Hace 19 años, el 26 de mayo de 2006, Princess Peach dejó de ser la damisela en apuros para convertirse en la auténtica protagonista. Super Princess Peach, lanzado para Nintendo DS, llegó a Europa con una propuesta inesperada: esta vez, era Peach quien tenía que rescatar a Mario y Luigi, cambiando por completo las tornas de la saga de toda la vida.
Aunque en su momento pasó algo desapercibido para algunos jugadores, con el paso del tiempo se ha convertido en un título muy querido y recordado por quienes lo disfrutaron, especialmente por su colorido, su simpatía y por atreverse a poner a la princesa en el centro de la aventura.

Un plataformas diferente y lleno de encanto
Super Princess Peach mantenía muchas de las mecánicas clásicas de los juegos de Mario, pero con una vuelta de tuerca. Ambientado en la Isla Vibe, el juego apostaba por un sistema de emociones que era, cuanto menos, original: Peach podía usar cuatro estados emocionales (alegría, tristeza, enfado y calma) para resolver puzles, combatir enemigos y avanzar por los niveles.
Podía volar de felicidad, llorar para hacer crecer plantas o arder de rabia para quemar obstáculos. Este sistema, aunque algo peculiar, aportaba un enfoque diferente y fresco al género de plataformas, sobre todo en una época donde Nintendo DS empezaba a experimentar con ideas creativas gracias a su pantalla táctil.
Visualmente, el juego era un festín de colores, con animaciones suaves y niveles muy variados. Todo tenía un aire más ligero y alegre, pero eso no quitaba que tuviera momentos exigentes, especialmente en los niveles más avanzados o en los combates contra jefes.
Un paso importante, aunque con matices
Aunque Super Princess Peach fue celebrado por darle por fin el protagonismo a Peach, también fue criticado en su día por usar las emociones como mecánica principal, algo que algunos vieron como un estereotipo un poco simplón. Sin embargo, más allá de esas lecturas, la realidad es que el juego fue una bocanada de aire fresco y una rareza muy simpática dentro del universo Mario.
Y lo más importante: fue un paso, pequeño pero significativo, hacia una mayor presencia de personajes femeninos activos y jugables en sagas tradicionalmente dominadas por héroes masculinos.
19 años después, todavía se recuerda con cariño
A día de hoy, Super Princess Peach sigue siendo uno de los juegos más curiosos y encantadores de la Nintendo DS. No solo por haberle dado su momento de gloria a Peach, sino por ser un plataformas divertido, bien diseñado y con identidad propia.
Con los años, muchos fans han pedido una secuela, y lo cierto es que Peach ha ido ganando más protagonismo poco a poco, como hemos visto recientemente en títulos como Princess Peach: Showtime! para Nintendo Switch.
Pero todo empezó aquí, hace 19 años, cuando por fin la princesa cogió el paraguas, se remangó… y fue a salvar el día. Y eso, para muchos, fue un cambio tan refrescante como necesario.