Hace ya 19 años, en pleno verano de 2006, los fans europeos de Dragon Ball se reencontraban con una nueva entrega en su querida PlayStation 2: Super Dragon Ball Z. A diferencia de otros títulos más accesibles y orientados al espectáculo, como Budokai Tenkaichi, este juego apostaba por algo más tradicional: un combate técnico, rápido y directo, con el sabor de los clásicos de arcade. Para muchos, fue una grata sorpresa. Para otros, una joya oculta del catálogo de la saga.

Título: Super Dragon Ball Z
Género: Lucha (Fighting)
Plataforma: PlayStation 2
Desarrollador: Arika, Crafts & Meister
Distribuidor: Bandai / Atari (en Occidente)
Un juego para los amantes de los arcades
Desarrollado por Crafts & Meister, un estudio formado por veteranos de Capcom (incluido el creador de Street Fighter II, Noritaka Funamizu), Super Dragon Ball Z no pretendía imitar los combates aéreos desbordantes de otras entregas. Su objetivo era claro: ofrecer un sistema de lucha en 2.5D, con combos, bloqueos, contraataques y mecánicas técnicas que recordaban a los grandes juegos de lucha arcade de los años 90.
El diseño de los personajes, inspirado directamente en el trazo del manga original de Akira Toriyama, junto con efectos visuales que evocaban las viñetas del cómic, le daban un estilo único y muy atractivo. Era un juego que premiaba la precisión y la estrategia, más que los ataques espectaculares sin control.
Una pequeña rareza con mucho cariño detrás
En un momento donde las entregas de Budokai y Tenkaichi dominaban la escena, Super Dragon Ball Z pasó algo desapercibido. No tuvo el marketing de otros juegos de la franquicia, ni la fama a largo plazo, pero quienes lo descubrieron quedaron prendados de su propuesta. El juego ofrecía modos interesantes como el «Original Character», donde podías mejorar a tu luchador al estilo RPG, y una plantilla de personajes bastante bien seleccionada, con sorpresas como Chi-Chi como personaje jugable.
Además, en Europa lo recibimos con algo de retraso respecto a Japón y Estados Unidos, pero eso no impidió que se ganara un hueco en la estantería de muchos fans.
19 años después, un título de culto
Hoy, Super Dragon Ball Z es considerado por muchos como un título de culto dentro de la franquicia. No fue el más popular ni el más vendido, pero su enfoque distinto, su respeto por el manga y su profundidad jugable le han otorgado un cariño especial entre los jugadores que lo disfrutaron.
En un tiempo donde los juegos de lucha se acercan cada vez más al estilo cinematográfico, hay algo reconfortante en mirar atrás y recordar aquella entrega que nos devolvía al corazón del arcade, con Goku, Vegeta y compañía dándolo todo en un ring virtual donde la técnica y el control marcaban la diferencia.