El estudio independiente indonesio Calcatz, en colaboración con la plataforma editorial indie.io, lanzará el próximo 16 de mayo su primer videojuego, Undying Flower, una aventura narrativa interactiva que explora los rincones más oscuros de la memoria y el anhelo de redención personal. El título estará disponible en PC a través de Steam.
Un viaje emocional a través del trauma y la pérdida
En Undying Flower, los jugadores encarnan a Nala, una joven que se somete a un tratamiento experimental para desbloquear recuerdos dolorosos que permanecen enterrados en su mente. Guiada por una entidad enigmática conocida como La Flor, Nala debe enfrentarse a episodios de su pasado que ha intentado dejar atrás, incluida la posibilidad de haber sido responsable de la muerte de su abuelo, una figura crucial en su vida.
Reescribir el pasado, afrontar la verdad
El juego no se limita a revivir recuerdos: permite modificarlos. Los jugadores pueden alterar diálogos, tonos emocionales y explorar distintos desenlaces de los eventos pasados. Estas decisiones no solo construyen el camino de la historia, sino que ofrecen distintas formas de reconciliarse con la culpa y la pérdida. El objetivo no es borrar el dolor, sino comprenderlo y, quizás, perdonarse a uno mismo.
Una perspectiva dual y emocionalmente cargada
A lo largo de la narrativa, se exploran los momentos clave tanto desde la perspectiva de Nala como de su abuelo. La historia pone énfasis en la conexión entre ambos, sus incomprensiones y las heridas abiertas que los separaron. Cada escena ofrece matices emocionales y contradicciones que enriquecen la narrativa y plantean una pregunta central: ¿cómo se aprende a vivir con un error irreparable?
Inspiración cultural y simbolismo visual
El universo de Undying Flower está profundamente influenciado por la cultura indonesia. Calcatz se ha inspirado en el Tari Topeng, una danza tradicional con máscaras que expresa emociones a través del movimiento. En el juego, las máscaras no ocultan el rostro, sino que lo revelan: cada una representa el estado emocional de personajes atrapados en sus propios recuerdos, un símbolo visual potente que expresa vulnerabilidad y duelo.
Un apartado sonoro que da forma a la historia
La banda sonora original está compuesta por Michael W. Pflug e interpretada por Stef Amadeus y Eien Nagi, quien además dirige el proyecto. Las melodías, que oscilan entre lo etéreo y lo profundamente íntimo, acompañan cada escena como un latido emocional que guía al jugador a través de la narrativa. No se trata solo de música de fondo: el sonido es parte activa del relato.
Una historia profundamente humana
Undying Flower no busca ofrecer una vía de escape, sino una confrontación directa con los sentimientos más intensos que acompañan a la pérdida, la culpa y la búsqueda de sentido. Con una narrativa profundamente personal y una ambientación cargada de simbolismo, el juego propone una experiencia transformadora para quienes estén dispuestos a enfrentar aquello que desearían poder cambiar.