Los más puristas de los videojuegos coincidiremos en que estamos acostumbrados al humor ácido del archiconocido Ron Gilbert, creador de The Secret of Monkey Island y Maniac Mansion. En esta ocasión, nos trae Death by Scrolling de la mano de Terrible Toybox NZ, un roguelike de desplazamiento vertical con una buena dosis de acción, una pizca de rejugabilidad y dos tazas de humor negro.

Fecha de salida: 28 de octubre de 2025
Desarrolladora: Terrible Toybox NZ
Distribuidora: MicroProse Software
Plataformas disponibles: PC
Textos: Español
Voces: –
Plataforma analizada: PC (Steam)
Próximamente llegará a PlayStation 5, Xbox Series S/X y Nintendo Switch
Historia: un purgatorio con muy mala leche
La narrativa de Death by Scrolling no nos aporta una historia muy elaborada, pero construye un contexto irónico y mordaz para justificar su bucle jugable. Por eso, sed todos bienvenidos a Purgatoy, Inc., o Purgatorio en castellano, una especie de megacorporación infernal que opera con recursos, tarifas y procedimientos burocráticos no del todo legales para decidir el destino de las almas.
Esto nos permite sentar las bases del título con escenas y textos breves cargados de humor sarcástico, descripciones de objetos con vena satírica y unos gags recurrentes sobre la gestión de la muerte que ponen la guinda al pastel.
A pesar de que la historia es todo menos relevante, le aporta tono y personalidad, y uno no puede evitar soltar algún que otro chiste estúpido entre partidas.

Jugabilidad: muere con estilo y deja un bonito cadáver
Como buen roguelike que se precie, la jugabilidad de Death by Scrolling se basa en su rejugabilidad, valga la redundancia, la cual presenta un equilibrio notable entre la simplicidad de sus controles y su ejecución. Todo gira en torno a la mecánica principal que le da nombre: el desplazamiento vertical automático. Si te quedas atrás, mueres. Si avanzas demasiado y no ves a los enemigos, mueres. Y si te paras a pensar demasiado, pues también mueres. Esta presión constante logra generar una tensión única, permitiendo mantener un ritmo frenético durante toda la partida.
¿El baño? Arriba a la derecha
Cada partida comienza con la selección del personaje y de las mejoras permanentes, las cuales podremos desbloquear obteniendo gemas dentro de la partida.
A partir de ahí, y tras salir de la zona inicial, la pantalla comienza a avanzar cuesta arriba y sin frenos, empezando a llenarse de enemigos, trampas y pequeñas zonas de combate. La disposición de todos estos elementos está diseñada para obligarte a improvisar. No tienes mucho tiempo para planificar nada, ya que tu supervivencia depende de leer el entorno, esquivar a tus rivales y tratar de conseguir la mayor cantidad de oro posible.
A diferencia de otros roguelikes al uso, de los cuales ya he hablado en este artículo, aquí la prioridad no es limpiar el nivel, sino mantener el ritmo del scroll para evitar tocar el margen inferior y acabar muriendo. Es una mecánica que puede recordar a otros roguelikes clásicos, como Downwell (pero al revés) o a los juegos arcade de desplazamiento lateral de los 90.



Los escenarios combinan estructuras fijas, como lagos que tendremos que atravesar en cierto tiempo para no acabar ahogados, con elementos aleatorios, ofreciendo un equilibrio entre aprendizaje e improvisación. Aunque algunos biomas se repiten, la disposición de los enemigos y los objetos que se obtienen asegura que cada intento sea diferente.
Durante los intentos, tendremos que conseguir oro recolectándolo del entorno y derrotando enemigos para poder pagar al barquero y hacer que nuestra alma escape del purgatorio. Cada personaje jugable tiene sus propias habilidades pasivas, lo que anima a probar todas las combinaciones de builds, armas y pasivas que el juego ofrece para descubrir cuál de ellas resulta más poderosa.
Mejorando el purgatorio
Como buen roguelike, la muerte no es el final, sino el bonito y rentable comienzo de una nueva partida. Cada run permite acumular gemas y completar contratos que desbloquean habilidades, armas o mejoras permanentes. El diseño de la progresión está hecho para ser accesible y transparente, evitando la frustración de perderlo todo y favoreciendo el lema clásico de «una partida más y lo dejo».
Este sistema de progresión hace que algunas partidas puedan parecer un poco desbalanceadas, sobre todo al principio. Aun así, esta curva forma parte del encanto, haciéndote sentir que realmente estás dominando el juego cuando toda la pantalla se llena de luces, estrellitas y explosiones.

Unos controles de muerte
Death by Scrolling es exigente pero justo. La curva inicial puede parecer algo agresiva, ya que el scroll no perdona y los enemigos a veces te hostigan demasiado. Sin embargo, con unas pocas partidas empiezas a notar una mejora natural. Aprender a jugar requiere entender el espacio y mantener el ritmo, intentando no depender demasiado de la aleatoriedad.
El control es uno de los puntos más pulidos del juego. Tanto con teclado como con mando, los movimientos son precisos, con una inercia mínima y una respuesta inmediata. La hitbox del personaje a veces parece demasiado grande, haciendo que algunos golpes te impacten aunque visualmente no te hayan dado. Aparte de esto, el input lag al atacar, esquivar o esprintar es prácticamente inexistente. Por otro lado, la lectura visual de lo que ocurre en pantalla es clara, lo cual resulta muy útil en un juego tan rápido.
¡Muere, muere, muere!
La rejugabilidad es el motor del título. Entre personajes, armas y eventos, las combinaciones posibles son amplias. Muchos de los personajes seleccionables, que se desbloquean a medida que juegas, están orientados a distintos estilos de juego, lo que cambia el enfoque estratégico de cada partida.
No obstante, el juego tiene un problema: la estructura básica se vuelve repetitiva a largo plazo, ya que muchos enemigos y biomas se repiten con demasiada frecuencia. Aunque la adicción inicial es muy alta, el interés puede decaer tras cinco o seis horas viendo lo mismo. Esto, sumado a la escasez de personajes, mejoras o armas, puede hacer que te aburras al poco de empezar a jugar.



Apartado técnico
El rendimiento es sólido tras probarlo en PC y en Steam Deck. En ambas plataformas se mantiene a 60 fotogramas constantes, incluso cuando hay muchos enemigos en pantalla y el caos visual aumenta. Los tiempos de carga son breves y no hemos detectado bugs graves, más allá de algún pequeño fallo visual. Por su parte, el motor gestiona muy bien el scroll vertical, aunque las hitboxes no son perfectas, como mencioné antes, obligando a dejar un poco más de espacio con los enemigos para evitar recibir golpes.
Apartado gráfico y artístico
Death by Scrolling adopta un pixel art detallado y expresivo, con animaciones fluidas y una paleta de colores vibrante, pero sin caer en tonos sobresaturados para evitar la fatiga visual.
Cada bioma tiene su propio estilo y enemigos temáticos. A nivel artístico, no es innovador, pero destaca por su personalidad y claridad visual. La prioridad es que el jugador pueda leer la acción en todo momento, y el juego lo logra con creces.
Los efectos visuales, como explosiones, partículas y destellos, están bien integrados y no saturan la pantalla. En general, el estilo es coherente y funcional, reforzando la identidad humorística del juego.
Apartado sonoro
El título está acompañado por una banda sonora electrónica y rítmica, con cierto tono retro, que acentúa la sensación de urgencia y frenetismo, aportando dinamismo pero sin llegar a distraer.
Los efectos de sonido son nítidos y funcionales: los golpes, los disparos, la aparición de la muerte… todo se distingue con facilidad, ayudándote a reaccionar en tiempo real.
En general, podemos decir que los apartados sonoro y visual están muy bien implementados, complementándose mutuamente para crear una experiencia de juego ágil, rápida y con mucho ritmo.
Conclusión
Death by Scrolling es un roguelike de acción divertido, frenético y con mucha personalidad que no pretende ser muy profundo ni tener una narrativa demasiado trascendente, sino ofrecer una experiencia concentrada y adictiva. Su mecánica principal, basdada en el scroll vertical de la pantalla que nunca se detiene, es una fuente constante de tensión y diversión. Todo ello mezclado con un humor ácido y una apariencia arcade.
El diseño es limpio, los diálogos son inconfundibles y los controles son precisos. Quizás su talón de Aquiles esté en la repetitividad y la limitada variedad de personajes, armas, enemigos y escenarios, pero su propuesta es tan creativa y funciona tan bien que resulta fácil perdonárselo ya que es el típico juego al que aprendes a jugar en un minuto y puede engancharte durante unas cuantas horas, siendo un título ideal para sesiones cortas o para echarte una partidilla rápida cuando no tienes mucho tiempo para jugar.
Death by Scrolling es la muestra de que Terrible Toybox puede salir del terreno de la aventura gráfica y firmar un roguelike sorprendentemente sólido.
Lo mejor
- Ritmo rápido, directo y extremadamente adictivo
- Humor ácido y ambientación original
- Controles impecables y jugabilidad fluida
- Fácil de aprender a jugar y fácil de dominar
Lo peor
- Muy repetitivo a largo plazo a no ser que añadan contenido
- No tiene una historia muy profunda
- Hay armas y pasivas ligeramente desbalanceadas
Nuestra valoración de Death by Scrolling



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