Análisis

Warhammer 40.000: Dawn of War regresa en su edición definitiva

Regresa uno de los grandes clásicos de los videojuegos de estrategia en tiempo real. Warhammer 40.000: Dawn of War regresa con una edición renovada de su versión original de 2004. Vuelve a disfrutar de los grandes enfrentamientos entre las emblemáticas facciones del popular juego de mesa Warhammer 40.000.

Fecha de salida: 14 de agosto de 2025
Desarrolladora:
Relic Entertainment
Distribuidora:
Relic Entertainment
Plataformas disponibles:
PC
Textos: Español
Plataforma analizada: PC (Steam)

Historia: 4 campañas y 9 facciones

La Definitive Edition trae el juego base junto con sus cuatro expansiones principales, ofreciéndonos mucho contenido para disfrutar. Primero está la campaña clásica del juego base llamada Dawn of War, centrada en los Marines Espaciales. Luego tenemos la expansión Winter Assault, que nos permite jugar con la Guardia Imperial. Con Dark Crusade entran en escena los Necrones y los Tau, con un sistema de conquista de territorios que cambia la forma de jugar. Por último, Soulstorm incluye a las Hermanas de Batalla y a los Eldar Oscuros, y se puede jugar de manera independiente, así que hay muchas opciones para probar.

En total, en la Definitive Edition podemos jugar con nueve facciones diferentes: Marines Espaciales, Orkos, Eldar, Caos Espacial, Guardia Imperial, Necrones, Tau, Hermanas de Batalla y Eldar Oscuros. Cada facción tiene su estilo y sus propias características, lo que hace que las partidas se sientan distintas cada vez.

Jugabilidad: Todo un clásico modernizado

Si eres veterano de la franquicia y jugaste la versión original, te va a sorprender la cantidad de mejoras que trae esta nueva edición. Mantiene la misma esencia que recordabas, pero todo está mucho más pulido. Ahora se puede jugar en resolución 4K con texturas mucho más detalladas, iluminación mejorada que hace que los reflejos y las sombras se vean espectaculares, y nuevos efectos en las unidades que hacen que todo luzca más vivo.

La interfaz también se ha rediseñado para pantallas panorámicas, el HUD se ve más claro y la cámara ofrece una visión más nítida del campo de batalla, lo que hace que controlar todo sea mucho más cómodo. Y por si fuera poco, el sistema de pathfinding ha recibido mejoras importantes, así que la IA responde mejor a las órdenes de movimiento y se comporta de manera más natural durante las partidas.

Una experiencia que se moldea a tu gusto

Siempre se agradece cuando las empresas facilitan las cosas a los jugadores y les permiten modificar o crear contenido dentro de su propio juego. Este tipo de opciones hace que la experiencia se mantenga fresca y que los jugadores sigan enganchados por más tiempo. Con esta versión definitiva también podremos instalar mods de la comunidad, lo que nos permite cambiar la experiencia base del juego y probar cosas nuevas. Eso sí, los desarrolladores han aclarado que su intención era que los mods antiguos funcionen en la Definitive Edition, aunque no pueden garantizar que rindan al 100 % ni que estén libres de errores.

Aparte de los mods, sigue estando el modo de pintaejércitos, que aunque sea sencillo, siempre resulta divertido. Poder personalizar nuestras facciones, cambiando colores o estandartes, hace que cada ejército se sienta más propio y le da un toque más personal a las partidas, permitiéndonos ponerle un detalle a nuestro gusto.

Modo escaramuza

Uno de los modos clásicos del juego es el de escaramuza, donde podemos crear partidas totalmente personalizadas con distintas opciones para poder enfrentarnos a las distintas facciones. Contamos con nada menos que 116 mapas diferentes, cada uno con características propias, lo que nos da una gran variedad de terrenos en cuanto a tamaño y ambientación. Esto nos permite jugar con cualquiera de las 9 facciones disponibles y probar distintas estrategias. Además, sigue siendo un modo rápido y muy entretenido, ideal no solo para pasar el rato, sino también para conocer mejor cada facción, experimentar con sus unidades, construir sus instalaciones y descubrir las fortalezas y debilidades de cada una sin la presión de alguna de las campañas principales.

Hora del despliegue

Al iniciar una partida, siempre comenzaremos con nuestra base, que cambia de nombre según la facción que elijamos. Por ejemplo, los Marines Espaciales la llaman cuartel general, mientras que la Guardia Imperial la denomina mando de campo. Desde aquí gestionaremos principalmente dos recursos. El primero son los recursos de requisa, que se usan mucho porque la mayoría de unidades y edificios los necesitan. El segundo es la energía, que aunque sea un recurso secundario, también resulta muy importante, ya que se utiliza en vehículos, armas pesadas, ciertas unidades y edificios avanzados.

Los recursos de requisa se consiguen capturando puntos estratégicos que están repartidos por el mapa, mientras que la energía se obtiene construyendo generadores en nuestra base. Además, al principio tendremos un límite de capacidad para vehículos y tropas, pero podemos ampliarlo a medida que vayamos desarrollando nuestra base. Esto nos permite desplegar más unidades y contar con un ejército más grande a medida que avanzamos en la partida.

Construcción y reclutamiento

Dependiendo de la facción, estas unidades reciben distintos nombres, aunque en general se las conoce como unidades de construcción. Como su nombre indica, su función principal es levantar edificios. Al principio las opciones son bastante limitadas, pero conforme vayamos ampliando y mejorando la base se desbloquearán nuevas estructuras que nos darán acceso a más mejoras, mayor capacidad de tropas y, por supuesto, a nuevas unidades, tanto de infantería como mecanizadas, estas estructuras también se pueden mejorar mediante investigaciones. Para reclutarlas siempre será necesario contar con los recursos adecuados, la construcción correspondiente y espacio libre dentro de la capacidad de tropas.

En cuanto a las unidades, la variedad es enorme. Según la facción que escojas, cambiarán por completo su apariencia, sus habilidades y hasta su estilo de combate. Esto hace que cada enfrentamiento sea muy diferente y que cada facción se sienta única en el campo de batalla. Además, las unidades también se pueden mejorar con las investigaciones y los edificios que vayamos desbloqueando. Podemos añadir agentes especiales propios de cada ejército, equipar armas nuevas o aplicar distintas mejoras que refuerzan a cada pelotón y lo hacen más poderoso.

Sistema de combate

A diferencia de otros RTS más clásicos que se centran en formaciones con grandes unidades de tropas, aquí el combate en tiempo real está mucho más orientado a la gestión de escuadras con el apoyo de unidades mecanizadas. Cada escuadra, como comentamos antes, se puede personalizar con armas especiales o líderes, además de las mejoras que vayamos desbloqueando en nuestras investigaciones. Esto hace que no sea solo cuestión de tener más soldados, sino de sacar el máximo partido a cada unidad.

El juego también mantiene el sistema de moral que cambia mucho la forma de jugar. Si una escuadra se ve superada, pierde eficacia en combate y lo más recomendable es retirarla o reforzarla con más tropas para que no quede inutilizada. A esto se suma la importancia del terreno, en zonas estrechas es más fácil bloquear al enemigo o evitar que nos rodeen, mientras que con nuestras unidades mecanizadas podemos cortar su avance de manera más efectiva. Al final, todo se basa en usar bien lo que tienes y saber aprovechar cada situación.

Además de las tropas normales, también entran en juego los comandantes y héroes. Estas unidades no solo son mucho más resistentes y poderosas en combate, sino que también aportan ventajas a los pelotones. Y por si fuera poco, muchas unidades cuentan con habilidades activas, como lanzar granadas, hacer saltos para reposicionarse o ejecutar ataques especiales. Bien usados, estos recursos pueden darle la vuelta a una batalla que parecía perdida.

Apartado técnico

El juego funciona muy bien en general, durante nuestras partidas no hemos encontrado fallos que arruinen la experiencia. Sí es cierto que los tiempos de carga pueden llegar a sentirse algo largos, pero más allá de ese detalle, todo fluye sin problemas.

Apartado gráfico y artístico

El juego utiliza gráficos en 3D con perspectiva isométrica y, gracias al trabajo de remasterización, ahora se ve mucho más detallado. Los modelados de las unidades y estructuras lucen mucho más nítidos, permitiendo apreciar mejor los rasgos característicos de cada facción, que recuerdan bastante a las figuras de los juegos de mesa. Las animaciones y los efectos ambientales también han dado un salto de calidad, lo que hace que las batallas resulten más espectaculares y dinámicas.

Los escenarios también se benefician de este lavado de cara, mostrando una mayor variedad de texturas y un mejor contraste en sus elementos. Todo esto consigue que la ambientación tenga mucha más fuerza, haciendo que cada partida sea más atractiva visualmente y que recorrer los mapas se sienta más inmersivo.

Apartado sonoro

Entrando en el apartado sonoro, lo primero que podemos decir es que se mantiene la composición original, aunque ahora con una remasterización que le da más nitidez y matices. Esto se nota mucho en los efectos, ya que cada disparo, explosión o choque entre unidades suena más realista y ayuda a sentir que estamos en medio de una auténtica guerra.

La música también mantiene su esencia: épica, oscura y con ese toque fantástico que encaja no solo con la ambientación del juego, sino con la franquicia Warhammer en general. Ayuda a crear tensión en cada enfrentamiento y refuerza la sensación de estar en un conflicto a gran escala. Por otro lado, el doblaje sigue a un gran nivel, destacando especialmente el inglés, donde cada facción transmite su carácter propio, ya sea con tono, fuerza o agresividad.

Conclusión

Si disfrutaste en su día del juego original, esta versión es totalmente recomendable. No solo conserva la esencia que nos encantó, sino que la adapta a los estándares actuales, haciendo que la experiencia sea mucho más pulida y agradable. Y si eres nuevo en la franquicia y buscas un punto de entrada a su universo, esta edición es perfecta. Te permite disfrutar de un RTS clásico con todas sus mecánicas, accesible pero con suficiente profundidad para enganchar desde el primer momento.

Lo mejor

  • La música y los efectos de sonido están mejorados y fieles al universo Warhammer
  • La Definitive Edition mantiene toda la esencia del juego original
  • Los gráficos y efectos visuales están mucho más detallados
  • La interfaz y la compatibilidad con PCs modernos hacen que jugar sea más cómodo

Lo peor

  • Se echa en falta algo de contenido nuevo en esta edición

Nuestra valoración de Warhammer 40000: Dawn of War – Definitive Edition

Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por Not a Shark.

Rulernakano

About Author

Amante de los juegos de Rol en general, crecí con un mando en la mano y desde entonces nunca lo he soltado.

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