Heart Machine regresa con Possessor(s), un metroidvania que combina exploración, combate técnico y una ambientación muy particular. El estudio responsable de Hyper Light Drifter vuelve a un formato más cercano a sus raíces, pero esta vez con una historia marcada por una ciudad en cuarentena, criaturas poseídas y una protagonista que debe compartir cuerpo con un demonio para sobrevivir. Con un estilo visual reconocible y un enfoque jugable exigente, el título busca dejar su huella en un género que no deja de crecer y donde cada detalle cuenta.

Fecha de salida: 11 de noviembre de 2025
Desarrolladora: Heart Machine
Distribuidora: Devolver Digital
Plataformas disponibles: PC, PlayStation 5
Textos: Español
Voces: Inglés
Plataforma analizada: PlayStation 5
Historia: una unión obligada en una ciudad rota
La historia de Possessor(s) comienza tras una catástrofe interdimensional que deja la ciudad de Sanzu en ruinas. Demonios y criaturas poseídas ocupan calles, edificios y laboratorios. Luca, la protagonista, sobrevive de milagro, pero queda atrapada bajo los escombros. En ese momento aparece Rhem, un demonio herido que le propone un pacto: compartir cuerpo a cambio de darle movilidad y la posibilidad de seguir adelante.
A partir de ahí, ambos avanzan buscando respuestas sobre lo ocurrido, la implicación de Agradyne y el paradero de los científicos relacionados con la brecha. La relación entre Luca y Rhem es uno de los puntos fuertes del juego. Sus conversaciones en las salas de descanso, donde se detiene la acción, aportan información, tensiones y un humor muy particular. El trabajo de localización al castellano está a un gran nivel, con expresiones únicas de nuestro idioma y diálogos bien escritos. La trama combina supervivencia, investigación y pequeños flashbacks que ayudan a entender mejor tanto a Luca como a su compañero involuntario.



Jugabilidad: un metroidvania simple pero correcto
Possessor(s) apuesta por un enfoque clásico. El juego propone mucha exploración, backtracking y combate técnico. No intenta reinventar nada, pero sí darle personalidad al conjunto. El mapa es amplio, interconectado y con suficientes bifurcaciones como para obligar al jugador a buscar rutas alternativas. El desbloqueo de habilidades es lento, algo que marca el ritmo de las primeras horas, pero una vez se obtienen los movimientos clave, el juego gana fluidez. Algunas zonas parecen diseñadas para volver más adelante, y prácticamente siempre hay algo útil escondido fuera del camino principal.
El viaje rápido a través de estaciones de metro se agradece conforme la ciudad se abre. Las zonas son variadas: oficinas derrumbadas, acuarios, laboratorios sellados, pasillos inundados y estructuras dañadas por la grieta. Aunque el mapa podría ser algo más intuitivo, para muchos puede resultar abrumador disponer de tantos caminos a la vez sin demasiadas indicaciones de por dónde debemos seguir la misión.


Un combate y movimiento ágil pero con tropiezos
El combate combina esquivas, parrys y un catálogo de armas muy original. Cuchillos de cocina, un ratón con cable, una guitarra, un bate o pelotas de béisbol forman parte del arsenal. Cada arma tiene funciones específicas y sinergias con las habilidades pasivas. Los jefes están bien planteados: requieren atención, lectura de patrones y paciencia. El juego permite cambiar de dificultad en cualquier momento, pero incluso así mantiene un nivel de exigencia elevado.
No todo funciona igual de bien. Las plataformas y algunos movimientos pueden resultar menos precisos de lo necesario. En secciones concretas, esto provoca caídas o errores que no dependen del jugador. También los menús y la gestión de mejoras podrían estar mejor explicados: ciertos objetos no dejan claro cuándo se activan o cómo se equipan. La esencia demoníaca sirve como moneda y puede perderse al morir. Se recupera regresando al punto de caída. En las zonas seguras se puede depositar, hablar con Rhem o preparar el siguiente tramo del viaje. Las tiendas permiten añadir ranuras a las armas o mejorar efectos pasivos, lo que impulsa la rejugabilidad de cada área.


Apartado técnico
El rendimiento general es muy bueno en PS5. Possessor(s) funciona a 60 fps estables sin caídas, algo esencial en un metroidvania que te hace moverte constantemente entre zonas. Las transiciones son fluidas, los escenarios 3D de fondo acompañan sin distraer y, en general, todo funciona con una solidez que permite centrarse en jugar sin interrupciones. No se han detectado bugs graves.
Apartado gráfico y artístico
Heart Machine apuesta por un estilo 2D animado sobre escenarios 3D, con mucho peso de neones, estructuras dañadas y una paleta dominada por rojos, morados y tonos azulados. El contraste entre colores y sombras define bien la situación de la ciudad y de sus habitantes.
El diseño de enemigos destaca por su mezcla entre lo cotidiano y lo grotesco. Objetos como archivadores, cafeteras o máquinas expendedoras toman vida y forman parte del peligro. Las animaciones de los personajes están cuidadas y el uso del color está bien integrado en cada zona del mapa.


Apartado sonoro
El sonido refuerza la identidad del juego. La banda sonora alterna jazz electrónico, pistas ambientales y melodías más sencillas en momentos clave. No es música invasiva, sino un acompañamiento que marca el tono de cada zona. Los efectos están bien trabajados: pasos, maquinaria, crujidos y golpes encajan con el tipo de escenarios que recorremos. Los combates tienen fuerza sonora, con melodías bien colocadas. Las voces en inglés funcionan correctamente.

Conclusión
Possessor(s) es un metroidvania completo, con una atmósfera muy marcada y un mundo que invita a explorarlo con calma. Su relación entre Luca y Rhem, el diseño del mapa, la variedad de armas y la claridad de los jefes hacen que tenga elementos realmente potentes.
También es un juego exigente en sus primeras horas, con controles que podrían ser más precisos y menús mejor explicados. Tiene aspectos a mejorar pero aun asi, ofrece una experiencia sólida que mezcla buen diseño, combate técnico y una estética muy reconocible.
Lo mejor
- La relación y dinámica entre Luca y Rhem
- Buena dirección artística con un estilo muy propio
- Combate variado con armas originales
- Banda sonora y ambientación muy cuidadas
Lo peor
- Algunos controles y plataformas carecen de la precisión necesaria
- Gestión de inventario y mejoras poco clara al principio
- Picos de dificultad que pueden resultar bruscos
Nuestra valoración de Possessor(s)







