mis amigos y yo nos reuníamos en casa de uno de ellos y nos turnábamos para jugar»
Mackenyu Maeda



Una energía única para un personaje memorable
«La actuación de Mackenyu dotó de algo muy especial a nuestro juego. Tiene una energía única y un carisma que dieron vida a Gennojo, y tenemos muchas ganas de que los jugadores conozcan a su personaje y descubran su historia»
Jonathan Dumont, director creativo de Ubisoft Quebec
Assassin’s Creed Shadows llega el 20 de marzo
Assassin’s Creed Shadows estará disponible en todo el mundo el 20 de marzo. Ambientado en el Japón feudal, el juego presenta una historia en la que las fuerzas de la venganza y la compasión se enfrentan durante eventos cruciales en la unificación del país. Introduce un innovador sistema de protagonista dual, donde los jugadores controlarán a Naoe, una hábil shinobi de Iga, y Yasuke, el famoso samurái africano. Sus historias se entrelazan en un mundo donde la línea entre el bien y el mal se difumina constantemente.