El estudio Alawar ha anunciado que Karate Survivor, su juego de acción con artes marciales y mecánicas survivor-roguelite, llegará a PlayStation, Xbox y Nintendo Switch el próximo 28 de agosto. En esta propuesta, cada partida se convierte en un festival de combate improvisado, donde podremos usar desde nuestras propias manos hasta objetos completamente inesperados para acabar con oleadas de enemigos.
Combate creativo y progresión al estilo roguelite
En Karate Survivor, el entorno entero se convierte en un arsenal. Así, podremos lanzar un contenedor de basura contra nuestros rivales, blandir un bate de béisbol o incluso utilizar un pez recién sacado del frigorífico de una tienda. También será posible dejarse caer en una tumbona y girar como un trompo para enviar a los oponentes por los aires. Todo vale, siempre que nos ayude a sobrevivir un poco más.
A medida que avancemos, tendremos que enfrentarnos a oleadas infinitas de enemigos que llegarán tanto por las calles como por las azoteas. Siguiendo la esencia de los roguelite, podremos conseguir cartas que mejorarán nuestros ataques o nos darán nuevas habilidades, convirtiendo nuestro propio cuerpo en el arma definitiva.


El combate se basa en la improvisación más absoluta, podremos utilizar cualquier objeto que encontremos, desde flamencos de plástico hasta martillos de juguete, para abrirnos paso entre enemigos. Además, el escenario juega un papel clave en la llamada guerra ambiental, ya que será posible empujar objetos, derribar andamios o incluso golpear con la puerta de un microondas para ganar ventaja.
El sistema de combos dinámicos nos permitirá encadenar hasta seis ataques distintos, ajustando cada secuencia a nuestro propio estilo de lucha. Entre partida y partida, podremos avanzar en la progresión y dominio de nuevas técnicas, desbloqueando habilidades permanentes que harán cada intento más letal.
La acción transcurre en una variedad de escenarios, donde también nos enfrentaremos a jefes que pondrán a prueba nuestros reflejos y capacidad de adaptación. Todo esto se desarrolla con un ritmo frenético, en combates rápidos y llenos de adrenalina que evocan las escenas más intensas del cine de acción de los años 80.
