Killing Floor 3 promete ser la entrega más ambiciosa de la saga, con motor nuevo, más tipos de Zeds y una jugabilidad más profunda. Pero la pregunta que siempre está en el aire es clara: ¿realmente da el salto que esperábamos o se queda en una versión un poco más pulida del mismo juego? Aquí te cuento lo bueno, lo malo… y lo que puede que no esperases.

Fecha de salida: 24 de julio de 2025
Desarrolladora: Tripwire Interactive
Distribuidora: Tripwire Interactive, Plaion
Plataformas disponibles: PC, PlayStation 5, Xbox Series X|S
Textos: Español
Voces: Español
Plataforma analizada: PlayStation 5
Historia: Don’t open. Zed inside
Corre el año 2091 en este alocado shooter de acción sangrienta con pinceladas de terror. Han pasado nada menos que 70 años desde los acontecimientos narrados en la segunda entrega y nos toca luchar a favor de la humanidad como miembro de los Nightfall, una organización de rebeldes que tendrán que combatir a unos seres mutantes, obra de Horzine, una peligrosa megacorporación que los utiliza como carne de cañón.
Como en anteriores entregas, la narrativa no es el eje central. No hay una campaña argumental al uso: aquí estamos para sobrevivir a oleadas de enemigos con un trasfondo postapocalíptico y corporaciones siniestras. Lo importante es el contexto suficiente para justificar la acción y los tipos de enemigos, no una historia profunda que seguir.
Jugabilidad: ¡Son demasiados!
En Killing Floor 3 puedes jugar contigo mismo o armar escuadrón de hasta seis, y desde que entras te das cuenta de que el juego está diseñado para hacerlo con amigos. El sistema de crossplay permite juntar gente sin complicaciones, y de esas partidas salen momentos inolvidables: el colega se queda sin balas, te pasa dinero, te regala un arma… y lo más importante es que la acción no para ni un segundo.
El ritmo es simple y brutal: sobrevives a una oleada, limpias todo, vas a la cápsula para comprar, mejorar o reabastecerte y vuelta a empezar. Cada ronda sube un poco la dificultad, y siempre tienes esa sensación de que el caos está a punto de explotar.

Zed Time, variedad letal y gadgets tácticos
La barra de Zed Time probablemente sea de lo más épico del juego: encadenas bajas y de repente todo entra en cámara lenta… excepto tú, que vas más rápido, con una mejor precisión, a barrerte medio mapa en segundos. Ese momento de acción cinematográfica puramente cooperativa está fenomenalmente implementado.
Pero hablemos de los enemigos: unos corren que se matan o explotan a la distancia, mientras que otros pasarán de largo aunque les hayas volado medio cuerpo. La variedad de enemigos te obliga a pensar en cada momento y oleada que quizá debas jugar teniendo en cuenta ciertos factores, que se trata de algo más que disparar sin mirar.
Y si eres de los que disfrutan con una buena limpieza de enemigos en el campo de batalla, debes saber que también se han añadido gadgets como drones que registran distintas zonas, torretas, trampas o tirolinas. No es que haga de Killing Floor 3 un juego táctico, pero sí añade una capa extra de estrategia sin ralentizar el ritmo ni complicar la comprensión o ejecución de las mecánicas.

Movilidad, armas y combate: sentido y ritmo
A nivel de movilidad, el juego ha ganado mucha frescura: puedes deslizarte, trepar salientes, saltar obstáculos… todo sin lucir tu irresistible torpeza como en entregas anteriores. Es sutil, pero le da otro aire al combate y facilita el diseño vertical de los mapas.
Las armas son contundentes y están bien personalizadas, pero ojo: muchas se sienten similares. Da igual si disparas una escopeta o un rifle, la sensación es parecida. Eso sí, el disparo fluye y todas responden con contundencia… aunque algunos fans de la saga comentan que la sensación de “peso” en el arma era mayor antes, y aquí es algo más ligera, pero más rápida.
También puedes mejorar el chaleco antibalas en mitad de la partida, cambiar el arma secundaria o llevar dos principales. Nada revolucionario, pero sí pequeños detalles que resultan decisivos cuando el equipo está al límite.

Roles dinámicos y cada partida con cara distinta
Ahora todo gira en torno a especialistas: médicos, ingenieros, ninjas… cada uno con habilidades únicas. No estás obligado a jugar siempre con el mismo rol, puedes adaptarte sobre la marcha según lo que el equipo necesite… o el cuerpo te pida. Eso, junto al diseño de herramientas y el tipo de mapa, hace que cada partida se sienta diferente aunque el objetivo sea siempre sobrevivir.
La progresión es ágil al principio, pero llega ese punto donde toca ahondar en el farmeo o usar el pase de batalla para acelerar el progreso. No, no suena demasiado bien, pero está integrado de forma bastante orgánica y no se siente intrusivo si no lo necesitas usar.

Apartado técnico
Killing Floor 3 mantiene una buena tasa de fotogramas en PlayStation 5 Pro. Sin apenas errores y rendimiento sólido la mayor parte del tiempo, hay que admitir que he sentido algún tirón puntual, aunque desconocemos si el culpable es el servidor o bien la carga gráfica.
Apartado gráfico y artístico
Visualmente, el salto no es tan revolucionario como se esperaría de una entrega con nuevo motor gráfico. Hay una mejora en la iluminación, las animaciones de los Zeds y los escenarios, pero no estamos ante un referente gráfico. El diseño artístico mantiene su identidad gore y grotesca, aunque se echa en falta más personalidad e incluso innovación en el plano visual. En cualquier caso, cuenta con unos gráficos semi realistas muy resultones, con escenarios que no pasan desapercibidos y ambientan correctamente toda la acción y el frenesí que desencadenaremos en cada nueva partida.

Apartado sonoro
La música pega fuerte, te mete de lleno en la acción y tiene un rollo que me recordó muchísimo a Doom: guitarras, baterías, esa sensación de adrenalina pura que te empuja a no parar de disparar. Cada ronda se siente más intensa gracias a esa banda sonora. Sencillamente magistral.
Los efectos de sonido también se llevan nuestras alabanzas: cada disparo, cada explosión, cada chillido de los Zeds te da esa sensación de caos controlado. Sientes que todo está pasando a tu alrededor y eso es exactamente lo que quieres en un juego así.
Y ojo con el doblaje, porque aquí me llevé una sorpresa. Tenemos doblaje al español, y está muy bien hecho. No son las actuaciones más espectaculares que vas a escuchar en un videojuego, pero cumplen con creces y ayudan a meterte en el ambiente. Para ser un juego que no vive precisamente de su historia, se agradece que el trabajo de voces esté tan cuidado.
Conclusión
Killing Floor 3 no pretende reinventar el género ni revolucionar su propia fórmula. En cambio, se afianza como un shooter cooperativo directo, contundente y muy disfrutable en compañía. El Zed Time sigue siendo glorioso, los añadidos tácticos funcionan y las partidas se suceden con un ritmo adictivo. No será recordado por jefes memorables ni por romper esquemas, pero si lo tuyo es el caos organizado, te va a enganchar.
Lo mejor
- Ritmo de juego adictivo y frenético
- Sistema cooperativo muy bien implementado
- Mejoras en movilidad y diseño de mapas
- Roles dinámicos que favorecen la rejugabilidad
Lo peor
- Sensación de déjà vu si vienes de anteriores entregas
- Armas con poca diferenciación en sensaciones
- Jefes poco memorables
- Puede volverse repetitivo sin contenido post-lanzamiento
- Progresión dependiente del pase de batalla en fases tardías
Nuestra valoración de Killing Floor 3








