Cuando Moonlighter llegó allá por 2018, su propuesta de combinar la gestión de tiendas con el dungeon-crawling fue una bocanada de aire fresco dentro de los juegos indie y, por supuesto, de los roguelite. Era un juego modesto, pero con una identidad tan clara y carismática que logró hacerse un hueco entre los títulos más recordados de aquella época.
Ahora, unos cuantos años después, Digital Sun nos trae Moonlighter 2: The Endless Vault, de la mano de 11 bit studios, retomando esa fórmula y añadiendo nuevos elementos de roguelite, una estructura de progresión más compleja y una narrativa que expande el universo que crearon años atrás.
Aunque Moonlighter 2: The Endless Vault todavía se encuentra en Acceso Anticipado, ya muestra suficientes mecánicas y contenidos como para permitir un análisis sólido de sus fundamentos, los cuales son, en la mayoría de los casos, bastante prometedores.

Fecha de salida: 19 de noviembre de 2025
Desarrolladora: Digital Sun
Distribuidora: 11 Bit Studios
Plataformas disponibles: PC / PlayStation 5 y Xbox Series X|S (próximamente)
Textos: Español
Voces: –
Plataforma analizada: PC (Steam)
Historia: lejos de Rynoka
La historia de Moonlighter 2: The Endless Vault retoma directamente los acontecimientos ocurridos en el primer juego, por lo que, si no lo has jugado todavía, deberías hacerlo antes de leer este análisis e incluso antes de probar este título.

Volvemos a encarnar a Will, el aprendiz de tendero cuyo sueño es mejorar la economía de los suyos haciéndose cargo de la pequeña tienda familiar.
Todo comienza con el descubrimiento de unas antiguas ruinas alrededor de las cuales se había fundado el enjuto pueblo de Rynoka. Will, heredero de un comercio modesto, pronto descubrirá la dualidad que lo define como personaje: de día será el mercader que su familia necesita para hacer prosperar la tienda, y de noche se convertirá en un aventurero que ansía explorar mazmorra tras mazmorra, recolectando los tesoros más exóticos y peligrosos para venderlos, impulsando así el crecimiento de la comunidad.



Un problema dimensional
Cuando Will abre la Quinta Mazmorra, descubre que Rynoka no es simplemente un asentamiento aislado, sino que actúa como un punto de conexión con múltiples dimensiones. Este hallazgo despierta el interés de Moloch, un misterioso coleccionista interdimensional que termina obsesionándose con Rynoka y sus portales. Con su poder, Moloch asedia la villa y fuerza a Will y a su gente a exiliarse.





Es aquí donde se sitúa Moonlighter 2: The Endless Vault. Will, despojado de su hogar, deberá reconstruir su vida desde cero en Tresna, haciendo lo que mejor sabe: explorar mazmorras, recolectar reliquias y venderlas en la tienda que la desagradable y oportunista Doña Guita le ha prestado. Ahora, Will tendrá que explorar para descubrir la naturaleza de las dimensiones, enfrentarse a Moloch y, finalmente, recuperar su hogar.

Todo parece cambiar cuando, un día, aparece en mitad de la plaza de Tresna un misterioso artefacto al que llaman «The Endless Vault», que seguramente le dará a Will más de un quebradero de cabeza.
Aunque en el estado actual del Early Access la historia no está completamente cerrada, se percibe un tono más maduro y aventurero, con un mundo mucho más cohesionado. La narrativa se desarrolla a través de diálogos breves y eventos, como en el primer juego, pero con un ritmo más ágil y un trasfondo bastante más interesante. Moonlighter 2 no intenta ser una obra maestra a nivel narrativo, pero sí ofrece una sensación de evolución y propósito que se agradece.
Jugabilidad: el equilibrio perfecto entre tiendas, mazmorras y gestión
La jugabilidad es, sin duda, el núcleo sobre el que Moonlighter 2: The Endless Vault se hace grande. Este nuevo título no innova prácticamente en las mecánicas básicas con respecto a su predecesor, pero en esta secuela se expanden, se complejizan y adquieren un carácter más estratégico y roguelite. El resultado es un sistema profundo y de ritmo ágil, tanto dentro como fuera de los combates.
Una dificultad para cada tipo de jugador

El juego incluye tres niveles de dificultad: fácil, medio y difícil, que no solo aumentan la resistencia de los enemigos, sino que ajustan la experiencia en su totalidad. En fácil, por ejemplo, la intención es centrarte en la exploración y la venta de objetos sin penalizaciones excesivas, haciendo que la muerte no se sienta devastadora y dejándote suficientes recursos para permitir un progreso constante. En difícil, en cambio, el combate exige que des lo mejor de ti, ya que los enemigos te castigan por cada error y las recompensas tras morir son mucho más escasas.
Esta flexibilidad permite una puerta de entrada para los nuevos jugadores que no estén acostumbrados a este género, al mismo tiempo que ofrece un desafío para aquellos más asiduos a los rogue.
Diseño de mazmorras más estratégico y consciente
Donde el juego realmente se diferencia de su precuela es dentro de las mazmorras. Aunque mantiene ese espíritu aventurero y de combate, abandona el diseño de mapa de la primera entrega y se centra en uno con un enfoque más cercano a Slay the Spire, donde cada mazmorra se compone de distintas salas con varias rutas posibles. Antes de entrar en una sala, hay que estudiar las opciones del mapa para elegir el camino que más te convenga: ¿uno que ofrezca mejores reliquias, que permita un evento aleatorio, que otorgue ventajas como prender fuego al golpear o quizás visitar al herrero para reforjar tu arma antes del jefe? Las posibilidades son infinitas.

Este sistema introduce un componente casi táctico durante la planificación previa. Las rutas ya no dependen del azar, sino que son decisiones libres que influyen directamente en la cantidad y calidad del botín, en la dificultad del recorrido y en la preparación para el jefe final de la zona.



Actualmente, el juego cuenta con tres mapas diferentes, cada uno de ellos dividido en dos zonas. Cada zona tiene su propia variedad de enemigos, botines y temas visuales y sonoros. Superarlas implica explorarlas hasta el final y derrotar al jefe. Estos jefes no solo son más resistentes, sino que representan un salto en complejidad que obliga al jugador a emplear todas las habilidades que ha aprendido hasta el momento. Derrotarlos en la primera zona desbloquea la segunda, con enemigos más complicados y recompensas más valiosas.
El inventario: un sistema de microgestión
La gestión del inventario vuelve a tener un papel fundamental en esta entrega. Tu mochila es un pequeño saco con tan solo diez huecos, pero no se trata únicamente de elegir qué llevar o qué descartar: muchas reliquias y objetos tienen efectos adicionales según el lugar en el que se coloquen (pueden quemar la reliquia adyacente, otorgarle armadura o incluso electrocutarla), lo que permite desatar poderosas sinergias.

Esto convierte la gestión del inventario en un rompecabezas constante que vuelve cada expedición un pequeño desafío de optimización. Está en ti decidir qué materiales conservar para venderlos y cuáles descartar porque apenas tienen valor.
Además, perder el inventario en etapas tardías de la partida puede ser fatal. Esto conecta directamente con una de las mecánicas que ya tenía Moonlighter: la posibilidad de abandonar la mazmorra usando el colgante justo antes de morir para evitar perder parte del inventario.
Esa decisión, la de arriesgarse un poco más para intentar conseguir alguna reliquia nueva o volver al pueblo con los bolsillos llenos, es en parte el corazón de la experiencia roguelite del juego.
Un combate rediseñado con margen de riesgo
El combate mantiene la base ágil del primer juego, pero incorpora más variedad en los patrones de los enemigos, más habilidades especiales y nuevas opciones de personalización para Will.

La presencia de pasivas que modifican las estadísticas, los cuatro tipos de armas jugables (espada corta, espadón, lanza y guanteletes), que cambian por completo la experiencia y la velocidad de los combates, y las diferentes armaduras permiten construir distintos estilos de juego. Puedes decidir si potenciar tus ataques básicos con mejoras como daño por fuego o si prefieres atacar mediante el entorno o con la nueva pistola.
La pistola es un arma incorporada en Moonlighter 2: The Endless Vault y funciona de forma independiente a la principal. Al principio contamos con cinco balas, que se recargan a medida que golpeamos a los enemigos. Esto permite alcanzar objetivos lejanos o derribar a los que atacan desde el aire.
Por otro lado, está la mochila. ¿Mochila? ¿En pleno combate? Así es. Ahora, algunos enemigos, sobre todo los más resistentes, pueden quedar aturdidos cuando llegan a la mitad de su vida, y en ese estado es posible rematarlos con un zamarreo de la mochila.


Cada sala plantea un microdesafío que obliga a analizar la disposición de los enemigos. Algunas están diseñadas para abrumarte por su número, mientras que otras te fuerzan a moverte con precisión y castigan cualquier acción impulsiva.
Hay más vida fuera de las mazmorras: el comercio y el progreso
El otro gran pilar que define a Moonlighter 2: The Endless Vault es su profunda apuesta por la ampliación, la progresión y la personalización, elementos que se integran de forma natural en la experiencia y permiten al jugador desarrollar su aventura de manera fluida.


Los jugadores podemos personalizar nuestra pequeña tienda eligiendo distintos suelos, paredes, mostradores, cajas registradoras y reliquias para exhibir a los clientes, todo ello comprado a Doña Guita por cupones o a la Condesa, personajes secundarios que encontraremos en Tresna. No es un sistema de decoración complejo, pero sí lo bastante elaborado como para darle identidad al espacio de trabajo y, por qué no, mejorar la eficiencia del negocio.
La gestión de precios sigue siendo la mecánica más absorbente del juego, especialmente porque las reacciones de los clientes ofrecen una retroalimentación inmediata. Si un objeto está demasiado caro, se desaniman o se enfadan; si está demasiado barato, lo consideran una ganga. Ajustar esos precios para maximizar las ganancias depende de ti. Además, ahora el juego incorpora un nuevo sistema de pasivas durante la venta, que permite obtener más dinero al vender ciertos tipos de objetos o al completar las transacciones de manera óptima.

Mejora a tu personaje y ayuda a la aldea
Por otro lado, el pueblo de Tresna sigue cumpliendo su rol como centro de progresión. Gracias a los materiales recogidos por Will en las mazmorras, los cuales ya no se guardan en el inventario, podremos mejorar nuestras armas y armaduras en el herrero, aumentar nuestro inventario o mejorar nuestras pociones y nuestra vida visitando a la alquimista.
Por otro lado, estos personajes podrán, llegado el momento, ofrecerte misiones secundarias que te permitirán desbloquear elementos clave y descubrir aspectos importantes a medida que avanzas en la historia.



Apartado técnico
Poniéndonos un poco más técnicos, Moonlighter 2: The Endless Vault todavía está lejos de su estado final. A pesar de que el rendimiento suele ser bastante bueno, se perciben tirones en las pantallas de carga y pequeños saltos durante los combates, mostrando que todavía requiere un poco de optimización.
Quizá el aspecto más sorprendente, en el buen sentido, es su desempeño en la Steam Deck. Aunque no logra mantener los 60 fotogramas de manera constante, sí se mantiene en los 30 con los ajustes en bajo y el TDP al máximo. Esto convierte a Moonlighter 2 en un título ideal para sesiones rápidas y relajadas, donde los tiempos de carga y los tirones resultan menos molestos.
En definitiva, la optimización actual es aceptable, y considerando que está en Early Access, es comprensible. Lo importante será evaluar cómo evoluciona a medida que se acerque su lanzamiento final.
Apartado gráfico y artístico: familiar pero nuevo
Visualmente, Moonlighter 2: The Endless Vault conserva el espíritu de Moonlighter, pero lo traslada a la tercera dimensión. Este salto al 3D, en mi opinión, pone en riesgo el encanto del pixel art original, pero gracias a una dirección artística coherente y cuidadosa, el juego mantiene ese toque artesanal, colorido y accesible que llama la atención desde el primer momento.
La paleta de colores sigue siendo la misma que la de su predecesor, combinando tonos suaves con detalles luminosos que destacan cofres, enemigos y elementos interactivos. Aunque los modelos 3D pueden parecer sencillos, su simplicidad favorece la claridad visual, permitiendo distinguir todo rápidamente incluso en las salas más agitadas.
El diseño de enemigos y biomas destaca también por su creatividad. Las mazmorras tienen personalidad propia, tanto en los patrones de ataque rivales así como en las estructuras o la vegetación. A pesar de esto, hay cierto margen para añadir más animaciones, enemigos y efectos, algo que probablemente irá llegando con el tiempo.



Apartado sonoro: una experiencia muy equilibrada
La banda sonora apunta hacia lo épico, pero sin llegar a ser estridente. Funciona más como un acompañamiento emocional que como protagonista. En las mazmorras, las pistas alternan entre melodías más tensas y temas más orgánicos, mientras que en la tienda, la música transmite calma y rutina.
Por otro lado, los efectos de sonido son precisos, están bien definidos y ofrecen retroalimentación sobre nuestras acciones, especialmente durante el combate o al vender reliquias en la tienda. Nada sobresale de manera exagerada, pero todo contribuye a crear una atmósfera coherente y satisfactoria, generando un conjunto sonoro muy armonizado.
Conclusión
Moonlighter 2: The Endless Vault demuestra que, incluso en el estado temprano de desarrollo en el que está, la saga tiene mucha guerra que dar. No es simplemente una iteración del primer juego, sino que es una expansión conceptual que buscar darle más profundidad a la narrativa y a la exploración, más estrategia a la gestión y más cohesión a la historia de este universo.
La estructura tipo roguelite le sienta bien, aportando variedad y decisiones tácticas constantes. La gestión de la tienda mantiene el encanto original que caracterizó a su primera entrega, pero ahora tiene mayor personalización y complejidad, y el bucle entre mazmorreo y comercio sigue funcionando perfectamente.
Aún queda algo de trabajo técnico y de contenido que añadir, pero el camino es bastante prometedor. Si el equipo consigue expandir los mapas, añadir variedad de eventos y cerrar la narrativa con fuerza, Moonlighter 2 podría superar al original en prácticamente todos los aspectos.
Lo mejor
- Narrativa prometedora que expande el universo
- Nueva estructura de las mazmorras estilo roguelite
- Personalización de la tienda y más opciones a la hora de mejorar al personaje
- Nuevo sistema de combate, incorporando nuevas mecánicas como la pistola o la mochila
Lo peor
- Rendimiento irregular en ocasiones
- Contenido aún algo limitado
Nuestra valoración de Moonlighter 2: The Endless Vault



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