Baby Steps es, literalmente, un walking simulator en el que nuestro único objetivo es caminar, una y otra vez, mientras vivimos situaciones tan surrealistas como delirantes. Acompañamos a Nate, un nini que no hace nada con su vida hasta que, de repente, descubre un poder completamente nuevo para él: poner un pie delante del otro.

Fecha de salida: 23 de septiembre de 2025
Desarrolladora: Gabe Cuzzillo, Maxi Boch, Bennett Foddy
Distribuidora: Devolver Digital
Plataformas disponibles: PC, PlayStation 5
Textos: Español
Voces: Inglés
Plataforma analizada: PC (Steam)
Historia: Andar nunca fue tan difícil
¿Una historia épica? ¿El inicio de una gran leyenda heroica? Pues no. Aquí somos un nini cuyo mayor esfuerzo físico es coger el mando para ver la tele. Nate, nuestro protagonista, no ha trabajado un solo día en su vida, y de repente se ve teletransportado a un mundo completamente desconocido y, por momentos, delirante. ¿Nuestra misión? Caminar, caminar y seguir caminando. Aunque pueda parecer fácil, para Nate es todo un reto, ya que ni siquiera recuerda cómo dar dos pasos seguidos sin tropezar.
Jugabilidad: Pura física absurda
Izquierda, derecha, izquierda, derecha… parece fácil, ¿verdad? Pues no lo es. El juego no tiene controles complejos, pero dominarlo es otro asunto. Solo usamos dos botones para mover los pasos de Nate y podemos cambiar el encuadre cuando lo necesitemos; sin embargo, el verdadero reto está en mantener el equilibrio y superar los distintos obstáculos del terreno. Prepárate para caer una y otra vez, sobre todo cuando empieces a subir pendientes o atravesar zonas con poco espacio para maniobrar.
Es imprescindible y ya te lo avisamos: debes jugar con mando. Con el joystick izquierdo, te inclinas hacia la dirección que marques con él si no tienes ningún pie levantado. Con L2 y R2 levantamos los pies, y en este caso el joystick que mencionábamos controlará la dirección y avance de los mismos. Por otro lado, con L1 ajustaremos la posición de la cámara en relación al personaje.
Humor absurdo y delirante
Como te comentamos, hay escenarios de todo tipo y cada uno ofrece lugares muy curiosos que invitan a explorarlos con calma para disfrutar de escenas realmente divertidas y situaciones que no te esperarías. El esfuerzo y la dedicación tienen su recompensa en este tipo de momentos, y aunque el juego no sea especialmente largo, ofrece suficiente contenido como para mantenerte entretenido y hacer que cada minuto de la experiencia valga la pena.
No todo será caminar, también nos encontraremos con ríos y grandes charcos de agua que tendremos que cruzar para avanzar a otras zonas. Aquí nuestro increíble Nate se transforma en algo así como un Magikarp, chapoteando en el agua y nadando a una velocidad sorprendentemente divertida. Cada acción parece diseñada para sacarte una risa.
Por último, seguramente te estés preguntando si es posible morir, porque claro, nuestro amigo Nate no es precisamente el más hábil del lugar. La respuesta es no, no hay muertes sin importar cuántas veces te caigas o desde qué altura lo hagas. Puedes estar tranquilo, lo peor que puede pasarte es tener que volver a subir todo el camino recorrido hasta ese punto. No es lo más alentador, lo sé, pero al menos no tendrás que ver un temido game over, y eso ya es un consuelo.


Un poquito de censura
Es uno de esos juegos que no busca ser moralmente correcto, y precisamente ahí radica su encanto. Su gran protagonista es el humor, que no se corta ni un pelo a la hora de mostrarse absurdo, sarcástico y, en ocasiones, un poco subido de tono. Aun así, el juego es consciente de que no todo el mundo disfruta con ese tipo de contenido, por lo que ofrece la opción de censurar ciertas partes para que cualquier jugador pueda disfrutar de la experiencia sin tener que lidiar con elementos que puedan resultarle incómodos, como los cuerpos desnudos.


Apartado técnico
En general, el juego está muy bien optimizado. Los controles responden de forma precisa, algo fundamental teniendo en cuenta que las físicas son nuestro principal enemigo y cualquier fallo podría arruinar la experiencia. Por suerte, todo funciona con fluidez, sin caídas de rendimiento ni bajones de fps. Tampoco hemos encontrado bugs que afecten al desarrollo o que entorpezcan la diversión, lo cual es un gran punto a favor en un título donde cada paso cuenta, literalmente.
Apartado gráfico y artístico
¿Gráficos espectaculares? ¿Para qué? Baby Steps no los necesita. El juego sabe perfectamente lo que es y apuesta por un diseño visual que encaja de lleno con su tono absurdo y surrealista. Las animaciones de Nate son tan torpes como fluidas, una contradicción deliciosa que refleja a la perfección su naturaleza descoordinada. En cambio, las cinemáticas y gesticulaciones se sienten algo más rígidas, pero de forma totalmente intencionada, reforzando el humor del juego y su estética peculiar.
El mundo abierto que recorremos no destaca por su nivel de detalle, pero sí por su personalidad. Hay montañas, riscos, zonas boscosas y estructuras extrañas que invitan a explorar y a tropezar (literalmente) con nuevos escenarios. En conjunto, su apartado gráfico cumple sobradamente y potencia el encanto de esta delirante experiencia.

Apartado sonoro
En cuanto al apartado sonoro, Baby Steps apuesta por la naturalidad y el detalle más que por lo musical. No encontrarás una banda sonora épica ni melodías que acompañen los pasos de Nate, porque precisamente sus pasos son la verdadera música del juego. Cada sonido, como el roce de la hierba, el chapoteo del agua, los golpes, las caídas o los resoplidos del propio protagonista, está perfectamente implementado y contribuye a la sensación de estar realmente allí, compartiendo el torpe viaje de Nate.
Con 420 ritmos y efectos de sonido diferentes, el título logra construir una atmósfera única basada en la inmersión auditiva. A esto se suma un doblaje en inglés que, aunque no destaca por su calidad técnica, encaja con el tono absurdo y despreocupado del juego, aportando ese toque cómico que lo hace tan especial.
Conclusión
Sabemos que no es un juego para todos y que no se acerca a experiencias como Death Stranding, pero aun así logra divertir. La torpeza al caminar, las situaciones delirantes y el humor absurdo hacen que la experiencia sea completamente desenfrenada. Este tipo de juegos no abundan, así que resulta agradable como una pequeña escapada antes de pasar a tu próxima gran entrega.
Lo mejor
- La jugabilidad es tremendamente divertida
- Diálogos y situaciones cómicas que enriquecen la experiencia
Lo peor
- El juego carece de misiones o algún contenido secundario que te invite a seguir
Nuestra valoración de Baby Steps
