Hoy, 7 de mayo de 2025, Resident Evil Village cumple nada menos que 4 años desde su lanzamiento. Cuesta creerlo, ¿verdad? Parece que fue ayer cuando nos adentrábamos, con el corazón en un puño, en ese pueblo helado y misterioso que escondía tras cada esquina nuevas pesadillas. En su momento, Village no solo fue uno de los juegos más esperados del año, sino también la confirmación de que Capcom había encontrado un equilibrio perfecto entre sus raíces de survival horror y la acción más trepidante.
Ethan Winters y una pesadilla nevada
Resident Evil Village continuaba la historia de Ethan Winters, un personaje que quizá no tenía el carisma de otros protagonistas de la saga, pero que a lo largo de las dos entregas en las que aparece acabó ganándose el cariño de muchos jugadores. Tras sobrevivir a los horrores de la familia Baker en Resident Evil 7, pensábamos que ya había tenido suficiente… pero Capcom tenía otros planes.
La desaparición de su hija lo arrastraba a un pequeño pueblo perdido en Europa del Este, cubierto de nieve, donde las leyendas locales se mezclaban con experimentos biológicos y terrores sobrenaturales. La ambientación del juego fue, sin duda, uno de sus puntos más fuertes: era imposible no sentir curiosidad y miedo al mismo tiempo mientras recorríamos las casas abandonadas, las calles heladas y, por supuesto, el imponente castillo Dimitrescu que ya es historia del videojuego.
Un desfile de monstruos inolvidables
Si algo hizo bien Village fue presentarnos una galería de villanos tan distintos como memorables. Cómo olvidar a Lady Dimitrescu, la altísima y elegante vampira que no tardó en convertirse en fenómeno viral incluso antes del lanzamiento del juego. Pero más allá de ella, el juego nos ofreció enemigos tan variados como el ingenioso y sarcástico Heisenberg, el trágico y grotesco Moreau, y la inquietante Donna Beneviento, cuyo nivel fue, para muchos, uno de los momentos más aterradores de toda la saga.
Cada uno de estos personajes dominaba su propio territorio, lo que hacía que el juego tuviera un ritmo muy marcado, casi como si fueran capítulos independientes dentro de una misma historia. No solo cambiaba la ambientación, sino también las mecánicas: del sigilo y el terror psicológico en la Casa Beneviento a la acción desatada contra las máquinas de Heisenberg.
Ese equilibrio entre sustos, tensión y tiroteos es, seguramente, lo que hace que Village guste tanto a fans de las distintas eras de Resident Evil.
Un éxito que no ha dejado de crecer
En estos 4 años, Resident Evil Village no ha parado de cosechar éxitos. Ha vendido más de 10 millones de copias en todo el mundo, ha recibido premios a la mejor dirección artística, mejor juego de terror y mejor sonido, y Capcom no ha dejado de apoyarlo. En 2022 llegó Shadows of Rose, una expansión que cerraba el arco de la familia Winters y nos permitía explorar nuevas zonas, además de revisitar otras desde una perspectiva distinta.
También hemos visto el juego adaptado a nuevas plataformas, incluidas las versiones en realidad virtual para PS VR2 y PC, que permitieron a los jugadores meterse —literalmente— en los pasillos del castillo Dimitrescu o enfrentarse cara a cara con licántropos. Y no olvidemos su modo en tercera persona, que dio la oportunidad de vivir la historia desde una perspectiva más clásica, algo que muchos fans agradecieron.
¿Cómo lo recordamos hoy?
Hoy, cuatro años después, Resident Evil Village sigue siendo un título que apetece rejugar, ya sea para descubrir detalles que se nos escaparon, para volver a disfrutar de sus jefes memorables o simplemente para revivir la sensación de entrar en un mundo tan extraño como fascinante. Es de esos juegos que no se olvidan fácilmente, que dejan imágenes grabadas en la memoria: las garras de Lady Dimitrescu atravesando la puerta, los pasillos oscuros de la Casa Beneviento, los rugidos de los licántropos entre la niebla…
Además, Village ha servido como puente perfecto entre el tono más íntimo y claustrofóbico de Resident Evil 7 y la acción más épica de entregas anteriores. Un juego que ha sabido equilibrar pasado y presente, y que sigue demostrando que la saga está más viva que nunca.
