Samus Aran, la gran heroína de Nintendo, se ha ganado por derecho propio ser uno de los personajes más importantes de la industria del videojuego. Una mujer fuerte, decidida, con gran capacidad resolutiva que le permite llevar a cabo tareas que nadie más puede y con una gran historia detrás. Triste pero a la vez esperanzadora, pues ella es y será siempre el legado viviente de la raza que la convirtió en la guardiana del universo, que la cuidó y protegió como a una de los suyos: los Chozo.
La infancia de Samus Aran
Se sabe que Samus Aran proviene del planeta K-2L, una colonia humana cuyo propósito se desconoce, aunque hay diversas teorías de que podría ser una colonia minera perteneciente a la Federación Galáctica. Aquí Samus vivía con sus padres hasta que un día, a los 3 años de edad, el planeta fue atacado inesperadamente por un grupo de piratas espaciales, los cuales estaban comandados por el temible Ridley.
No se sabe a ciencia cierta el porqué de este ataque, pero probablemente fuera para saquearlo. Algo por lo que ya se conocía a esta organización criminal.
Durante esta invasión, el padre de Samus encaró a los piratas junto al resto de colonos mientras la madre la ocultó en un refugio y fue a buscarle. No obstante, el temible Ridley acabó con los padres de Samus y se sabe que el mismo los devoró delante de la pequeña, causándole un trauma que la acompañaría por el resto de su vida. La colonia cayó y la pequeña Samus quedó huérfana, sola y sin esperanzas… o tal vez sí.
Al poco tiempo de que los invasores se fueran, llegaron los Chozo, una raza de pájaros humanoides inteligentes procedentes del planeta Zebes, los cuales se interesaron por el conflicto, pero cuando registraron el lugar no encontraron más que destrucción. Sin embargo, el Chozo llamado Anciano Ave, encontró a la pequeña Samus en el refugio. Motivado por la compasión al verla tan indefensa, este mismo Chozo la rescató y la llevó a la ciudad de Chozodia, en el planeta Zebes.
Primeros años en Zebes
Al ser un planeta hostil para la vida humana, Samus Aran sería incapaz de vivir mucho tiempo en la superficie, así que tanto el Anciano Ave como el resto de Chozo optaron por dotar a Samus con dos tipos de ADN Chozo. No se sabe a ciencia cierta por qué esta raza tenía tanto interés en la pequeña humana, pero es probable que fuera debido a que la raza Chozo se enfrentaba a la extinción, consecuencia de su longevidad y a una disminución en la fertilidad.
Aquí entonces entra en escena Pico de Cuervo, el líder de la tribu guerrera Mawkin del planeta ZDR, el cual se interesa especialmente por el potencial de Samus. Ya que éste ansiaba por todos los medios establecer un dominio Chozo por toda la galaxia y, de esta manera, asegurar la paz que su pueblo tanto anhelaba en el pasado. No obstante entre su gente era conocido por ser despiadado y por usar métodos poco ortodoxos.
A raíz de esto a Samus se le otorgó el ADN de los Mawkin, el cual provino directamente de Pico de Cuervo y el ADN de la tribu de los Thoha, los cuales prosperaron tiempo ha en el planeta SR388. La sangre de los Mawkin fue la que le otorgó el poder necesario para convertirse en la guerrera que conocemos ahora.
Entrenamiento y el Power Suit
De esta manera a Samus se la instruyó en el arte de la guerra; se le enseñó el propio idioma Chozo y las técnicas de combate mediante un entrenamiento físico duro e intenso. También le enseñaron a mantener la calma y, de esta manera, obtener una concentración sobrehumana que le permitiera sobrellevar los conflictos futuros.
Todo este entrenamiento le valió para romper los límites humanos y, en cuestión de años, Samus se convirtió en una guerrera capaz con una agilidad sobrehumana. Además, se le entregó el Power Suit, la armadura de combate Chozo adaptada para ella y, de esta manera, el traje se convirtió en parte de su ser. Un traje adaptativo que le permitirá en el futuro llevar a cabo las misiones más peligrosas por toda la galaxia.
Durante todo este período se desconoce el papel que tuvieron la IA biomecánica Mother Brain y el Anciano Ave en su entrenamiento. Pero el mismo Chozo en varias ocasiones la instruyó en la historia de su pueblo, llevándola a la cima de la ciudad de Chozodia; en este lugar le enseñó un mural donde se plasmaba el dios de la Guerra Chozo. Aquí Samus talló un dibujo rudimentario de ella misma con el Anciano Ave y otro Chozo desconocido.
Al finalizar su entrenamiento, Samus parte de Zebes en busca de una nueva vida. Una historia comienza, su período en la Federación Galáctica y el inicio de su leyenda.
Vida de Samus en el ejército de la Federación
A una edad de entre 15-17 años, Samus Aran se enroló en el ejército bajo el mando directo del oficial Adam Malkovich. Al comienzo entrenó junto a otros reclutas y participó en misiones junto al resto de soldados. Durante este tiempo Samus forjó un vínculo especial con el comandante Adam, quien la llamaba de manera afectiva »señorita», hasta tal punto que era el único que conocía su trágico pasado. Durante este período Samus entabló también amistad con otros compañeros, principalmente con Anthony Higgs e Ian Malkovich, el hermano menor de Adam.
Tras todo esto, un incidente marcaría la vida de Samus y su relación con Adam. Ya que una nave de pasajeros, la Lusitania, con 300 integrantes a bordo estaba a punto de explotar debido a un fallo en el sistema de propulsión. La tripulación del acorazado VIXVI comandando por Adam decidió intervenir e intentar salvar la nave y rescatar al personal. Ian fue enviado a reparar la unidad de propulsión, pero el daño era tan grave que no podía ser reparado.
Con el tiempo en contra y en un momento crítico. Adam decide separar la unidad de la lanzadera y dejar a Ian a su suerte. Samus, no obstante, creyéndose capaz de salvar al hermano menor de Adam, desobedece las órdenes e intenta salvarle. No obstante, la cápsula ya está desvinculada e Ian fallece, salvando de esta manera muchas vidas. Tras este desencuentro Samus decide abandonar el ejército y ganarse la vida como cazarrecompensas.
Samus, vida como cazarrecompensas
Si bien el ser una cazarrecompensas la llevó a trabajar de manera independiente, la Federación la contrató varias veces, ya que gracias a sus habilidades y al poder de su traje logró labrarse una reputación entre las filas de cazarrecompensas, llegando a convertirse en la mejor de toda la galaxia.
Fue debido a este historial por el cual la Federación la contrató para una misión de suma importancia: los Piratas Espaciales habían asaltado a una nave de investigación, la cual había recogido muestras de un organismo desconocido en SR388 que era capaz de alimentarse de energía vital y era aparentemente indestructible: los llamados metroides, cuyo poder ansiaban los piratas espaciales para acabar con la civilización galáctica.
En una transmisión, a Samus Aran se le informó que la Polícia de la Federación habían descubierto una base de operaciones en el planeta Zebes en donde las muestras metroides fueron llevadas. También le indicaron que las operaciones eran lideradas por la IA biomecánica Mother Brain y que el planeta fue ocupado por los mismos piratas del genocidio de K-2L, pero que ahora se hacían llamar zebesianos.
Aquí es donde Samus conoce que Mother Brain traicionó a los Chozo y que probablemente todos, incluyendo al Anciano Ave, murieron en la posterior invasión pirata.
La misión Zero
Al llegar a Zebes, Samus descubrió que para acceder a la base principal en Tourian debía acabar con los 2 jefes. Su viejo némesis Ridley y Kraid, un reptil espacial de tamaño colosal. Durante la aventura por Zebes Samus obtuvo varios poderes que le permitieron acabar con Kraid en las zonas profundas de la selva de Brinstar y en Norfair con una mosca de enorme tamaño. Finalmente al llegar a la guarida de Ridley, el cual vino tras una llamada de emergencia, logró derrotarlo con todo el poder del traje. Pero éste no murió aquel día.
Cuando Samus accedió a Tourian, vió que los metroides habían escapado y diezmado a las fuerzas zebesianas, se enfrentó a ellos con el poder del rayo de hielo y los misiles avanzando por las instalaciones. Al llegar al centro de mando, Mother Brain seguía protegida por la cápsula que los Chozo le construyeron. Samus no tuvo reparos en destruirla por su traición y de esta forma escapar de la base pirata en una secuencia de autodestrucción.
La emboscada y el nuevo traje
Cuando Samus escapó de la base fue emboscada por los piratas remanentes, destruyendo su nave e impidiendo que saliera del planeta. Al estrellarse, Samus perdió la concentración sobrehumana que necesitaba para activar el traje y se vio obligada a avanzar sin él hasta la nave nodriza de los piratas. Una vez dentro, avanzó por todo el lugar hasta llegar a la ruinas de Chozodia donde se encontró con el santuario del Dios de la Guerra, éste se manifestó al ver a Samus y mediante una prueba que debía superar. Al superarla Samus recuperó su voluntad y se le otorgó el nuevo traje, más poderoso y con todas las mejoras equipadas. De esta forma arrasó con toda la nave nodriza y consiguió escapar en una nave de combate pirata.
Samus en Tallon IV y el Metroid Prime
Después de 3 años, Samus Aran interceptó una llamada de auxilio procedente de la fragata Orpheon, una nave de los piratas espaciales que orbitaba Tallon IV, planeta del mismo sistema que Zebes. Samus se dirigió a la nave, pero solo encontró destrucción y animales autóctonos del planeta, los cuales fueron sometidos a horribles mutaciones por una nueva sustancia radiactiva llamada Phazon. A Samus no le tomó mucho tiempo encontrar el origen de toda la destrucción, y es que un parásito reina, resultado de la experimentación con Phazon, se había apoderado del lugar. Al derrotarla, Samus escapó por los conductos de ventilación y al poco rato se encontró con un viejo conocido, Ridley. Éste había sido modificado cibernéticamente para hacerlo aun más letal, convirtiéndose en Meta Ridley.
Al escapar se dirigió a la superficie de Tallon, persiguiendo a Ridley. No obstante en la huida, el traje había sufrido serios daños y muchas de las habilidades se habían perdido. Al recorrer todo el planeta y recuperar sus habilidades, Samus se dio cuenta a través de los escritos de las ruinas de que un meteoro impactó en el planeta causando lo que ellos llamaron el Gran Veneno (el Phazon), el cual envenenó la tierra y produjo horribles mutaciones a la fauna del planeta. Los Chozo lograron encerrar este veneno en el cráter de impacto mediante un templo que ellos mismos llamaron la Cuna. La mayoría escapó del planeta, salvo unos pocos que sucumbieron al Phazon.
Cuando Samus logró entrar en el cráter, se enfrentó a la criatura que se estaba fortaleciendo con el Phazo: el Metroid Prime. Un metroide mutado por la radiación Phazon y presuntamente siendo el Gusano de los escritos Chozo. Al derrotarlo y en estado agonizante, el Metroid Prime lanzó un tentáculo a Samus y absorbió poder del traje y explotó.
El Sector Alímbico y la Fuente del Poder
Después de los sucesos de Tallon IV, un misterioso mensaje telepático procedente de la galaxia Tetra es interceptado por la Federación. En el rezaba que »la fuente del poder se encuentra en el sector alímbico».
Samus se dirige entonces al sector alímbico en busca de la verdad del origen del mensaje, y de esta forma averiguar si existe y ponerlo a buen recaudo. No obstante el mensaje se envió a otros sectores de la galaxia por lo que pronto tendría compañía no deseada. Para obtener dicho poder, debía reunir 8 artefactos, llamados octolitos y activar un cañón dimensional llamado Cañón Alímbico, el cual permite acceder a la fuente.
Entre todas las batallas para conseguir los octolitos, Samus descubrió que la civilización Alímbica había gozado de un tiempo de paz y prosperidad hasta que, a través de un meteoro, llegó una criatura que bautizaron como Gorea, la cual sembró el caos y destruyó su civilización. Hasta que un grupo de sabios decidieron sacrificarse para encerrarla en una cárcel dimensional que bautizaron como la Mazmorra, a la cual solo se podía acceder con el Cañón Alímbico.
Samus, usando el poder de los octolitos y del arma Omega, posiblemente la fuente del poder, destruye a Gorea y escapa antes de que la Mazmorra colapse. Una vez en la nave los Alímbicos se le aparecen y le dan las gracias por, una vez más, salvar al universo.
El planeta Éter y Éter oscuro
La Federación tenía una nueva misión para Samus Aran, rastrear y encontrar a una patrulla de marines del CMFG, código en clave Bravo, en el planeta Éter. Al llegar al planeta y entrar en su atmósfera, la nave fue azotada por una tormenta dimensional que la dejó muy dañada. Por suerte aterrizó cerca de la localización de los marines, pero algo no andaba bien. Los marines habían sido asesinados y antes de que ella pudiese reaccionar, éstos se levantaron y comenzaron a dispararle sin cuartel.
Tras abrirse paso por los cadáveres reanimados, un ser oscuro con un traje similar al de Samus, se adentró en una especie de portal hacia un lugar desconocido. Samus lo persiguió para ver que se encontraba en un lugar similar pero con otro aspecto, más oscuro y tétrico que el otro lado.
El ser extraño estaba absorbiendo el Phazon que allí se encontraba y atacó a Samus, sólo para luego dejar que extrañas criaturas oscuras de la zona la atacaran. Samus, al darse cuenta de que la atmósfera la dañaba, huyó perdiendo gran parte de los poderes del traje nuevamente.
Siguió el camino por las cavernas, Samus se percató de que había una nave, la FGS Tyr de la cual provenía la señal de socorro. Al acceder a los archivos, la nave estaba persiguiendo a una fragata pirata cuando las tormentas del planeta dañaron la nave y tuvieron que aterrizar. Ya en superficie, la tripulación pereció por el ataque de unas extrañas criaturas y el comandante mandó la señal de socorro.
Recorriendo el planeta
Intentando recuperar sus habilidades perdidas y una forma de escapar, Samus recorre el planeta. Su búsqueda la lleva hasta un templo en donde descansan en tanques criogénicos unos seres, que más tarde conocería como los Luminarios, una raza de insectos humanoides inteligentes y pacíficos.
Su búsqueda por el templo la llevó a encontrar a uno despierto, el centinela U-Mos. Éste explica a Samus que llegaron al planeta guiados por su luz, en donde vivieron en paz mucho tiempo. No obstante a los siglos un meteoro, similar al que cayó en Tallon IV, impactó en el planeta y rompió el frágil equilibrio dimensional separando al planeta en dos realidades, una luminosa y otra oscura. En el Éter Oscuro una raza nació, los Oscuros, que entraron en guerra con los Luminarios por el control de la energía del planeta y casi son derrotados cuando Samus llega.
U-Mos entonces le encarga a Samus Aran que recupere los acumuladores de energía oscura y el módulo de transferencia de energía robado por los Oscuros, para que de esta forma Éter pueda recuperar su luz y destruir por fin Éter Oscuro.
Encuentro con Samus Oscura
Samus de esta forma recorre todo Éter y Éter Oscuro enfrentando a las mutaciones del Phazon, a los Oscuros y a los Piratas Espaciales que hacían incursiones en Éter Oscuro para extraer el Phazon. En varias ocasiones también se enfrentó al ser que poseía un traje similar al suyo, Samus Oscura, sabiendo que ésta es en realidad una forma del Metroid Prime que adquirió al absorber el traje Phazon en Tallon IV.
Samus también logró recuperar gran parte de sus mejoras perdidas y también un nuevo traje, el oscuro, que le permitiría recorrer Éter Oscuro sin dañarse. Al terminar con 3 controladores de energía U-Mos le encomienda que recupere el último, el cual está en el Templo del Cielo y de esta manera eliminar para siempre la dimensión oscura. Para esto, le hace entrega del Traje de Luz, una armadura hecha con la luz de Éter.
Al llegar al templo, ve que para entrar necesitará unas llaves y decide encontrarlas. Al ingresar en el mismo, Samus se enfrenta al orquestador de todo el caos, el Emperador Oscuro. Tras una batalla intensa, Samus huye de la dimensión oscura, pero no sin antes enfrentarse a Samus Oscura, la cual derrota usando su punto débil: la sobredosis de Phazon. En un fútil intento la criatura intenta robarle el traje de luz pero se desvanece antes de ello y Samus escapa.
Una vez en Éter y con la otra dimensión destruida, los Luminarios despiertan y agradecen a Samus su ayuda. Entonces Samus les devuelve el traje de luz y todo el equipo prestado, partiendo así con su nave hacia las estrellas.
La Corrupción y la Gran Invasión
6 meses después de los acontecimientos del planeta Éter, Samus es llamada por la Federación a la NFG Olimpo en órbita con el planeta Norion. Una vez allí, a Samus, junto con otros 3 cazarrecompensas, Rundas, Gandrayda y Ghor, se les ordena recuperar una vacuna para las Unidades Aurora de la Federación, las cuales estaban siendo infectadas con un virus de corrupción Phazon creado por los piratas espaciales.
Al terminar la misión son atacados por piratas y el planeta también es asaltado. Samus y el resto de cazarrecompensas acuden a la llamada de auxilio de la Federación. Pronto abordan las naves piratas y se dirigen a ayudar a las fuerzas de la base militar de Norion, el Sector Zero. Al llegar les informaron de que los piratas habían desactivado los generadores del cañón de defensa planetario y que necesitaban volver a ponerlo en marcha. Samus y el resto lo lograron mientras las fuerzas de la Federación repelían el ataque.
No obstante la situación pasó a estado crítico cuando los radares interceptaron la señal de un leviatán, confundido con un meteoro en Tallon IV y Éter, el cual se dirigía hacia Norion a una velocidad vertiginosa.
Enfrentamiento con Meta Ridley y Samus Oscura
Al llegar al último generador de la base, Samus tuvo que enfrentar al poderoso Meta Ridley. Tras un enfrentamiento brutal, Ridley destruye accidentalmente el suelo y ambos caen por un pozo mientras siguen combatiendo a vida o muerte. Justo cuando Samus lo derrota, aparece Rundas y la rescata de una caída fatal.
Samus activa el último generador de la base y junto al resto de cazarrecompensas corren hasta la sala de control del cañón. Samus Oscura, la cual es ahora líder de los Piratas Espaciales y responsable de la invasión, les ataca y derrota gracias a sus poderes Phazon en una emboscada. No obstante aunque Samus estaba gravemente herida, logró activar el cañón a tiempo y destruir al leviatán con él.
Bryyo, Elysia, Planeta Pirata y el nuevo traje
Tras un mes, Samus despierta y se le informa de que tanto ella como el resto de cazarrecompensas estaban produciendo Phazon sin efectos nocivos. Se le entregó el Traje PDP, equipado con una Pila de Phazon. Con éste en su poder podría entrar en un estado de sobrecarga energética, hiperestado, el cual le permitiría energizar sus armas y traje con Phazon para hacerlas aun más poderosas. Se le informa entonces de que la Unidad Aurora 242 estaba funcionando de nuevo y que sus compañeros cazarrecompensas habían sido enviados a Bryyo, Elysia y al planeta natal de los Piratas Espaciales, en donde unos leviatanes habían impactado.
A Samus se le encarga entonces viajar a esos planetas a buscar a los otros cazarrecompensas, ya que se ha perdido el contacto con ellos y de paso encontrar mejoras que le permitieran enfrentarse a las semillas de Phazon.
Aquí se dio cuenta de que el Phazon no era tan benigno como parecía, ya que si se sobrecargaba mucho tiempo acabaría por corromperla. Por tanto debía evitar a toda costa la corrupción, usando el medidor de energía del visor al entrar en fase sobrecargada como indicador de cuándo debía parar. Al poco tiempo, Samus se enteró de que sus compañeros habían caído bajo la corrupción y ahora trabajaban para Samus Oscura, con lo cual cuando se encontró con ellos tuvo que acabar con su sufrimiento.
Ataque al Planeta Pirata
Cada vez que un cazarrecompensas caía, Samus Oscura lo consumía y parecía absorber sus poderes, pero Samus no pudo hacer nada por evitarlo. Con el poder del Phazon pudo destruir las semillas de Bryyo, Elysia y también desactivar el escudo orbital del Planeta Pirata, lo cual permitió a la Armada lanzar una potente ofensiva. Samus entró a la vanguardia de un grupo de marines de demolición, con la tarea de protegerles mientras éstos destruían la puerta que llevaba a la semilla. Todos los leviatanes estaban destruidos pero Samus cada vez estaba peor, más corrompida y parecida a su némesis oscura.
Phaaze y el origen del Phazon
La Unidad Aurora 217, encontró la localización del planeta Phaaze, la fuente del Phazon y el lugar de nacimiento de Samus Oscura. A través de un agujero de gusano creado por una nave leviatán que orbitaba el planeta pirata, Samus viaja con la Federación a este planeta y mientras éstos combatían en órbita a una flota Pirata, ella descendió hacia la superficie. Tan pronto como pisó suelo absorbió cantidades enormes de Phazon y, de no ser porque entra en hiperestado permanente, casi llega a la corrupción total.
Aquí finalmente enfrentaría a su némesis oscura y acabaría por fin con todo rastro del Phazon en el universo al provocar la autodestrucción del planeta. Asimismo también el rastro de la corrupción sería eliminado completamente de ella. La flota de la Federación escapó tras la batalla, creyendo a Samus perdida. No obstante un mensaje en el puente de mando citaba: »Misión cumplida».
¡Samus estaba viva!
Después de abandonar Phaaze, descansó en Elysia recordando a sus compañeros caídos y, tras esta breve parada, partió hacia las estrellas. No obstante una misteriosa nave la perseguía sin que ella se diera cuenta.
El Sistema Bermuda
Tras los acontecimientos del Phazon a Samus se le encarga la misión de asistir a las tropas de la Federación en los planetas del Sistema Bermuda, un sistema con varias bases de la Federación abandonadas. No obstante, mediante técnicas que se desconocen, los Piratas Espaciales logran controlar a Samus y enfrentarla a las tropas de la Federación, las cuales, tras una intensa batalla, consiguen que la cazarrecompensas vuelva en sí. La superarma de los piratas está lista y preparada para destruir a la Federación, pero entonces las fuerzas de la Federación y una mermada flota consiguen destruirla. Tanto Samus como ellos escapan de una muerte segura.
Misión en SR388
A Samus se le encarga viajar al planeta SR388 tras perder el contacto con un escuadrón especial enviado a este sistema natal de los metroides para comprobar la amenaza que éstos suponían. Las sospechas de la Federación eran fundadas y por tanto se le encomienda a Samus exterminarlos para siempre.
Aterrizó la nave en una llanura de la superficie, lugar donde el nido metroide había sido identificado. Aquí pudo comprobar el grado de peligrosidad de los metroides al adaptarse éstos rápidamente al entorno y evolucionar a formas cada vez más agresivas y peligrosas.
Recorriendo el planeta y la verdad sobre los metroid
Los mecanismos para avanzar por el planeta la instaban a recoger el ADN de los metroides abatidos y con ellos abrir los sellos del lugar. Al mismo tiempo aprendía sobre la civilización Chozo que aquí antaño habitaba, los cuales eran responsables de la creación de los metroides.
Al avanzar por las cavernas e instalaciones abandonadas llega a la guarida de la Reina Metroid, la cual es la engendradora de todos los metroides del planeta. Eliminó a la criatura tras una dura batalla y, creyendo haber destruido por completo la especie, partió; no obstante, encuentra un único huevo metroide, del cual sale una cría metroid que confunde a Samus con su madre. Sintiendo compasión por la criatura decide llevársela, desobedeciendo las órdenes directas e incluso poniéndole un nombre: The Baby o el bebé. Después de todo, Samus es un ser humano con sentimientos ¿No?
No obstante, antes de llegar a la nave son interceptados nuevamente por Ridley, en una nueva forma más letal llamada Proteus Ridley. Le intenta robar a Samus la cría metroide, pero ésta consigue derrotarlo y, junto a ella, escapan del planeta.
Samus en Zebes y la misión final
Sabiendo lo valiosa que era esta última cría metroid, Samus se dirige a la estación espacial Ceres y entrega la cría a los científicos de la Federación, los cuales creían que podría usarse para ayudar a la humanidad.
Confiando en dejar en buenas manos la cría, parte hacia su próximo objetivo. Sin embargo, al poco tiempo recibe una llamada de auxilio de la estación. Ésta está siendo atacada por Piratas Espaciales y debía volver para asegurarse de que la cría metroide estaba bien. Al adentrarse en la misma y ver los cadáveres de los científicos, sus peores temores tomaron forma. Ridley se presentó y robó al metroide, sólo para destruir la estación y con ella a Samus.
En la superficie
Al llegar a la superficie pudo comprobar que los piratas habían reconstruido la base de Zebes y que volvían a las andadas de su plan de clonar a los metroides. Estaba otra vez invadido por los zebesianos y junto a ellos estaba otra facción pirata: los Kihunters. Una especie de piratas insectoides muy peligrosos y agresivos.
Reconstruyeron a Mother Brain y ella estuvo a cargo de la clonación metroide a la cual sometieron a la cría. Resucitaron a Kraid y, junto a éste, aparecieron nuevos enemigos que evitarían que Samus entrara en Tourian: Phantoon, un fantasma de una criatura desconocida que se instaló en la nave abandonada Chozo, y Draygon, un crustáceo gigante cuya guarida estaba en la zona oceánica del planeta, Maridia.
Después de derrotar a todos, incluyendo de una vez por todas a Ridley, Samus accede a Tourian donde tuvo que eliminar a los metroides clonados. Aun así, a mitad de su camino un metroide gigante la atacó y estuvo a punto de matarla.
No obstante, el metroide emitió un sonido de cría y Samus supo que de alguna forma era el bebé que salvó en SR388. La misma criatura se dio cuenta de que era su »madre» y se fue sin matarla.
La lucha contra Mother Brain y el fin de Zebes
Samus luchó contra una nueva versión del cerebro madre, pero sólo para comprobar que éste era aún más poderoso que antes, ya que pronto la redujo con su inmenso poder, dejándola malherida y casi sin fuerzas. Justo cuando iba a darle el golpe de gracia y por un giro del destino, la cría metroide acudió a salvarla, drenando la energía de Mother Brain y transmitiéndosela a Samus, sólo para morir ésta última a manos de la máquina y sin Samus pudiendo hacer nada (éste último acto hará mella en su mente para siempre). Con su nuevo poder, el Hiperrayo, destruye por completo al Cerebro Madre y activa el sistema de autodestrucción del planeta.
Samus parte hacia las estrellas viendo como su hogar de la infancia y de los Chozo, que tanto la amaron y cuidaron, se reduce a polvo en una inmensa explosión.
Los recuerdos de Samus y la misión M
Samus despierta en el área médica de un instalación de la Federación galáctica, donde se le informa que la rescataron al poco tiempo de abandonar Zebes en un estado de profundo trauma por la muerte de la última larva metroide, la cual amaba como si de su propio hijo se tratase.
Aun así, Samus quiso volver a la acción y, tras un entrenamiento, estuvo lista para seguir con la misión.
Pasaron los años y el recuerdo de los Piratas y los metroid se desvaneció por completo, pero surgiría una nueva amenaza de la que Samus debería hacerse cargo. Y es que su nave recibió una llamada de auxilio cuyo origen provenía de la Nave Botella, una estación espacial de investigaciones secretas aparentemente en ruinas.
Una vez aterrizó allí supo que un pelotón, liderado por Adam Malkovich, había acudido también a la llamada de auxilio. Éste se mostró frío con Samus e incluso ordenó a sus hombres que no explicaran a Samus lo que ocurría, quizás en parte por despecho al abandonar ella anteriormente el ejército.
Sólo al ayudarles a derrotar a la Masa brug fue cuando Adam y el resto recuperaron la confianza en Samus. Juntos entonces comenzaron a investigar qué ocurría allí.
El oscuro secreto de la Federación
Según avanzan por la estación descubren que se dedicaba a investigaciones biológicas secretas y que un grupo corrupto de las fuerzas militares de la Federación financió un proyecto para la creación de una unidad especial con ADN Pirata, así como un grupo de armas biológicas de diversos especímenes y una unidad de cyborgs zebesianos.
También crearon un clon de Ridley y éste, al enfrentar a Samus, provoca en ella un shock postraumático cuya repercusión casi le cuesta la vida a Anthony. Más tarde, descubren que dentro de la nave había un proyecto aún peor: un programa Militar de Metroides cuyo fin era crear metroid inmunes al frío a partir del ADN que encontraron en el traje de Samus (por la muerte del Bebé metroid). Éstos estarían controlados por una IA similar a Mother Brain. Entonces Samus se encaminó al Sector 0, que era donde estaban, y de esta forma acabar con ellos para siempre.
Pero Samus desconocía la inmunidad al frío de estos metroid y entonces Adam se apresura a alcanzarla. De esta manera él consigue entrar y programar la autodestrucción, no sin antes desacoplar el módulo de la Nave Botella. Poco después descubren que la lA fue rebautizada como Melissa Bergman, la cual tenía como plan atacar a la Federación con todas las armas biológicas de la estación. Madeline Bergman le explica a Samus la verdad sobre la estación y después acaban con la IA maligna para siempre. Madeline queda custodiada por Anthony y Samus vuelve para recuperar el casco de Adam, profundamente afectada.
El Parásito X y la última esperanza de Samus
El planeta SR388 quedaba libre de metroides gracias a las acciones de Samus y, por tanto, la Federación tenía interés en este planeta. Deciden entonces enviar a Samus para escoltar a un grupo de científicos de Biometrox, una compañía de investigaciones biotecnológicas asociada a la Federación Galáctica.
El objetivo era estudiar el planeta y su ecosistema tras el exterminio de los metroides. El equipo en principio recogería muestras de los animales del planeta y las llevaría a la estación espacial que orbitaba SR388. Cuando llegaron al planeta, se toparon con un hornoad agresivo el cual les atacó, Samus ordena que se queden atrás mientras lo abate con un misil del cañón.
No obstante, el ser en vez de morir se transforma en una entidad gelatinosa que infecta a Samus, sin saber que esto era el temible parásito X.
Prosiguieron con la misión, y una vez estuvo completada volvieron a la estación. Sin embargo la infección ya había llegado al SN central de Samus y ésta perdió el conocimiento. Al perder el control su nave se estrella en un cinturón de asteroides cercano y el mecanismo de expulsión de la nave la evacúa, para ser rescatada inmediatamente por la nave de Biometrox.
La vacuna metroid y el renacer de Samus Aran
Una vez en la nave principal de Biometrox, la llevaron a la sala de operaciones, donde intentaron quitarle el traje, pero como ésta estaba inconsciente y debido a que éste era parte de su ser, muchas de las piezas tuvieron que extraerlas quirúrgicamente alterando su físico. Aun así, el parásito X seguía multiplicándose y la vida de Samus corría peligro.
Por giro del destino y de manera sorprendente, los científicos descubrieron la solución: los metroides. Estos seres eran los antiguos depredadores del X y fueron creados por los Chozo de SR388 para tal fin. En un desesperado intento por salvar la vida de Samus, le inocularon una vacuna con ADN de la última cría de metroid (el Bebé que salvó en SR388) y esperaron que surtiera efecto.
Y, efectivamente, así fue; la vacuna resultó un éxito total y el X desapareció por completo del organismo de Samus, pero no sin antes tener efectos secundarios en ella, convirtiéndola en inmune a los parásitos X y muy vulnerable al frío (los metroid son débiles al frío). Asimismo su traje cambió, alterando su composición de celulas y desarrollando un material fibroso de modo parecido a las colmenas metroides.
Samus Aran había renacido, ahora era el »Guerrero Definitivo». La última metroid.
El SA X y la misión en B.S.L
Tras su milagrosa recuperación, a Samus se le encomendó la tarea de investigar una misteriosa explosión en los Laboratorios Espaciales Biometrox (B.S.L), la estación que orbitaba SR388 y a donde fueron enviadas las muestras del planeta y las piezas infectadas del traje de Samus.
Se le otorga entonces una nueva nave con un OJ computarizado al que ella cariñosa e irónicamente llamaría Adam, en honor a su amigo y mentor ya fallecido.
Una vez en la estación, Samus va a investigar la explosión acaecida para más tarde comprobar con horror que las partes de su traje infectado cobraron vida. El SA-X había nacido. Una réplica casi exacta de ella misma pero con su traje al máximo de capacidad y una misión clara, extender el X por todo el universo, pero no sin antes destruir a su único obstáculo, la mismísima Samus Aran.
Este peligroso enemigo y el X intentaron por todos los medios detener a Samus, pero ella logró sobreponerse y conseguir restaurar el poder de su traje mediante datos que la Federación iría enviando y reabsorbiendo X poderosos por toda la estación.
Debido a todo esto la Federación estaba preocupada, porque secretamente tenían una zona restringida en la estación y Samus estaba peligrosamente cerca de descubrirla. Así que deciden no enviar el rayo de ondas ni de plasma con la esperanza de que no sobreviviera, pero al derrotar al Robot de Seguridad infectado con el X consigue recuperarlo y engañar a la seguridad de la estación.
El laboratorio secreto
Al llegar Samus se lleva una sorpresa, y es que la Federación en secreto estaba clonando metroides con fines militares, incluyendo el Omega, la última etapa evolutiva del metroid. Pero antes de investigar más el SA-X interviene, destruyendo el laboratorio y las cápsulas que contenían a los metroides larva, cuya liberación provocó la muerte del SA-X. Samus escapa y desacopla el módulo de la estación, para éste impactar con el planeta destruyendo a los metroides y al SA-X, o al menos eso pensaba.
La verdad
Samus al volver a la estación y hablar con el OJ, éste estaba disgustado por las acciones de nuestra heroína y es que había recibido órdenes de no dejar a Samus entrar en el laboratorio, pero ella desobedeció toda orden y, por tanto, se había ordenado su confinamiento hasta la llegada de la Federación.
Se le informó también de que la Federación estaba interesada en el SA-X y en el parásito (había más en la nave, ya que éste se reproduce por mitosis), viendo en ellos un increíble potencial bélico. Por tanto, la Federación planeó capturar al SA-X y confinarlo para posteriores estudios. No obstante, Samus, sabiendo lo peligroso que era y que la Federación no tendría oportunidad alguna contra el SA-X, intentó convencer al OJ para activar el sistema de autodestrucción para destruir al parásito y a ella misma si fuese necesario.
La IA tenía órdenes claras: no dejar a Samus escapar, y ella reacciona con furia llamándolo »Adam». Confundido, el ordenador de la nave preguntó a Samus que quién era Adam, a lo que ella le responde que alguien que nunca se rendiría, alguien que confiaría en ella y sabría que era el mejor método para acabar con el X. Sin embargo el OJ le restó importancia, dado que pensaba que incorrectamente Samus creía que de esta forma se destruiría la estación, así que decide comentar que »Adam había dado su vida en vano» y que la mejor forma de destruir al X era estrellando la estación contra el mismo planeta.
A lo que de repente el ordenador adquiere la personalidad de Adam Malkovich y le abre las puertas a Samus, no sin antes decirle »¿Alguna objeción, Señorita?» frase que el mismísimo Adam le decía cada vez que daba las órdenes de una misión. Adam había vuelto.
SR388 destruido y el fin del SA-X
Sin más dilación, Samus se encamina al puente de mando, no sin antes enfrentarse de nuevo al SA-X, esta vez en un combate decisivo por el cual el mismo parásito adquiere una forma horrible de mutación parecida a un hornoad pero con el traje chozo de Samus. Éste es derrotado y Samus se encamina a la bahía de atraque, donde su nave no estaba y todo parecía destruido. Entonces aparece un metroide Omega que la ataca brutalmente, dejándola prácticamente muerta y el SA-X acude para destruirlo, pero también perece y deja a Samus un X flotante. Lo absorbe y recupera el auténtico poder del traje que le permitirá usar el rayo de hielo y destruir por fin al último metroid.
La nave entonces vuelve a la estación y Samus escapa. Dentro la computadora le explica que era común en la Federación transferir las mentes de los grandes líderes a ordenadores y por eso Adam estaba ahí dentro. Samus sabe que tras destruir el laboratorio secreto habrá juicios y preguntas, pero posteriormente se sabe que queda en libertad y bajo contrato de la Federación.
Samus en ZDR y el retorno del X
Tras un tiempo indeterminado de la destrucción de SR388, Samus se entera por una transmisión de vídeo enviada por la Federación que el X de alguna manera ha sobrevivido. Esta comunicación rastreada provenía de un planeta remoto llamado ZDR, así que la Federación decide enviar siete robots conocidos como E.M.M.I cuyo objetivo era investigar el planeta; no obstante su rastro se perdió poco después de su llegada.
Entonces piensan en Samus, ya que ella es la única inmune al parásito X, y la envían bajo contrato a ZDR para investigar si realmente el parásito seguía vivo. Al llegar a las profundidades del planeta, se encuentra cara a cara con Pico de Cuervo, el líder la tribu guerrera Mawkin y entabla un combate contra él, pero cae inconsciente tras éste agarrarla mientras le habla en Chozo. Al despertar se da cuenta de que ha perdido todo su equipo salvo sus habilidades primarias, que se ha regenerado tras su cirugía por la infección del X.
Ahora la prioridad de Samus era otra: volver a la superficie hacia su nave y escapar. Durante la travesía el OJ Adam le informó acerca de la civilización Chozo que vivió en ZDR y otorgando datos sobre los E.M.M.I.
A medida que va explorando el planeta y recuperando sus habilidades para escapar, se encuentra con la región de Ferenia, donde están los restos de la civilización Chozo. Allí, en un mural, ve al Chozo que la atacó, el cual se le muestra ordenando la ejecución de muchos de los suyos. Practica e inmediatamente después aparece un E.M.M.I (controlados por un ente desconocido), la paraliza y casi acaba con ella, de no ser por la intervención de un Chozo llamado Manto Silente, el último superviviente de la tribu Thoha.
La verdad sobre SR388 y ZDR
Manto Silente entonces le cuenta a Samus lo que ocurrió en SR388 con los metroides y en ZDR con la caída de la tribu Mawkin, los cuales perecieron a causa de un guerrero chozo infectado con el X.
Después de contarle toda la historia y Samus prometiéndole que acabaría con todo, Manto Silente es abatido por un disparo de un robosoldado chozo y éste es destruido por Samus. Viendo que ya no podía hacer más por el anciano Thoha, continúa su camino a la superficie.
Samus llega a Elun, lugar donde el X estaba contenido y, tras comprobar la estructura, ésta observa con terror cómo el X es liberado y se esparce por todo el globo. A pesar de todo, prosigue su camino, derrotando a todas las mimetizaciones de la fauna autóctona, recuperando su poder y destruyendo de paso a los E.M.M.I que quedaban. Además algo estaba despertando dentro de ella, un misterioso poder manifestado en su mano izquierda.
Enfrentamiento con Pico de Cuervo
Tras una dura subida, Samus consigue llegar a la fortaleza flotante de Itorash, una nave Mawkin que flotaba en la superficie del planeta. Aquí, en el módulo de comunicaciones, Samus habla con Adam, pero sólo para descubrir que realmente todo este tiempo estaba hablando con Pico de Cuervo. Éste le revela a Samus su verdadera naturaleza y por qué es tan importante lo que lleva dentro.
Pico de Cuervo entonces invita a Samus a rendirse, pero ella se niega rotundamente. Ambos se enfrentan en un duro combate, pero acaba siendo agarrada de nuevo por el cuello, asfixiándola. Entonces le revela que ahora posee los medios para crear un ejército metroide usando su ADN y la estrangula hasta que se queda inconsciente.
Samus entonces despierta con un grito y su traje cambia por completo de apariencia, adquiriendo los poderes de los metroides, comenzando a drenar la energía de Pico de Cuervo y la de la nave misma, haciendo que se estrelle en la superficie del asentamiento de Hanubia.
Aparentemente esto provoca un efecto negativo en el núcleo de ZDR y comienza a colapsar. Con asombro, Samus descubre que Pico de Cuervo sigue vivo, pero esta vez dominado por un X de aspecto morado, transformándolo en una horrible criatura mutante. No obstante, lo destruye usando el poder del Hiperrayo concedido por despertar metroide y escapa hacia su nave.
Al entrar en la nave, Adam le indica que no toque los mandos, pues su poder metroide haría que la nave se quedara sin energía. Con el tiempo en contra y sin saber qué hacer, aparece Manto Silente pero un tanto cambiado, ya que ahora estaba infectado con el X.
El legado de los Chozo
Sin embargo pronto se da cuenta de que a pesar de ello seguía teniendo recuerdos y voluntad, ya que tras una reverencia hacia Samus se transforma en un X que absorbe y la devuelve a su estado normal. Esto es debido a que los Thoha eran los únicos que podían controlar el poder de los metroides y, por ello, en un último sacrificio salvaron a Samus. La última metroide de la galaxia había sobrevivido y con ella el Legado viviente de los Chozo perduraría para siempre.
Samus Aran, la Guerrera Definitiva, parte hacia las estrellas en busca de su nuevo destino.
