El 7 de mayo de 2010 llegó a Europa Sin and Punishment: Successor of the Skies para Wii (conocido en otras regiones como Sin and Punishment: Star Successor). Han pasado ya 15 años desde su lanzamiento, y aunque nunca fue un superventas ni un título de masas, sigue siendo una auténtica joya de culto para quienes lo descubrieron en su momento.
Desarrollado por Treasure, el estudio japonés conocido por sus juegos frenéticos y desafiantes, Successor of the Skies recogió el legado de su predecesor de Nintendo 64 y lo llevó a un nuevo nivel, con gráficos mejorados, controles adaptados al Wiimote y una acción aún más espectacular.

Un shooter sobre raíles con sello Treasure
Si por algo se caracteriza Sin and Punishment: Successor of the Skies es por su acción sin respiro. Es de esos juegos que no te dejan ni un segundo para tomar aire: disparos por todas partes, enemigos enormes, jefes finales memorables y un ritmo que va en aumento constante.
Controlabas a Isa o Kachi, los dos protagonistas, disparando con el puntero de Wii mientras esquivabas ataques, saltabas y combatías a corta distancia. El juego mezclaba momentos de vuelo con fases a pie, lo que le daba mucha variedad sin romper nunca su flujo trepidante. Era un arcade puro, directo y desafiante, de esos que ya no se ven tan a menudo.
Un regreso inesperado de una saga de culto
Lo curioso es que Sin and Punishment no era precisamente una saga conocida fuera de Japón. El primer juego, lanzado originalmente para Nintendo 64, nunca salió de Japón en su momento (aunque años después llegó a Europa mediante la Consola Virtual). Por eso, cuando Nintendo anunció una secuela mundial para Wii, muchos se sorprendieron.
Successor of the Skies fue una carta de amor a los fans del original, pero también una oportunidad para que más jugadores descubrieran el trabajo único de Treasure. Y aunque no vendió grandes cantidades, quienes se adentraron en su mundo quedaron atrapados por su frenetismo, su estética anime y su dificultad a la vieja escuela.
¿Cómo lo recordamos 15 años después?
Hoy, 15 años después, Sin and Punishment: Successor of the Skies sigue siendo un título muy querido por los amantes de los juegos de acción arcade. Es de esos juegos que no necesitan cientos de horas ni mundos abiertos: en pocas horas te ofrece una experiencia intensa, memorable y llena de momentos espectaculares.
También fue uno de los últimos grandes títulos de Treasure antes de que el estudio quedara en segundo plano, lo que lo hace aún más especial para los fans de su estilo único. Y aunque no es fácil de encontrar hoy en día, quienes lo tienen lo conservan como una joya en su colección.