Análisis

Grit and Valor – 1949: La IIGM en una versión dieselpunk

Grit and Valor – 1949 es una experiencia roguelite de estrategia ambientada en una versión dieselpunk de la Segunda Guerra Mundial. En ella dirigirás tu propio escuadrón de mecas de élite con el objetivo de enfrentarte al Eje del Mal y liberar a Europa de sus garras.

Fecha de salida: 21 de agosto de 2025
Desarrolladora:
Milky Tea Limited
Distribuidora:
Megabit Publishing
Plataformas disponibles:
PC, Nintendo Switch, PlayStation 5
Textos: Español
Voces:
Plataforma analizada: Nintendo Switch

Historia: La IIGM en dieselpunk

Los conflictos bélicos siempre han sido un recurso muy utilizado en los videojuegos, sirviendo como base para reinterpretar distintos periodos históricos. En este caso, el juego toma como referencia la Segunda Guerra Mundial, uno de los conflictos más significativos del siglo XX que involucró a la mayoría de las naciones del mundo, divididas en dos grandes alianzas militares, los aliados y las potencias del Eje. Sin embargo, en el juego se recrea en una Europa devastada con una ambientación dieselpunk.

Cada vez son menos los que quedan para luchar, y quienes se atreven a hacerlo van cayendo poco a poco frente a las tropas del Eje. Entre los supervivientes surge nuestro protagonista, un comandante al mando de un escuadrón de mechas de élite que forma parte de la resistencia contra el Eje del Mal. La misión es arriesgada y decisiva: para liberar a Europa de sus garras será necesario infiltrarse en territorio enemigo y detonar un pulso electromagnético en su cuartel general, la imponente Torre Mecánica. La explosión detendrá la producción de mechas enemigos y desmantelará sus comunicaciones, cambiando para siempre el rumbo de la guerra.

Jugabilidad: Un exigente roguelite de estrategia

Toda preparación es poca y la misión que tenemos no es para nada sencilla. Para liberar las regiones que permanecen bajo el yugo del Eje habrá que luchar cada palmo de terreno y conquistarlas una a una. Nuestro punto de apoyo será nuestra base de operaciones, el último bastión de la resistencia. Desde allí podremos gestionar y personalizar a nuestros mechas y pilotos, mejorando su equipamiento, desarrollando sus habilidades e iniciando nuevas misiones.

Con cada avance en la campaña, la base también crecerá mejorando sus instalaciones y desbloqueando nuevas funciones. Los recursos obtenidos en el campo de batalla permitirán reforzar sus instalaciones, desbloquear dichas mejoras y facilitar poco a poco los combates que nos esperan.

Iniciando la misión

Antes de comenzar el despliegue tendremos que seleccionar a nuestro escuadrón. Cada mecha pertenece a una clase concreta y, en función de ello, inflige más o menos daño a ciertas categorías de enemigos, al mismo tiempo que presenta debilidades frente a otras. Existen tres clases principales: balística, incendiaria y explosiva. La balística resulta efectiva contra la incendiaria, la incendiaria tiene ventaja sobre la explosiva y la explosiva es más fuerte frente a la balística.

Una vez escogidos los mechas que formarán el escuadrón, pasaremos a seleccionar a sus pilotos. Cada uno dispone de una habilidad única, por lo que conviene elegir al conductor en función de la estrategia que queramos aplicar. Tanto mechas como pilotos cuentan con atributos diferentes que se complementan y ofrecen múltiples combinaciones posibles.

El toque roguelite en las misiones

No hay dos partidas iguales, y eso se debe a los elementos roguelite que incorpora el juego. Las zonas que debemos liberar se generan de forma procedural cada vez que volvemos a intentarlo tras fallar en una misión. El objetivo es completar cada región derrotando al general enemigo. Para lograrlo, tendremos que avanzar a través de zonas encadenadas, superándolas una a una.

Cada ruta ofrece opciones diferentes: algunas presentan combates avanzados con recompensas mayores, otras ofrecen enfrentamientos más estándar en los que incluso se indica qué tipo de enemigo predomina, lo que nos permite preparar mejor a nuestro equipo. También existen zonas desconocidas en las que tendremos que arriesgarnos si queremos descubrir qué esconden.

Sistema de combate

Toda la acción de las batallas ocurre en tiempo real, por lo que tendremos que mover nuestras tropas, colocarlas en buen posición y aprovechar el terreno a nuestro favor. Contamos siempre con un vehículo de mando para desplazarnos por el mapa y si el enemigo lo destruye, la partida termina. Para protegerlo, nuestro escuadrón de mechas se encargará de mantenernos con vida frente a las oleadas enemigas.

Hay que tener en cuenta las fortalezas y debilidades de cada unidad para decidir qué mechas desplegar. También es importante posicionarse según los distintos flancos por donde llegan las oleadas y usar las coberturas y las zonas elevadas, que aumentan el daño que hacemos.

Durante las oleadas, un helicóptero de la resistencia lanzará cajas de suministro que podremos recoger para mejorar temporalmente a nuestras unidades en combate. Al final de la misión, además de conseguir materiales, obtendremos una mejora permanente que se mantiene aunque la partida termine en fracaso. Por último, en algunas zonas también encontraremos objetivos opcionales. Cumplirlos nos dará recursos extra que pueden ser muy útiles para las siguientes batallas.

En el juego contamos principalmente con dos tipos de recursos. El primero son las monedas negras, que se utilizan principalmente para comprar objetos en el puesto avanzado de aprovisionamiento, situado casi al final del nivel antes de enfrentarnos al general enemigo, para curar mechas caídos en combate o reiniciar recompensas. Por otro lado, tenemos la chatarra, que sirve para adquirir módulos de actualización y mejorar la base de la resistencia.

Apartado técnico

Los controles son realmente sencillos y se han adaptado bien a consola. Durante nuestra partida no encontramos ningún bug ni ningún problema que nos impidiera jugar. Lo que sí notamos es que la calidad de las cinemáticas es bastante baja, al igual que en algunas ilustraciones de los personajes, que parecen poco detallados, al menos en la versión de Nintendo Switch.

Apartado gráfico y artístico

Entrando en el apartado gráfico, el juego ofrece una buena ambientación con elementos dieselpunk. Tanto los mechas como las unidades y los vehículos están inspirados en la maquinaria de la Segunda Guerra Mundial, pero con toques más exagerados y ese toque mecánico que resulta típico de la estética dieselpunk. Los escenarios, aunque pequeños, están de igualforma muy bien diseñados, con esa Europa devastada bien representada mediante edificios en ruinas, vías de tren y colinas que aportan variedad a las diferentes zonas que visitamos.

Por otro lado, las animaciones y los efectos son fluidos y están bastante bien integrados, logrando un buen impacto visual sin que el conjunto se vea sobrecargado al tener varios elementos en pantalla. El juego también utiliza diferentes colores para señalar las oleadas, los objetivos y otros elementos del mapa. Esta opción incluso es personalizable, ya que permite asignar distintos colores dentro de la gama que ofrece el juego, lo que facilita diferenciar rápidamente cada elemento durante las partidas.

Apartado sonoro

Marek Smagała ha sido el encargado de la banda sonora del juego, que cuenta con 14 pistas diferentes, y su trabajo no podría haber sido mejor. La música acompaña de manera perfecta la ambientación y la jugabilidad, sin desentonar en ningún momento ni volverse monótona tras largas sesiones de juego. Para lograrlo, Smagała combinó orquesta clásica, sintetizadores y percusión mecánica, creando una banda sonora dinámica que se integra completamente con la experiencia del juego.

Conclusión

Grit and Valor – 1949 es un juego que, aunque no reinventa el género, ofrece una experiencia distinta y entretenida gracias a su estructura tipo roguelite, con una jugabilidad accesible que conserva un nivel de desafío interesante. Aunque la progresión puede resultar algo repetitiva en ocasiones, es un título que merece la pena probar y del que seguro disfrutarás durante varias sesiones de juego.

Lo mejor

  • Ambientación dieselpunk en una Europa alternativa devastada
  • Gracias a su estructura tipo roguelite incentiva la rejugabilidad
  • La banda sonora compuesta por Marek Smagała
  • Sistema de combate exigente y divertido

Lo peor

  • Aunque la ambientación es interesante, la historia en sí no es muy profunda
  • En Switch, las cinemáticas y alguna silustraciones presentan una baja resolución
  • El juego puede volverse repetitivo para algunos jugadores tras varias horas

Nuestra valoración de Grit and Valor – 1949

Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por Dead Good PR.

Rulernakano

About Author

Amante de los juegos de Rol en general, crecí con un mando en la mano y desde entonces nunca lo he soltado.

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