Wonderbelly Games junto a Skystone Games han presentado Arcane Eats, un roguelike con creación de mazos que llegará en 2026 y que apuesta por una idea muy clara desde el primer momento. Aquí no solo importa combatir o sobrevivir, sino también pensar como un chef y saber combinar ingredientes en el momento justo. Así, el juego propone una experiencia distinta, donde la cocina y la estrategia avanzan de la mano.
Un roguelike donde pensar como chef marca la diferencia
En Arcane Eats, cada partida gira en torno a preparar platos mientras haces frente a oleadas cada vez más exigentes. Para empezar, el jugador utiliza cartas de ingredientes que se cocinan en fogones especiales y que pueden mejorarse con utensilios mágicos. A partir de ahí, cada turno se convierte en una decisión constante, ya que hay que gestionar bien la energía y los tiempos para no perder el control del restaurante.
Además, a medida que avanzas, puedes crear tu propio mazo con una gran variedad de ingredientes, herramientas y hechizos culinarios. De este modo, cada partida se siente diferente, ya que las combinaciones posibles cambian según las cartas que consigas y las decisiones que tomes. Al mismo tiempo, reclutar cocineros y empleados resulta clave para optimizar el trabajo en cocina y responder mejor a los momentos de mayor presión.
Por otro lado, el juego también pone el foco en la gestión del restaurante. No basta con cocinar bien, sino que también tendrás que contentar a clientes exigentes, cuidar la economía y evitar problemas con los inspectores. Poco a poco, podrás mejorar tu carta, ganar fama y escalar posiciones dentro de distintos gremios de cocina, cada uno con su propio estilo de juego y sus cartas exclusivas.
Finalmente, la rejugabilidad es uno de sus puntos fuertes. Gracias a la gran cantidad de cartas, eventos y personajes, cada intento ofrece nuevos retos y situaciones inesperadas. Así, Arcane Eats se perfila como una propuesta fresca y con mucha personalidad, pensada para quienes buscan algo diferente dentro del género roguelike sin perder un tono cercano y divertido.





