Aztecs: The Last Sun nos transporta al corazón del México prehispánico y nos pone en la piel de un grupo de aztecas que luchan por sobrevivir a la ira de los dioses. Este título, que acaba de estrenarse hace apenas unos días en acceso anticipado, combina la gestión de ciudades y recursos con la supervivencia más desesperada, ofreciendo una experiencia singular dentro de su género.

Fecha de salida: 23 de septiembre de 2025
Desarrolladora: Play2Chill S.A.
Distribuidora: Toplitz Productions
Plataformas disponibles: PC
Textos: Español
Voces: Inglés
Plataforma analizada: PC (Steam)
Historia: el último sol
Los aztecas fueron un pueblo indígena que prosperó en el centro de México durante tres siglos, tiempo en el que desarrollaron sólidas tradiciones, una cultura fascinante y rituales sagrados dedicados a poderosos dioses.
La trama del juego nos sitúa justo después de que un pequeño grupo de aztecas parta desde Colhuacán hacia una fértil y próspera explanada rodeada de ríos y lagos, en el corazón del valle de México, para fundar la ciudad de Tenochtitlan, la futura capital del imperio. Desde entonces, se han visto obligados a huir de Achitométl, un antiguo rival que selló un pacto con la diosa de la luna para obtener sus poderes y acabar con ellos.
Encarnas al tlatoani, líder y consejero espiritual de la tribu. Tu misión no será solo asegurar su supervivencia física, sino también restaurar el favor divino, apaciguar a los dioses y reconstruir el legado de tu pueblo en un nuevo hogar.

Jugabilidad: construcción y supervivencia
Aztecs: The Last Sun, actualmente en early access, es un título que bebe de los city builders más exigentes, mezclando gestión, supervivencia y ciertos elementos de puzle.
El juego se divide en varios actos narrativos que marcan la progresión, aunque su verdadera innovación reside en su ciclo día-noche, en el que alternamos fases diurnas centradas en la construcción y expansión con fases nocturnas de pura supervivencia. Esta dinámica crea un ritmo de juego tenso y adictivo que mantiene al jugador siempre en alerta.
Hoja de ruta
Al tratarse de un acceso anticipado, los desarrolladores han publicado una hoja de ruta clara con las actualizaciones previstas para los próximos meses. Octubre estará centrado en la corrección de errores y la mejora de la estabilidad, mientras que en noviembre y diciembre llegarán nuevos edificios, como la mina de obsidiana o el centro logístico, demostrando así el compromiso del estudio con la evolución del proyecto.

Elige entre tres niveles de dificultad bien diferenciados
Modo Historia: se centra en la narrativa y la exploración. Los recursos se recolectan más rápido, los ciudadanos enferman muy lentamente, los dioses son más indulgentes, las noches resultan más llevaderas y aumenta la adquisición de sangre y confianza. Sin embargo, no es posible obtener logros en este modo.
Modo Aventura: ofrece el equilibrio perfecto, permitiendo cierto margen para cometer errores sin perder el componente desafiante del juego. Los recursos se recolectan ligeramente más rápido, los ciudadanos enferman lentamente, los dioses muestran indulgencia, la dificultad de las noches aumenta de forma progresiva, la confianza crece con rapidez y la sangre se obtiene de manera normal.
Modo Supervivencia: representa la experiencia pura del título, tal y como fue concebida, en un modo exigente pensado para los veteranos de los juegos de supervivencia y gestión. La recogida de recursos y la propagación de enfermedades ocurren a un ritmo normal, la confianza crece de forma estándar, los dioses no muestran piedad y las noches se vuelven extremadamente duras. Aquí, cada decisión cuenta y cualquier error puede tener consecuencias catastróficas.

Durante el día, todo son risas…
La luz del sol marca el inicio de la jornada. Durante el día, deberemos dedicarnos a producir materiales y a expandir nuestro asentamiento.
El prólogo nos guiará en la reconstrucción del gran templo, la producción de madera y piedra para comenzar a construir edificios como el almacén, donde podremos guardar todos los materiales que vayamos obteniendo, y la colocación estratégica de algunas casas cerca del agua para asegurar el acceso a agua potable.
Finalmente, nuestro objetivo principal en este prólogo, que también funciona como tutorial, será restaurar el velo de sangre, una especie de escudo mágico. Este velo delimita nuestro radio de acción, ya que solo podremos extraer recursos dentro de él, lo que convierte su expansión en una necesidad constante dentro del juego.

Tendremos que gestionar varios recursos:
- Recursos de construcción: son los materiales básicos para crear estructuras y descubrir tecnologías. Son la madera, la piedra y el oro y pueden refinarse para crear mejores materiales como tablones o bloques.
- Ingredientes: se obtienen de la agricultura y la pesca. Nos servirán para crear platos de comida para alimentar a la población.
- Cacao: es un recurso pasivo que se recauda cada día: a más casas, más cacao obtendremos. Puede usarse para crear las infraestructuras y modificar el terreno.
- Sangre: es el combustible que permite alimentar el velo de sangre del templo durante las noches. Se obtiene a través de la gracia divina y al sacrificar población.
- Barro: permite moldear el terreno.
- Obsidiana: es el mineral básico que utilizan los faros de sangre, los cuales son necesarios para expandir el velo.
Además la sociedad está estratificada, dividida en tres clases sociales bien diferenciadas: los prisioneros y los plebeyos hacen el trabajo físico en los puestos de extracción y los talleres, mientras que los nobles trabajarán en edificios que requieran formación como científicos en la academia, sacerdotes en el templo o médicos en el hospital.
Construye, comercia y soluciona problemas
La gestión urbana requiere atender muchos frentes al mismo tiempo: planificar viviendas cerca del agua para que los ciudadanos tengan acceso a hogar y agua potable, evitando que enfermen; optimizar cultivos en las chinampas costeras o construir una intrincada red de caminos.
A medida que exploremos el valle de México, encontraremos otras ciudades con las que comerciar, las cuales nos proporcionarán materiales de construcción, esclavos, alimentos e incluso recursos valiosos.
Simultáneamente, el juego nos planteará situaciones de crisis que deberemos resolver de la manera más inmediata posible: enfermedades, hambre, apaciguar la ira de los dioses o recuperar la confianza de la población.

Investiga y desarrolla
El progreso tecnológico en el título se alimenta de conocimiento, un recurso que se va generando de manera gradual en la academia calmécac, dividido en cinco grandes ramas:
- Sangre y salud: basado en la obtención de sangre y curar las enfermedades de los ciudadanos.
- Ciudadanos y comida: permite la construcción y mejora de granjas, puestos de pescadores y casas.
- Recursos: se centra en la obtención y refinado de los materiales de construcción y aumentar la capacidad del almacén.
- Exploración: permite mejorar la velocidad y la productividad de los exploradores y los calpullis.
- Sabiduría: sus mejoras están centradas en mejorar la academia, el templo y crear faros para obtener mejoras.


Explora y descubre los secretos del Valle de México
La exploración de todo el valle de México se gestiona mediante el Templo del Águila Exploradora y el cuartel de salida de los calpullis.
Los exploradores del templo cartografiarán y allanarán el terreno para que las unidades especializadas, los calpullis, saqueen recursos y descubran los misteriosos secretos que oculta el valle.
Durante nuestro viaje por el valle, encontraremos nuevos pueblos con los que entablar amistad, zonas de recursos que explotar y, sobre todo, muchos puzles que resolver.



Pero al caer la noche…
La caída del sol por debajo de la línea del horizonte cambia radicalmente la experiencia. Durante la noche, tu objetivo es sobrevivir. Los ciudadanos se refugian en sus hogares mientras que el velo de sangre se activa, consumiento reservas de sangre para proteger a la ciudad de los ataques de la diosa de la luna.
Durante la noche, podremos encontrar dos nuevas estructuras:
- Los templos de la noche otorgarán una fuente de sangre limitada cuando los sacerdotes los exploren.
- Los faros lunares harán una gran cantidad de daño de forma contínua, drenando de forma más rápida el velo de sangre. Destruirlos usando sacerdotes otorga madera y piedra.


A esta hora del día, los puestos de extracción, los talleres, las granjas, las cocinas y los puestos de pescadores se paralizan por completo, aunque las unidades de exploración mantienen sus operaciones, convirtiendo la noche en un ejercicio de gestión de emergencias que tendremos que preparar durante el día.

Apartado técnico
El rendimiento general es satisfactorio, sin caídas significativas de fotogramas y con un gameplay fluido, y sus requisitos mínimos en PC son bastante asequibles para cualquier ordenador de sobremesa.
Sin embargo, la localización al castellano presenta ciertos problemas: los textos muchas veces están traducidos de forma demasiado literal, sin corregir o incluso sin traducir, lo que dificulta comprender las instrucciones necesarias para superar los puzles que propone la exploración.
Por otro lado, el juego solo cuenta con voces en inglés generadas por IA. Esto no tiene por qué ser un problema, pero muchas veces resultan demasiado invasivas y artificiales, y se echa en falta una opción para desactivarlas y leer únicamente el texto.
Dentro del título, también se extrañan algunas mecánicas básicas de los city builders, como mover edificios, y sistemas como la confianza y la gracia divina carecen de un funcionamiento sólido, lo que hace que, en ocasiones, el sistema de penalización del juego parezca injusto.
Apartado gráfico y artístico
El apartado visual de Aztecs: The Last Sun destaca por una dirección artística coherente, usando una paleta de colores saturados, aunque algo terrosos, que refleja con acierto la esencia del entorno mesoamericano de la época.
Los diseños de los edificios, inspirados en la arquitectura tradicional azteca, son reconocibles incluso a distancia, lo que facilita la gestión de la ciudad aunque el zoom esté al mínimo. Además, el templo en forma piramidal y las chinampas aportan autenticidad y un fuerte enraizamiento cultural.
Sin embargo, el apartado gráfico muestra limitaciones propias de su fase de desarrollo: las texturas carecen de definición incluso en configuraciones altas, lo que se nota especialmente a distancias cortas. Los edificios pierden detalle y presentan un aspecto algo plano. También se han detectado bugs visuales de forma ocasional, como la desaparición de las texturas del terreno al hacer zoom con la rueda del ratón, la superposición de cuadros de texto o fallos en la interfaz. Estos problemas, aunque no rompen la experiencia, restan inmersión y pulcritud a largo plazo.
Apartado sonoro
El sonido cumple su función de manera discreta, aunque se echan en falta algunas capas de profundidad que enriquezcan la experiencia. Los efectos básicos, como los clics de la interfaz o los sonidos de los edificios, están presentes y aportan realismo. Sin embargo, faltan efectos de sonido para eventos importantes: por ejemplo, cuando una unidad de exploración llega a su destino, el juego reproduce el sonido correspondiente. Pero cuando termina de explorar, no hay ningún efecto que lo notifique, obligando al jugador a vigilar de forma constante los indicadores visuales en pantalla. Esto no sería un problema si no fuera porque, en el juego, la gestión del tiempo y de los recursos es esencial, sobre todo en dificultades altas.
La banda sonora, por su parte, es funcional e inmersiva, pero bastante limitada. Los temas diurnos transmiten calma y serenidad, mientras que al caer la noche, la música se oscurece para reflejar la amenaza de los ataques de la diosa de la luna.
El problema es que, tras varias horas, la música se vuelve predecible y no logra intensificar los momentos clave. Incorporar pistas dinámicas para evitar la monotonía, junto con más efectos sonoros que aporten contexto, elevaría significativamente la inmersión y el impacto emocional del juego.
Conclusión
Aztecs: The Last Sun se presenta como una apuesta valiente que destaca por su original aproximación al género de los city builder, aunque aún debe superar las limitaciones propias del desarrollo. El juego acierta al crear una experiencia inmersiva que traslada con muchísima fidelidad la riqueza cultural azteca gracias a su historia, sus sistemas de juego y la supervivencia en el ciclo día-noche.
Su estado actual lo sitúa como un proyecto para jugadores pacientes, dispuestos a valorar sus imperfecciones a cambio de una historia única. Por ahora, brilla más por su potencial que por su ejecución, pero mantiene suficiente personalidad como para merecer echarle un ojo cuando se aproxime su versión 1.0.
Lo mejor
- La ambientación histórica y su narrativa son muy interesantes y aportan inmersión
- Jugabilidad novedosa mezclando los city builder y la supervivencia
- Sistema de gestión de recursos complejo pero coherente
Lo peor
- Traducción al español descuidada con errores que afectan a su comprensión
- Algunos bugs gráficos y fallos en las texturas pueden entorpecer la inmersión
- La música y los efectos de sonido son demasiado discretos
- Algunas mecánicas básicas no parecen muy consistentes y parecen injustas en ocasiones
Nuestra valoración de Aztecs: The Last Sun
