Skybound Games, en colaboración con Red Hook Studios, ha anunciado que Darkest Dungeon II ya está disponible en formato físico para PlayStation 5, Xbox Series X y Nintendo Switch en nuestro territorio. Esta esperada secuela del aclamado juego de estrategia por turnos llega a las tiendas con una edición física que incluye varios extras.
Contenido de la edición física
La edición física de Darkest Dungeon II ofrece a los jugadores lo siguiente:
- Cartucho de juego para Nintendo Switch, o disco para PlayStation 5 y Xbox Series X.
- Un modelo intrincado de diligencia para construir.
- Un código para descargar la inquietante banda sonora del juego.
Un viaje desesperado en un mundo en decadencia
Darkest Dungeon II es una aventura estratégica con elementos de roguelite, en la que los jugadores deben formar un grupo de héroes y equipar su diligencia para embarcarse en una misión a través de un oscuro y decadente paisaje. El objetivo es evitar el apocalipsis, que ha sido causado por los errores del pasado, aunque los mayores peligros podrían surgir desde el propio grupo de héroes, cuyas tensiones internas se suman a las amenazas externas.
Características
- Nuevos efectos visuales en 3D: La secuela mejora los ya icónicos gráficos del primer Darkest Dungeon, introduciendo un estilo más detallado y tridimensional.
- Sistema de combate mejorado: El juego cuenta con un sistema de combate por turnos renovado y más dinámico.
- Exploración por carretera: La estructura de juego ha cambiado, centrándose en un viaje por carretera en el que las decisiones estratégicas serán clave para la supervivencia.
- Catorce héroes jugables: Los jugadores podrán elegir entre una amplia variedad de héroes, cada uno con habilidades únicas.
- Cinco regiones y jefes finales: La aventura llevará a los jugadores a explorar diferentes regiones llenas de peligros, con cinco jefes finales que ofrecerán intensos desafíos.
- Altar de la Esperanza: Un centro de metajuego donde los jugadores pueden desbloquear mejoras persistentes que influirán en cada partida.
