Hoy, 12 de mayo de 2025, se cumplen 19 años desde que Monster Hunter Freedom llegó a las tiendas europeas para PSP, marcando el inicio de una aventura que cambiaría para siempre la historia del juego portátil. Fue en 2006 cuando muchos de nosotros descubrimos, por primera vez, lo que era adentrarse en un mundo salvaje, enfrentarse a criaturas colosales… y hacerlo, a menudo, completamente solos con nuestra vieja consola en las manos.
Aunque Monster Hunter ya tenía cierto recorrido en Japón, Freedom fue el verdadero punto de partida para muchos jugadores occidentales, sobre todo en Europa. Y si bien no fue un fenómeno instantáneo, sí sembró la semilla de lo que con el tiempo sería una de las sagas más queridas del catálogo de Capcom.

La caza en tu bolsillo
Lo que más impresionaba de Monster Hunter Freedom era la ambición que escondía dentro de una portátil. Teníamos delante un mundo enorme, vivo, donde cada misión era un reto real. Las armas tenían peso, la preparación era esencial y cada monstruo tenía sus rutinas y comportamientos.
El juego nos lanzaba a la aldea de Kokoto, con poco más que una espada oxidada y una casa humilde. A partir de ahí, se trataba de cazar, mejorar el equipo, aprender de los errores… y repetir. No había atajos ni ayudas fáciles: cada victoria se ganaba a pulso.
Y todo esto en PSP, una consola que en aquel momento empezaba a despegar y que encontró en Monster Hunter uno de sus grandes pilares. Para muchos, fue el juego que justificó la compra de la consola.
Una experiencia distinta (y solitaria)
Una de las cosas que más se recuerdan de Freedom es que no tenía online en Europa. Aunque en Japón los cazadores podían reunirse en salas con facilidad, aquí teníamos que conformarnos con jugar en solitario o, con suerte, conectar dos consolas mediante Ad-Hoc para jugar en local. Aun así, eso no impidió que miles de jugadores se engancharan profundamente.
Cada combate contra un Rathalos o un Tigrex era una mezcla de tensión y aprendizaje. El juego no perdonaba, pero cuando por fin derribabas a ese monstruo tras 40 minutos de pelea, el subidón era indescriptible.
El inicio de una leyenda portátil
Monster Hunter Freedom fue una versión adaptada y expandida del primer Monster Hunter de PS2, pero sentó las bases para lo que vendría después. De ahí nacieron Freedom 2, Unite, Portable 3rd (en Japón), y toda una generación de cazadores que descubrieron el placer de preparar una misión, elegir el set de armadura perfecto y lanzarse a la caza con amigos.
Con el tiempo, la saga evolucionaría hacia entregas más accesibles, más conectadas, más espectaculares, pero para muchos jugadores veteranos, Freedom sigue teniendo ese encanto tosco, crudo y desafiante que lo hace especial.
19 años después… sigue vivo en la memoria
Puede que hoy en día nos maravillemos con Monster Hunter Rise o miremos con ilusión hacia Wilds, pero Freedom fue el origen de todo para muchos. Nos enseñó a tener paciencia, a observar a los enemigos, a entender que no todo se basa en pulsar botones rápido, sino en pensar, adaptarse y superarse.
Hoy, en su 19º aniversario, lo recordamos con cariño. Por sus largas sesiones frente a la pantalla pequeña, por esas batallas imposibles en solitario, por los nervios al tallar los últimos segundos de una misión, por el primer gran Jaggi abatido y por todas esas veces que gritamos al cielo tras caer por tercera vez.