Baldur’s Gate: Hablemos de Dungeons and Dragons

Larian Studios nos ha fascinado con todo lo que nos ha enseñado sobre Baldur’s Gate 3; todos tenemos en mente cierta escena con un oso. Está totalmente justificado todo el revuelo que se está montando; es una saga bastante querida entre los que hemos jugado todos y cada uno de sus juegos.

No obstante, no estamos aquí para hablar del videojuego que próximamente tendrá encadenados a muchos delante de una pantalla. Hoy vamos a hablar de ese enemigo de los telediarios, de un hobby como cualquier otro que nos transporta a vivir increíbles aventuras.

Un poco de historia, pero poca, lo prometo

Podríamos remontarnos a 1998, cuando apareció el primer Baldur’s Gate, pero nada más lejos. Con lo que nos tenemos que quedar es con que la saga está estrechamente ligada con la franquicia de Dungeons and Dragons, ya que no sólo adapta el sistema, sino también su mundo.

Baldur’s Gate 1 y 2 están basados en Advanced Dungeons and Dragons (AD&D, o segunda edición). Nos da la posibilidad de recorrer La Costa de la Espada, una pequeña parte de todo lo que Faerûn tiene que ofrecer. El popular escenario de campaña de los Reinos Olvidados se dio todavía más a conocer gracias a los videojuegos.

A pesar de no ser de la misma compañía que los juegos anteriores, también hay que hacer mención especial a IcewindDale 1 y 2. Ambas entregas nos muestra otro fragmento del mismo continente, pero en este caso la segunda entrega estaría basada en la tercera edición de Dungeons and Dragons.

Como no podía ser de otra forma, también hay que incluir a Neverwinter Nights en esta lista. Fue un completo cambio tanto a nivel visual y de interfaz como de jugabilidad, ya que pasabas de un grupo de aventureros a llevar un único personaje y su acompañante. La primera entrega estaría basada en la tercera edición, mientras que la segunda lo estaría en la tercera edición revisada (o 3.5, como se suele conocer).

Lo que podemos sacar en claro, es que todas las entregas -independientemente de la desarrolladora- está basado en uno de los juegos de rol más conocidos y extendidos del planeta. Se ha podido ver en series, como The Big Bang Theory o Stranger Things, e incluso tiene películas propias y una serie de animación.

¿Y qué lo hace tan especial?

No estamos ante el típico videojuego que te ofrece un personaje protagonista y te cuenta una historia. Tampoco es simplemente que te deje un editor de personaje y dejes volar tu imaginación (dentro de los límites, claro). Estamos ante la pieza más completa y que más se podría acercar al libre albedrío que puedes encontrar en una partida de Dungeons and Dragons real. Está hecho para que tú vivas esa historia, para que odies, venzas, ames, fracases y triunfes a través de los ojos del personaje que has elegido.

Sus decisiones, por suerte para los que nos gusta el género, va más allá de un par de opciones claramente diferenciadas entre buenas y malas (sin contar la neutral, que no satisface a nadie), sabiendo que eligiendo cuidadosamente puedes conseguirte un final u otro. Debo decirte que en esta entrega se cuentan más de 17.000 variaciones de finales, por lo que puedes hacerte una idea de todo lo que puedes hacer para inclinar la balanza.

Para que no te pille desprevenido cuando empieces tu aventura, y si no tienes mucha idea de los conceptos básicos que se manejan en Dungeons and Dragons, aquí te dejamos una breve introducción. Cabe recordar que los combates se acercan más al género de estrategia-táctico que al de acción, por lo que, una vez más, cada acción importa y mucho.

Primeros pasos en Baldur’s Gate

Lo primero que hay que tener en cuenta es elegir la raza y la clase para el personaje principal, al que encarnarás durante la aventura. Si es tu primera vez, no te dejes abrumar por los números; elige lo que más te guste, el resto vendrá solo. Si te gusta apurar al máximo un personaje para que sea totalmente eficiente y sabes de qué va el tema, me temo que no tengo nada que enseñarte.

A continuación, tendrás que completar las características de tu personaje repartiendo un par de puntos, dependiendo de tu raza y clase. En esta quinta edición de Dungeons and Dragons las cosas son bastante más fáciles, lo que hace que sea perfecto para su adaptación a un videojuego.

Con eso, y tras seleccionar un par de cosas más, como el origen, ya tendrías listo el personaje para lanzarlo de cabeza a la historia. Preparado para que tomes las decisiones que creas convenientes, nadie te va a juzgar… bueno, realmente, cualquier NPC en cualquier momento te puede juzgar por tus acciones. Consiguen que el mundo se sienta vivo y que reaccione a todo lo que hagas.

Para terminar

Como ya se ha dicho, si es tu primera vez jugando, vas a tener que invertir un poco de tiempo en comprender cómo funciona, pero ya te aviso que no es especialmente complicado. Elige lo que quieras, aprende sobre la marcha y no tengas miedo a equivocarte, que ninguno nacimos con todo aprendido. Pero, por encima de todo lo que te pueda decir, diviértete, saborea cada hora que pases en Faerûn.

Si tu paso por Baldur’s Gate te deja con ganas de más, independientemente del número de partidas que hayas completado, no te preocupes. Quizás ha llegado el momento de que des un paso más y te intereses por Dungeons and Dragons en cualquiera de sus versiones, ya que hay para satisfacer todos los gustos.

Somos muchos los que estamos metidos en este hobby y te puedo asegurar que no me arrepiento de cada una de las horas que he invertido, tanto dentro como fuera de la partida. Siempre hay grupos dispuestos a adoptar a un nuevo jugador. Siempre que hay alguien con ganas de aprender, hay alguien deseoso de enseñar.

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