Desde su debut en 2007, la saga Assassin’s Creed ha cautivado a millones de jugadores en todo el mundo con su interesante combinación de historia, acción y aventura. En el corazón de esta franquicia icónica yace el credo de los asesinos, un conjunto de principios que guían las acciones de los personajes principales a lo largo de la serie. Este credo no solo sirve como una base narrativa para la trama del juego, sino que también ha provocado reflexiones sobre la moralidad, la libertad y el propósito en el mundo real.
La esencia del credo
En Assassin’s Creed, el credo de los asesinos se resume en la famosa frase: «Nada es verdad, todo está permitido». Esta frase aparentemente paradójica encierra una profunda filosofía que desafía las nociones convencionales de moralidad y ética. En su núcleo, este credo abraza la idea de la libertad individual y la responsabilidad personal. No impone una serie de reglas estrictas, sino que invita a cada individuo a cuestionar y decidir por sí mismo lo que es correcto.
La búsqueda de la verdad
El primer principio del credo, «Nada es verdad», sugiere una postura de escepticismo hacia las normas establecidas y las autoridades que las perpetúan. Los asesinos son críticos de dogmas y autoridades opresivas que buscan imponer su visión del mundo a través del control y la manipulación. En cambio, abogan por la búsqueda activa de la verdad, incluso si eso significa desafiar las estructuras de poder existentes.
La libertad como imperativo
El segundo principio, «Todo está permitido», no es una invitación al caos, sino más bien un llamado a la libertad individual y la autonomía moral. Los asesinos creen en el derecho de cada individuo a tomar sus propias decisiones y forjar su propio camino en la vida. Esto implica asumir la responsabilidad de las consecuencias de esas decisiones, pero también abre la puerta a la posibilidad de la autodeterminación y el progreso personal.
El propósito de los asesinos
Si bien el credo de los asesinos puede parecer escéptico a primera vista, en realidad está arraigado en un sentido profundo de propósito y justicia. Los asesinos luchan contra la opresión y la injusticia en todas sus formas, ya sea a través de la resistencia contra regímenes tiránicos o la revelación de verdades ocultas. Su objetivo último es crear un mundo donde la libertad y la verdad sean accesibles para todos, no solo para unos pocos privilegiados.