Symphonia es lo que ocurre cuando se quiere crear un universo único y especial. Un juego centrado en la delicadeza de la música, donde cada acorde es importante para que todo encaje. Una aventura plataformera que hará que no te despegues del mando hasta haber escuchado cada nota de su concierto.
Fecha de salida: 5 de Diciembre de 2024
Desarrolladora: Sunny Peak
Distribuidora: Headup Games
Plataformas disponibles: PC, PlayStation 5, Xbox Series X|S
Textos: Español
Voces: –
Plataforma analizada: Playstation 5
Historia: Es hora de reunir de nuevo a la banda
Es un tanto especial, puesto que la historia de Symphonia está contada de una manera muy poco tradicional e incluso diría que arriesgada, pero, en mi opinión, no podría tener mejor resultado.
¿Y sabéis qué? No pienso contaros nada de la historia. Voy a hacer lo mismo que hace el juego: ni una sola palabra. Porque sí, eso es precisamente lo que hace: ni un cuadro de texto que te cuente nada, salvo pequeños e intuitivos tutoriales sobre cómo jugar.
De manera magníficamente eficiente y sin mediar palabra, el juego te narra la historia: La historia es su música, sus escenarios, sus pequeñas escenas sin diálogo. Tan solo tú, Philemon y su violín.
Si he de ponerle un pero a este apartado, es que te quedas con ganas de más, y ese no creo que sea precisamente un punto negativo…
Jugabilidad: Plataformas medidas para que no puedas fallar!
Antes que nada, he de mencionar que me autoengañé inconscientemente antes de jugar Symphonia, pues iba convencidísimo de que era un metroidvania. Sin embargo, cuál fue mi sorpresa cuando me encontré con algo totalmente distinto. Y no me malinterpretéis, Symphonia tiene una jugabilidad excelente, pero es un plataformas 2D de scroll lateral que solo tiene ciertos matices de metroidvania. Eso sí, es un plataformas intenso y adictivo como pocos.
La jugabilidad de Symphonia puede resumirse de manera muy breve: «ensayo y error». Pero eso no le resta diversión, buen hacer ni nada por el estilo. Es cierto que algunos tramos pueden parecer injustos, debido a que no puedes superar ciertas secciones a la primera sin tener que repetir varias veces. Sin embargo, en mi opinión, la dificultad del juego está bastante bien medida para que nunca se te haga demasiado difícil y termines hastiado de repetir una y otra vez sin parar.
Philemon (que es como se llama nuestro protagonista) comenzará de manera suave, con saltos y toques con el arco para alcanzar saltos más altos y largos. A medida que la historia avanza, iremos obteniendo habilidades que nos permitirán acceder a nuevas zonas. Y aquí termina todo parentesco con los metroidvanias, porque ni siquiera tendremos un mapa para hacer backtracking. Pero os aseguro que vais a querer perderos por sus escenarios más de una vez, especialmente si queréis conseguir todos los coleccionables y secretos, que son más de los que parece.
Apartado técnico
Es innegable que, al menos en las plataformas donde lo he probado, el juego destaca por su solidez en este aspecto. No puedo decir que sea perfecto, ya que he encontrado algunos bugs, aunque son bastante leves; sin embargo, merecen ser mencionados. El más molesto, probablemente (y creo que ya lo han corregido en su última actualización), es un pequeño input lag que provoca que algunos saltos no respondan con la rapidez deseada. Siendo un plataformas de precisión, esto puede resultar algo frustrante en ocasiones. También he experimentado algún que otro fallo con las hitboxes del escenario. En otra ocasión, Philemon se quedaba tumbado de manera extraña (y algo graciosa, todo sea dicho) en ciertos saltos. Aparte de eso, poco más. En general, estos detalles son mínimos y no afectan en lo absoluto al resto de su apartado técnico, que se mantiene muy sólido y disfrutable de principio a fin.
Apartado gráfico y artístico: delicadeza en estado puro
Creo que si hay algo que te llama la atención de primeras en este juego, es lo impresionantemente bonito que es. Desde el primer tráiler hasta la pantalla de inicio, antes de comenzar a jugar, ya te das cuenta de que su arte ha sido cuidado con el máximo esmero.
Como mencioné anteriormente en el apartado de la historia, Symphonia utiliza su arte para contarte todo lo que necesitas saber. Cada detalle en los escenarios tiene su propósito. No hay una sola parte que mires sin encontrar un pequeño detalle que te sumerja por completo en su mundo.
Cada bioma está ambientado en un instrumento (o a veces en varios), y todo lo que te rodea es hermoso, detallado y cuidadosamente diseñado. Cuerdas de violín que funcionan como trampolines, pistones de trompeta que sirven de plataformas, ráfagas de viento similares a las que se soplan en una flauta como mecánicas de juego… y podría seguir, porque hay una lista muy larga de guiños que es mejor que descubráis por vosotros mismos. Pero, en resumen, cada pantalla es casi como una pequeña obra de arte que merece ser apreciada.
Apartado sonoro: Un concierto que esperas que no termine
Symphonia es música, y no creo que haya una forma mejor de resumir lo que este juego te ofrece en este apartado, y en general. Cada momento del juego está acompañado por una pieza musical interpretada por la Orquesta Sinfónica de París. Es una delicia avanzar por los escenarios, alcanzando el clímax de cada bioma, especialmente en el final del juego. Es como jugar un concierto, y tu papel es reunir a tus músicos, escuchar sus ensayos, para luego uniros en el escenario y disfrutar juntos.
La calidad de la música en el juego es incuestionable, pero también quiero destacar todo lo que rodea a esa melodía. Los efectos sonoros están igualmente cuidados al detalle. Desde el salto con el arco, hasta cuando caminas sobre teclas de piano o saltas sobre cuerdas, todo tiene un sonido acorde con lo que se muestra en pantalla, logrando que la inmersión sea perfecta de principio a fin.
Conclusión
Symphonia es un excelente juego de plataformas de precisión, que, en mi opinión, peca únicamente en su abuso del «ensayo y error» en ciertas zonas. Sin embargo, esto encaja perfectamente con la premisa del juego. Es una obra musical de principio a fin que te atrapa desde el inicio y que resulta altamente rejugable gracias a su duración y los modos de juego extras.
Lo mejor
- Un apartado artístico increíble.
- Su banda sonora es una locura de buena, casi merece jugar solo por escucharla.
- Totalmente rejugable, con varios modos y secretos.
Lo peor
- Es bastante corto y te deja con ganas de más.
- Aunque su narrativa e historia en general funciona, quizá se echa en falta algo más de profundidad.
- El ensayo y error puede llegar a cansarte en ciertas zonas si lo tuyo no es la paciencia.