En las tierras montañosas del Irán medieval, entre las cordilleras de Alborz y Zagros, floreció los Nizaríes. Conocidos también como los Asesinos, este grupo religioso y político dejó su huella en la historia, tanto por su astucia táctica como por su reputación legendaria como maestros del asesinato.
Orígenes y fundación de los Nizaríes
Los Nizaríes fueron una rama del islam chiita que emergió en el siglo XI, derivada del movimiento Ismailí, que a su vez se originó en el schisme que dividió a los musulmanes chiitas poco después de la muerte del profeta Mahoma en 632 d.C. El término «Nizarí» proviene de Nizar ibn al-Mustansir, un líder Ismailí que disputó el liderazgo de la comunidad con su hermano en el siglo XI.
Fortalezas impenetrables
La característica más distintiva de los Nizaríes fue su fortaleza montañosa de Alamut, ubicada en lo que hoy es Irán. Esta fortaleza, apodada «El Nido del Águila», fue construida en lo alto de un acantilado, aparentemente inaccesible para los intrusos. Desde allí, los Nizaríes gobernaban su pequeño estado con una mano firme y sutil, desafiando incluso a los poderosos sultanes y califas de la región.
La leyenda de los Asesinos
Los Nizaríes se hicieron famosos por sus tácticas de asesinato selectivo. Según las crónicas contemporáneas, los líderes de la secta, conocidos como los «Hashshashin» (derivado de la palabra árabe «hashish», que algunos sostienen que indica el consumo de drogas alucinógenas), entrenaban a sus seguidores para cometer asesinatos políticos de manera astuta y precisa. Se dice que los Hashshashin seleccionaban a individuos prominentes como blancos y, mediante una combinación de infiltración, sigilo y asesinato, los eliminaban sin dejar rastro.
Diplomacia y estrategia
Aunque su reputación como asesinos implacables los precedía, los Nizaríes también eran maestros en el arte de la diplomacia y la negociación. A menudo, lograban sus objetivos sin recurrir a la violencia, utilizando la amenaza de sus habilidades letales como una herramienta de persuasión política. De esta manera, lograron mantener su independencia y resistir los intentos de invasión durante siglos.
El declive y la desaparición de los Nizaríes
A medida que el poder de los grandes imperios musulmanes creció y se consolidó, la amenaza representada por los Nizaríes disminuyó. Alamut cayó finalmente en manos de los mongoles en 1256 d.C., marcando el fin de la era dorada de los Nizaríes. Aunque la secta no desapareció por completo, su influencia y notoriedad se desvanecieron con el tiempo, dejando atrás un legado intrigante y misterioso.
Fuente de inspiración para Assassin’s Creed
La franquicia de videojuegos Assassin’s Creed, desarrollada por Ubisoft, toma prestados elementos de la historia y la mitología de los Nizaríes. En el juego, los jugadores asumen el papel de miembros de una orden secreta de asesinos, que operan desde las sombras para combatir la opresión y la injusticia. La ambientación del juego, que incluye escenarios históricos como las Cruzadas, se ve influenciada por la historia de los Nizaríes y sus tácticas de asesinato.