Que un título cumpla 10 años y siga teniendo tan buenas opiniones tiene mucho mérito, y en el caso de Nuclear Throne no es casual. Este sencillo pero adictivo juego con vista cenital nos lleva a un mundo posapocalíptico en donde nuestras habilidades y destrezas lo son todo. ¿Cómo se mantiene el juego 10 años después?

Fecha de salida: 5 de diciembre de 2015
Desarrolladora: Vlambeer
Distribuidora: Vlambeer
Plataformas disponibles: PC, Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S
Textos: Español
Voces: Inglés
Plataforma analizada: Steam
Historia: Un mundo posapocalíptico
No esperes una historia con mucho fondo, aquí es cierto que existe una pequeña trama para darle un sentido a lo que haces, pero tampoco te esperes gran cosa. Tiene una trama básica y un trasfondo implícito que se descubre jugando. Nos encontramos en un mundo postapocalíptico debido a la radiación, en el que la humanidad prácticamente ha sido llevada a la extinción y, en su lugar, la Tierra ha sido poblada por mutantes, criaturas deformadas y seres extraños.
En este panorama, controlamos a una serie de mutantes cuyo principal objetivo es llegar hasta el Nuclear Throne, y te preguntarás… ¿Qué es exactamente eso? Podríamos decir que es una misteriosa entidad ubicada en el centro del yermo. Se cree que quien se siente en él obtendrá un poder absoluto sobre el mundo y la radiación que lo consume.

Jugabilidad: Clásica y adictiva
Al tener una década, lo más normal es que, por ley de vida, el juego se sienta algo tosco o desactualizado respecto a los estándares actuales. Pero nuestra experiencia ha sido diferente: aunque se nota que tiene años, la jugabilidad se siente realmente cómoda y es perfectamente disfrutable hoy en día.
Tu habilidad lo es todo
Nuclear Throne se sostiene casi por completo en su jugabilidad, y ahí es donde encuentra su identidad. Es un juego de acción con vista cenital en el que todo sucede muy rápido. Desde el inicio te obliga a moverte constantemente, apuntar con precisión y reaccionar al instante, porque los enemigos aparecen en gran número y castigan cualquier fallo sin contemplaciones.
Cada partida comienza desde cero y los niveles se generan de manera aleatoria, por lo que la experiencia nunca es exactamente la misma. Mientras avanzas, derrotas enemigos, recoges armas y subes de nivel. Al hacerlo, eliges mutaciones que modifican tu estilo de juego, algunas aumentan el daño, otras mejoran la movilidad o facilitan la supervivencia. Estas decisiones influyen directamente en cómo se desarrolla la partida y te obligan a adaptarte a lo que el juego te ofrece en cada momento.
El sistema de armas refuerza esta necesidad de adaptación. Hay muchas opciones distintas, pero la munición es limitada, así que no puedes depender siempre de la misma. A menudo tienes que improvisar con lo que encuentras, incluso usando armas muy potentes que también pueden volverse peligrosas si no se manejan con cuidado. Personalmente, me he matado muchas veces sin querer por utilizar armas con un radio de alcance mayor estando demasiado cerca al disparar.
La dificultad es elevada y la muerte es permanente al tratarse de un roguelite, cuando caes, todo termina y toca empezar de nuevo. Al principio puede resultar frustrante, pero el juego no se basa en mejoras permanentes, sino en lo que el jugador aprende en cada intento. Con el tiempo, empiezas a reconocer patrones, a moverte mejor y a tomar decisiones más acertadas, haciendo que cada avance se sienta realmente ganado.

Prueba a personalizar todo
No solo influye tu forma de jugar y la suerte que tengas al ir mejorando en cada partida. Saber escoger al mutante que controlas también es importante, ya que cada uno cuenta con una habilidad diferente que te permite jugar de una forma u otra. Además, cada uno tiene estadísticas distintas, como mayor velocidad de movimiento, vida máxima, regeneración, etc. Esto hace que tengas diferentes opciones de estilo, por lo que tendrás que experimentar en cada partida cuando tengas más de un personaje disponible.
Por otro lado, saber jugar con las mutaciones y el tipo de personaje que controlamos es bastante interesante, ya que tiene más profundidad de lo que parece. Al tener cada uno habilidades y estadísticas distintas, las mutaciones que elijas en cada partida pueden potenciar mucho a los personajes. Del mismo modo, el tipo de arma que llevemos puede mejorar aún más sus habilidades.


Apartado técnico
Los controles son precisos y responsivos, y el juego funciona de manera estable. La interfaz es clara y funcional. Sin duda, es una experiencia bastante sólida y cuidada con el paso de los años, lo que hace que no tengas ningún problema que pueda afectar tu experiencia de juego.
Apartado gráfico y artístico
Los gráficos son simples a primera vista, y es que realmente no necesita mucho más. Tiene un cierto estilo retro que despierta nostalgia, pero al mismo tiempo mantiene dinamismo y personalidad propia. Los escenarios son variados y, a medida que avanzas por los niveles, se aprecia su evolución, como ruinas, laboratorios abandonados o diversas zonas infectadas de enemigos, los cuales también tienen diseños variados y niveles de dificultad diferentes. En cuanto a las animaciones, aunque son relativamente simples, están bien implementadas, al igual que los efectos de los disparos y las habilidades de los personajes, los cuales también tienen un diseño muy propio y característico.
Apartado sonoro
Cuando hablamos de la banda sonora, tiene un estilo rítmico y frenético que refleja el caos del juego. La música combina estilos electrónicos y retro, acompañando bien la tensión durante los combates. Por otro lado, los efectos de sonido mantienen un buen nivel y hacen que cada ataque se sienta con sentido. Además, los demás efectos son simples, pero cumplen con su función.
Conclusión
La respuesta a la gran pregunta, ¿Merece la pena un juego de hace 10 años? Depende mucho de lo que busques. Es un título que no innova ni aporta nada que quizás no hayas visto antes. ¿Es esto algo malo? Por supuesto que no. Es un juego que gusta a los amantes del género y que realmente permite disfrutar de una experiencia clásica de los top-down shooter dentro del género roguelike. Sin duda, es un título que disfrutarás si buscas una experiencia rápida y muy rejugable.
Lo mejor
- Cada partida es rápida, llena de acción y requiere reflejos y decisiones constantes.
- Los niveles generados proceduralmente, la variedad de personajes, armas y mutaciones hacen que cada partida se sienta diferente.
- Cada mutante tiene un estilo de juego único, y las combinaciones de mutaciones permiten distintas estrategias y estilos.
Lo peor
- Puede resultar frustrante para jugadores nuevos.
Nuestra valoración de Nuclear Throne








