El tiempo vuela, y hoy se cumplen ya 9 años del lanzamiento en Europa de Star Ocean: Integrity and Faithlessness para PlayStation 4. Fue el 1 de julio de 2016 cuando esta nueva entrega de la veterana saga de ciencia ficción y fantasía aterrizó en nuestras consolas, en un intento por reconectar con los fans clásicos y captar nuevos jugadores.

Desarrollado por tri-Ace y publicado por Square Enix, el título llegaba tras un largo silencio de la franquicia, que no estrenaba una entrega principal desde Star Ocean: The Last Hope. El regreso generaba ilusión y escepticismo a partes iguales, pero para muchos fue una oportunidad de volver a ese universo híbrido entre ciencia ficción espacial y fantasía medieval que tanto caracterizó a la saga.
Una historia entre la política, la guerra y los lazos personales
Ambientado entre los eventos del segundo y tercer juego de la serie, Integrity and Faithlessness nos ponía en la piel de Fidel Camuze, un joven espadachín que lucha por proteger su mundo en medio de una guerra civil. Aunque la trama no fue especialmente rompedora, sí ofrecía momentos interesantes y una variedad de personajes que conectaban bien entre sí.
Uno de sus elementos más comentados fue su decisión de prescindir de escenas cinematográficas tradicionales, apostando por una narrativa sin cortes ni pantallas de carga. Esto dividió a los fans, pero ayudaba a mantener el ritmo y a ofrecer una experiencia más fluida.
Combate ágil, estética clásica
En lo jugable, Integrity and Faithlessness mantenía el sistema de acción en tiempo real característico de la saga, esta vez con combates que podían involucrar hasta siete personajes simultáneamente. Era dinámico, directo, y bastante accesible.
Visualmente, el juego apostaba por un estilo que no intentaba competir con superproducciones, pero sí tenía encanto. Su diseño de personajes y entornos recordaban a entregas anteriores, con ese aire de anime clásico que los fans de Star Ocean siempre han apreciado.
Un capítulo con luces y sombras
Aunque Integrity and Faithlessness no llegó a ser un éxito rotundo ni entre la crítica ni en ventas, sí que logró devolver a la conversación a una saga que muchos creían perdida. Su propuesta modesta, centrada en la acción y los personajes, tenía algo reconfortante.
En estos 9 años, la saga ha seguido adelante, con el reciente Star Ocean: The Divine Force, pero Integrity and Faithlessness tiene su sitio reservado en el corazón de los seguidores más fieles. Fue ese intento de revivir lo que nos enamoró en los tiempos de Star Ocean: Till the End of Time y Second Story, y aunque no lo consiguió del todo, se agradeció su existencia.