Parece mentira, pero ya han pasado diez años desde que The Witcher 3: Wild Hunt se lanzó en PC, Xbox One y PlayStation 4, un 19 de mayo de 2015. Desde entonces, el mundo de Geralt de Rivia ha dejado huella en millones de jugadores en todo el mundo y se ha convertido en uno de los referentes indiscutibles del rol moderno. A día de hoy, sigue siendo uno de esos juegos que no solo se recuerdan, sino que se siguen recomendando con entusiasmo.

Geralt de Rivia y una historia que marcó época
En esta tercera entrega, nos metemos de nuevo en la piel del brujo Geralt, cazador de monstruos a sueldo, en su misión por encontrar a Ciri, su hija adoptiva, mientras una amenaza devastadora —la Cacería Salvaje— arrasa todo a su paso. Pero The Witcher 3 no se conforma con contarnos una historia principal potente; también está lleno de decisiones morales grises, tramas secundarias sorprendentes y personajes profundamente humanos.
Cada misión, incluso la más pequeña, está escrita con un mimo que muy pocos juegos han conseguido igualar. Es un título que respeta tu tiempo y tu inteligencia como jugador.
Un mundo abierto como nunca se había visto
El continente en The Witcher 3 no es solo extenso, es rico, vibrante y lleno de vida. Desde los campos de Velen hasta la elegante Novigrado, pasando por las salvajes islas Skellige, todo está diseñado con un nivel de detalle y una atmósfera absorbente que te invita a explorarlo durante horas. El ciclo día-noche, el clima cambiante, los encuentros aleatorios… todo contribuye a una inmersión absoluta.
No es solo que haya cosas que hacer —que las hay, muchas— sino que todo está al servicio de la narrativa y de la ambientación. Nunca da la sensación de ser contenido de relleno.
Un hito técnico y artístico
En su momento, The Witcher 3 fue un portento gráfico, y todavía hoy, sobre todo con la versión next-gen, aguanta el tipo con muchísima dignidad. Las expresiones faciales, la iluminación, los entornos naturales y la dirección artística siguen siendo un ejemplo de cómo hacer las cosas bien.
La música, compuesta por Marcin Przybyłowicz y Mikolai Stroinski, es sencillamente inolvidable. Desde las melodías melancólicas hasta los temas de combate, es una banda sonora que acompaña, emociona y permanece.
Dos expansiones que fueron auténticos juegos completos
Hearts of Stone y Blood and Wine, las dos expansiones que recibió el juego, no se limitaron a añadir contenido: ampliaron el universo y ofrecieron historias igual o más potentes que la campaña principal. Especialmente Blood and Wine, que nos lleva a Toussaint, una región inspirada en la Provenza medieval, y que sirve como epílogo perfecto para Geralt.
Pocos juegos pueden presumir de ofrecer tanto por tan poco.
Un legado que sigue creciendo
En esta década, The Witcher 3 no ha parado de recibir reconocimientos, relanzamientos y elogios. Fue clave para que la franquicia de Andrzej Sapkowski alcanzara un nuevo nivel de popularidad, llegando incluso a la televisión con la serie de Netflix. Además, el juego ha influido directamente en cómo otros estudios abordan el diseño de mundos abiertos y la escritura de historias ramificadas.
Y por supuesto, sigue sumando jugadores nuevos cada año, gracias a sus ediciones mejoradas y su disponibilidad en más plataformas.
Diez años después… ¿y ahora qué?
Con una nueva entrega de The Witcher ya confirmada por CD Projekt RED, no queda otra que mirar al futuro con ilusión. Pero mientras llega, este décimo aniversario es la excusa perfecta para volver al juego que lo cambió todo, redescubrir los paisajes del norte, tropezar con un grifo en medio del bosque o sentarse a jugar al Gwynt en una taberna con olor a hidromiel.