Hoy se cumplen 10 años desde que Shingeki no Kyojin: Humanity in Chains llegó a Europa en exclusiva para Nintendo 3DS. Un título que, aunque no fue perfecto ni tan ambicioso como las entregas que vendrían después en otras plataformas, supo ganarse la atención de los fans en un momento ideal: cuando el fenómeno Attack on Titan comenzaba a explotar en todo el mundo.

El ataque de los titanes también tuvo su lugar en Nintendo 3DS
Era junio de 2015 y Attack on Titan ya no era solo un manga popular: la primera temporada del anime había causado un auténtico impacto global y, con él, la demanda de juegos basados en este universo oscuro y desesperanzado crecía sin parar. La llegada de Humanity in Chains a la portátil de Nintendo fue un pequeño hito para los fans europeos, ya que era la primera vez que una adaptación del anime se publicaba oficialmente en Occidente.
Una experiencia portátil con luces y sombras
El juego, desarrollado por Spike Chunsoft, apostaba por una mezcla de acción y misiones cooperativas, en las que podíamos usar el equipo de maniobras tridimensionales para movernos por los escenarios y enfrentarnos a titanes. Para una consola como la Nintendo 3DS, intentar capturar la velocidad y verticalidad del combate contra estas criaturas no era tarea sencilla… y el resultado fue desigual, aunque no exento de carisma.
Visualmente limitado, con controles algo toscos y una interfaz algo cargada, Humanity in Chains no era el juego ideal que los fans soñaban. Pero ofrecía momentos de auténtica emoción al lanzarnos directamente a la acción y, sobre todo, nos permitía revivir batallas junto a personajes como Eren, Mikasa, Armin o Levi, algo que, para los seguidores más fieles, era ya un regalo.
Un primer paso en una franquicia que crecería más allá
Hoy miramos atrás y vemos cómo Attack on Titan ha dado el salto a experiencias mucho más elaboradas en consolas de sobremesa, con entregas que han captado mucho mejor el espíritu y el ritmo del anime. Pero Humanity in Chains tiene un valor especial: fue la puerta de entrada para muchos jugadores europeos que querían sentirse parte del Cuerpo de Exploración, aunque fuese desde una consola de bolsillo.
Diez años después, el juego puede haber quedado como una curiosidad en la historia de Shingeki no Kyojin, pero sigue siendo un recuerdo muy vivo para quienes lo jugaron en su momento, con esa mezcla de emoción, torpeza técnica y pasión por un universo que, con el tiempo, se convirtió en leyenda.