Sí, ha pasado más de década y media. Fue el 22 de mayo de 2009 cuando Pokémon Platino llegó oficialmente a Europa para Nintendo DS. Para muchos entrenadores, fue la versión definitiva de la cuarta generación, una joya que no solo perfeccionó lo que ya ofrecían Diamante y Perla, sino que introdujo cambios tan memorables que, aún hoy, sigue siendo considerada por muchos como una de las mejores entregas de toda la saga.

El mundo de Sinnoh, más frío… y más completo
Aunque partía de la misma base que Diamante y Perla, Pokémon Platino no fue solo una “tercera versión” al uso. Desde el primer momento, el ambiente más oscuro y gélido de Sinnoh, con su nuevo aspecto invernal, ya dejaba claro que las cosas habían cambiado. Desde los rediseños de personajes como los protagonistas y el Equipo Galaxia, hasta los ajustes en la narrativa, todo se sentía más pulido, más cohesionado y mucho más intenso.
Y por supuesto, estaba Giratina, el legendario protagonista que venía acompañado de su Forma Origen y del impresionante Mundo Distorsión, un nuevo escenario que rompía por completo con las reglas del espacio y la gravedad, convirtiéndose en uno de los lugares más recordados (y alucinantes) de toda la franquicia.
Más contenido, más desafíos y más razones para volver a jugar
Además de la historia principal, Pokémon Platino nos dio un montón de razones para seguir jugando tras convertirnos en Campeones. Entre ellas destacaba la Zona de Batalla, una expansión del frente de batalla con nuevas instalaciones para probar nuestras habilidades al máximo.
También se mejoró el ritmo del juego, se optimizaron muchos aspectos técnicos y se añadieron más opciones online gracias al uso del Wi-Fi de Nintendo DS, permitiendo combates e intercambios con más facilidad que nunca.
Y no podemos olvidarnos de los eventos especiales, como el de Shaymin, Darkrai o el propio Giratina con sus objetos clave. Para muchos jugadores, Platino fue la puerta de entrada a los misterios y secretos más profundos de la saga.
Una versión que sigue brillando con luz propia
Aunque la cuarta generación volvió a tener protagonismo en los remakes Diamante Brillante y Perla Reluciente de Nintendo Switch, lo cierto es que Platino sigue siendo la versión más completa y carismática de ese trío. No solo por sus mejoras jugables, sino por su tono, su atmósfera y esa sensación de estar jugando algo especial.
Incluso hoy en día, muchos fans reclaman un remake o al menos una reedición que haga justicia a lo que Platino supuso en su momento. Porque no fue solo una actualización: fue un salto de calidad. Un refinamiento que dio personalidad a toda una generación.