Sonka sigue con paso firme el desarrollo de Holstin, su nueva entrega de terror y supervivencia psicológica que llegará próximamente a PC, Nintendo Switch, PlayStation y Xbox Series. Ambientado en un aislado pueblo polaco de los años noventa, el juego nos pone en la piel de alguien que busca a su amigo desaparecido mientras una presencia oscura va consumiendo todo a su alrededor.
Una villa consumida por lo extraño
Finales de noviembre de 1992. Jeziorne-Kolonia, un pequeño pueblo del este de Polonia, comienza a sufrir una calamidad que deteriora gradualmente todo lo que toca, incluidos sus propios habitantes. Tu amigo Bartek desaparece y deja de responder a tus llamadas. Ahora debemos seguir sus pasos para descubrir qué lo llevó hasta allí y por qué posiblemente nunca logró salir. El pueblo está cubierto por una sustancia viscosa que contamina calles, edificios y naturaleza. Cada rincón transmite la sensación de descomposición y peligro inminente. En este escenario, nuestra misión principal es encontrar a Bartek y escapar antes de que la oscuridad del pueblo nos atrape.

Holstin combina la exploración con el enfrentamiento contra criaturas deformes que vagan por la localidad. Los recursos son limitados, por lo que rebuscar suministros y armas es vital para sobrevivir. Aunque no somos héroes, nuestra determinación será clave para superar los horrores que nos rodean.
La interacción con los lugareños es crucial, aunque compleja. Algunas preguntas y puzles solo obtienen respuesta a través de ellos, pero rara vez resultan claros para los forasteros. Sus mentes parecen suspendidas entre la vida y la muerte, y nuestra presencia puede alterar aún más su ya frágil cordura. Para avanzar, debemos adaptarnos a sus delirios y comprender su perspectiva distorsionada.
El juego mezcla pixel art clásico pero con ese toque moderno que lo hace increíble. Sonka utiliza su motor interno para ofrecer iluminación dinámica y una cámara con rotación libre que permite explorar desde ocho ángulos distintos. Esta combinación da vida a los entornos dibujados a mano, mientras que las sombras y efectos visuales intensifican la sensación de terror psicológico.

