Persona 5 no es solo un juego más de rol, es una historia que nos habla sobre temas reales que afectan a la sociedad japonesa hoy en día. A través de la vida de un grupo de estudiantes que se enfrentan a adultos corruptos y problemas sociales, el juego pone sobre la mesa muchas cuestiones que quizás pasan desapercibidas para quienes no viven ahí, pero que son muy reales para quienes sí.
Una mirada a la sociedad japonesa
Persona 5 usa su narrativa y sus personajes para reflejar problemas reales de la sociedad japonesa, la presión educativa, la corrupción, la soledad urbana, la hipocresía social, y nos invita a pensar en cómo podemos ser parte del cambio. No es solo un juego, es una historia que habla con honestidad sobre lo que muchos jóvenes viven y sienten, y sobre la esperanza que tienen de un mundo mejor.
El peso de la educación y las expectativas
Una de las cosas que más llama la atención en Persona 5 es cómo refleja la presión enorme que sufren los jóvenes en Japón para cumplir con las expectativas académicas y sociales. Los protagonistas están todo el tiempo tratando de balancear la escuela, la familia, sus amistades y, al mismo tiempo, ser estos “Phantom Thieves” que luchan contra la injusticia.
Este equilibrio es un reflejo de la realidad de muchos estudiantes japoneses, que viven bajo una presión constante para sacar buenas notas y no fallar a sus familias o a la sociedad. El sistema educativo en Japón es muy exigente y competitivo, y el juego muestra cómo eso puede llevar a los jóvenes a sentirse atrapados, sin espacio para ser ellos mismos o para expresarse libremente.
Además, los adultos en posiciones de poder dentro del colegio muchas veces ejercen su autoridad de manera estricta, sin considerar el bienestar emocional de los estudiantes, algo que también se critica en la historia.

Corrupción y abuso de poder en diferentes niveles
Otro tema fuerte en Persona 5 es la denuncia de la corrupción que existe en distintos ámbitos de la sociedad japonesa. Los antagonistas que los protagonistas enfrentan no son solo villanos inventados, sino que representan tipos reales de personas que abusan de su poder: políticos corruptos, empresarios sin escrúpulos, policías abusivos y profesores que utilizan su autoridad para oprimir.
Cada uno de estos personajes tiene un “palacio” mental que simboliza su egoísmo y sus acciones dañinas. Los Phantom Thieves entran a estos palacios para robarles el “corazón” y hacerlos reflexionar sobre sus actos, lo que es una forma simbólica de mostrar la necesidad de enfrentar estas injusticias en la vida real.
Este aspecto del juego conecta muy bien con la experiencia de muchas personas que ven cómo, en ocasiones, los que deberían proteger o ayudar a la sociedad terminan perjudicándola para beneficio propio.

Soledad y desconexión en la gran ciudad
Aunque Persona 5 está ambientado en Tokio, una de las ciudades más pobladas y modernas del mundo, el juego también refleja la soledad y el aislamiento que muchas personas sienten en un entorno tan masivo y competitivo.
Los personajes, a pesar de estar rodeados de gente, experimentan sentimientos de desconexión y buscan formar vínculos auténticos para no sentirse solos. Esta idea es muy importante, porque muestra cómo, en la vida real, muchas personas (especialmente los jóvenes) luchan por encontrar un sentido de pertenencia en una sociedad que puede ser fría o distante.
La amistad y el apoyo mutuo entre los protagonistas son un mensaje claro de que, aunque el entorno sea difícil, las relaciones humanas son fundamentales para superar las dificultades.

La doble cara de la sociedad: apariencia vs realidad
Un punto muy interesante de Persona 5 es cómo muestra la hipocresía que puede haber en la sociedad japonesa. Los adultos corruptos mantienen una imagen perfecta ante los demás, pero esconden comportamientos negativos o injustos. Esto refleja una realidad social donde la preocupación por la imagen pública muchas veces está por encima de la verdad o la ética.
El juego invita a cuestionar esa fachada y a no confiar ciegamente en las personas o instituciones solo porque “se ven bien”. Es un llamado a mirar más allá de las apariencias y exigir transparencia y justicia.
Jóvenes que luchan por cambiar el mundo
Finalmente, Persona 5 habla sobre la diferencia entre generaciones. Los jóvenes protagonistas representan el deseo de cambio, justicia y libertad, mientras que los adultos corruptos simbolizan un sistema rígido y muchas veces injusto que quiere mantener el status quo.
Esta lucha generacional es el corazón de la historia y transmite un mensaje esperanzador: aunque la sociedad parezca difícil de cambiar, la valentía, la unión y la acción pueden hacer la diferencia.


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