Reverie World Studios, en colaboración con indie.io, ha anunciado el lanzamiento completo de Knights of the Crusades, un híbrido de estrategia y tiempo real ambientado en la época de la Primera Cruzada. El juego invita a los jugadores a vivir la evolución de un señor menor que puede ascender desde comandante de campo hasta gobernante y, con el tiempo, incluso emperador, reescribiendo el destino de la Europa medieval bajo el estandarte que elijan.
Estrategia, batallas y gestión en plena Edad Media
Knights of the Crusades combina un enfoque histórico con un sistema híbrido que mezcla batallas en tiempo real con la gestión de un reino. Además, el juego se centra en el periodo de la Primera Cruzada y sus consecuencias, permitiendo a los jugadores elegir entre distintos credos y culturas: desde los reinos cristianos de Occidente hasta los emiratos musulmanes del sur, e incluso los pueblos eslavos y paganos del norte y este de Europa.
En cuanto a los campos de batalla, los mapas basados en investigaciones históricas recrean la crudeza de la guerra medieval, donde la clave no está únicamente en la potencia de fuego, sino más bien en el uso adecuado de las formaciones, aprovechando las ventajas del terreno e identificando cualquier debilidad en la línea enemiga.
La conquista es solo el inicio del reto. Posteriormente, una vez asegurado el primer dominio, los jugadores deberán gestionar recursos como dinero, alimentos y materiales para mantener tanto a las tropas como a la población. De hecho, la logística será esencial para evitar desastres similares al sufrido por Guy de Lusignan en la batalla de Hattin en 1187.
El juego no obliga a unirse a los cruzados cristianos ni a marchar hacia Tierra Santa. Por el contrario, Knights of the Crusades ofrece la posibilidad de forjar un destino alternativo en cualquier rincón de Europa: por ejemplo, desde guiar un pequeño reino germano hacia el este, o unificar Polonia evitando su fragmentación histórica, hasta incluso liderar un reino pagano que desafíe la expansión cristiana y devuelva el continente a la antigua fe.


