El editor Good Shepherd Entertainment, conocido por títulos como Monster Train y Dicefolk, y el estudio desarrollador Violet Saint, han lanzado oficialmente en Steam su nueva apuesta por la oscuridad más visceral: Moroi. Este hack-and-slash de fantasía oscura, inspirado en el folclore rumano, el metal más pesado y las inquietantes obras de David Lynch, ya se puede jugar por 14,99 €.
Un infierno mecánico donde cada puerta se abre con sangre
En Moroi, despertar es comenzar a morir lentamente. No sabes quién eres ni qué hiciste, pero cada rincón del mundo que te rodea parece recordártelo. Te espera un infierno personal: engranajes oxidados, carne putrefacta y criaturas grotescas que se ríen de ti con un humor tan macabro como necesario.
Este universo de pesadilla, conocido como el Motor Cósmico, es un lugar donde las armas no siguen lógica alguna: puedes acoplar los dientes de un pato parlante a tu espada o invocar la ayuda de la luna para disparar proyectiles extra. Todo sirve para sobrevivir entre magos corruptos, cadáveres malditos y guardianes dorados que patrullan al ritmo de una sinfonía infernal.
Combate, puzles y decisiones que duelen
Cada combate deja cicatrices, pero cada puzle duele aún más. Aquí, las soluciones se encuentran en lugares nada convencionales: beber sangre para abrir una puerta, vomitar para desbloquear un camino oculto o rebuscar entre las entrañas de algún desdichado en busca de una llave. Nada es gratuito, todo cuesta, incluso tu cordura.
Y entre tanta desesperación, Moroi logra colarse por los resquicios con momentos absurdos y personajes tan excéntricos como perturbadores, que aportan pequeñas dosis de humor negro para recordarte que, aunque este mundo sea cruel, sigue teniendo algo de alma.
Tu destino no está escrito, pero sí condicionado
Escapar es tu objetivo, pero el Motor Cósmico no lo pondrá fácil. Cada decisión cuenta, y según el camino que sigas, te espera uno de los múltiples finales posibles. Eso sí, no todos esos desenlaces son esperanzadores. Algunos destinos podrían ser incluso peores que la pesadilla de la que intentas huir.