El estudio de desarrollo Pigeons at Play, especializado en acción de alto voltaje, y la editorial Devolver Digital han anunciado el lanzamiento en acceso anticipado en Steam de Mycopunk, un shooter cooperativo para escuadrones ambientado en un universo de ciencia ficción tan salvaje como impredecible. Esta propuesta destaca por ofrecer una amplia personalización de armas, una estética irreverente y una amenaza biológica que no deja margen para el error.
Acción cooperativa contra una invasión fúngica
En Mycopunk, los jugadores asumen el papel de unidades recicladas del escuadrón New Atlas Hazard Crew. Su misión, encargada por la megacorporación SAXON, consiste en descender a la luna Nueva Atlas y contener una creciente plaga fúngica que ha contaminado toda su superficie. Aunque la paga ofrecida por SAXON es casi insultante, evitar el desguace es motivación suficiente para lanzarse al combate.
Los escenarios están plagados de peligros. Cada criatura eliminada puede ser absorbida por otras más fuertes, lo que obliga al equipo a emplear tácticas avanzadas si quieren sobrevivir. La coordinación y el trabajo en equipo resultan esenciales para contrarrestar el avance de esta infección con inteligencia y contundencia.
Armamento absurdo y personalización sin límites
Uno de los aspectos más destacados de Mycopunk es su sistema de armamento. Las armas, extraídas tanto de tecnología militar como de herramientas industriales, pueden modificarse por completo mediante un sistema de mejora por cuadrículas. Esta mecánica permite crear configuraciones tan poderosas como ridículas, convirtiendo cada enfrentamiento en un espectáculo visual y estratégico.
Los enemigos no solo presentan resistencia, sino que además pueden evolucionar recogiendo residuos del campo de batalla, lo que añade una capa táctica: cada baja debe planificarse para evitar que se convierta en una amenaza aún mayor.
El caos estratégico tiene recompensa
Más allá de la acción directa, Mycopunk apuesta por fomentar sinergias entre los miembros del escuadrón. Las habilidades mejoradas de cada robot pueden combinarse para generar efectos devastadores, transformando cada misión en una experiencia cooperativa donde la estrategia es tan importante como la puntería.
Entre incursiones, los jugadores podrán regresar al H.U.B., una estación orbital que sirve como base de operaciones. Este espacio ofrece zonas recreativas, personajes secundarios, secretos por descubrir y momentos de descanso antes de volver al combate. Entre ellos destaca Roachard Cox, un insectoide veterano de SAXON con más historias que circuitos funcionando.