Paper Mario: La puerta milenaria, el ‘remake’ que todo fan necesitaba

¿Lo querías? ¡Lo tienes! Nuestro fontanero favorito regresa en este remake del aclamado Paper Mario: La puerta milenaria, original de Nintendo GameCube. Ahora, casi 20 años después, podemos disfrutar de sus aventuras en Nintendo Switch, con una buena cantidad de mejoras que hacen que el título se sienta fresco y completamente renovado. ¿Estás listo? ¡Pues manos a la obra!

Historia: Un mapa, un tesoro y una inolvidable aventura

Paper Mario: La puerta milenaria nos pone una vez más en la piel de nuestro fontanero de confianza, que recibe una carta de la princesa Peach, en la que le pide ayuda para dar con la ubicación de un supuesto tesoro. Junto a este mensaje, nos hace llegar el mapa que revelará la clave para encontrarlo. Emprendemos nuestro viaje y ponemos rumbo a Villa Viciosa, una localización poco amigable en la que los malhechores abundan. Al llegar a nuestro destino, y descubriremos que Peach ha desaparecido.

Lejos de rendirnos o dejarlo pasar, buscaremos de forma más que activa los siete cristales estelares necesarios para abrir la gran puerta que, según cuentan las leyendas, esconde el tesoro. ¿Encontraremos allí también a la princesa? ¡Solo el tiempo lo dirá! El tiempo y, sobre todo, la perseverancia de Mario y sus nuevos amigos, empezando por Goomarina, una goomba que está estudiando arqueología y que nos será de gran ayuda en nuestro viaje en busca de la verdad.

Si te gustan las narrativas ligeras, frescas y divertidas, Paper Mario: La puerta milenaria cuenta con un muy buen punto de partida para conquistarte, con un humor divertido y entrañable y una historia amena y entretenida.

Jugabilidad: Es tu turno de adoptar tu papel

Paper Mario: La puerta milenaria es un RPG por turnos que combina dicho género con el de plataformas. El grueso de su jugabilidad se encuentra en sus batallas por turnos, muy frecuentes en nuestra aventura. Dispondremos de un equipo de dos personajes (Mario y un acompañante, el cual podremos cambiar a nuestro antojo) que aunarán sus fuerzas y estrategias para acabar con distintos tipos de enemigos. Dichos contrincantes tendrán características muy distintas, así como puntos débiles que deberemos tener en cuenta para alzarnos con la victoria.

Mario tendrá dos ataques principales (sin contar las variaciones que a posteriori nos darán las habilidades y las medallas): un salto que recordará estrechamente a los plataformas de la franquicia, con el que pisotearemos al enemigo; y un martillo con el que poder darles un contundente golpe. Cada uno de los ataques (sea del personaje que sea), precisará de un QTE (Quick Time Event) que tendremos que completar con la precisión requerida si queremos hacer daño adicional a nuestros enemigos, enlazar ataques u otras resoluciones posibles.

Esto, al principio, puede resultar hasta cierto punto original y dinámico, pero cuando llevas a las espaldas más de 20 o 30 combates que poco aportan (pues la gran mayoría no resultarán un gran desafío), empiezas a desear que duren el menor tiempo posible (con las animaciones correspondientes, que aunque cortas, también suman tiempo a la espera que retrasará el avance de nuestra aventura).

¡Empieza la función!

Cada vez que se inicie una pelea, se representará como si fuese una obra teatral. De este modo, cuando realicemos de forma exitosa los distintos ataques o cuando saludemos al público, nuestro poder estelar se irá acumulando, puesto que son nuestros espectadores quienes lo producen gracias a su apoyo y entusiasmo. ¿Y qué es el poder estelar? Pues nada menos que aquello que necesitaremos para lanzar habilidades especiales. Cuanto mejor lo hagamos, más público reuniremos y mucho más rápido recuperaremos dicho poder. ¡Pero mucho cuidado con cuándo y cómo usarlo! Ah, y mantén siempre un ojo puesto en el público; no todos estarán dispuestos a animarte, sino que podrían tirarte objetos con el objetivo contrario.

Level up!

Cada vez que alcancemos 100 puntos estrella (los cuales ganamos al final de cada combate), subiremos de nivel, y podremos mejorar una de las siguientes estadísticas: PC, PF o PM.

Los PC (puntos corazón) determinan la vida de Mario, los PF (puntos flor) sirven para lanzar habilidades durante los combates y los PM (puntos medalla) nos permitirán aplicar nuevas habilidades a modo de equipo, activables luego en combate mediante PF. De este modo, Paper Mario: La puerta milenaria nos permite ir leveleando a nuestro protagonista de la forma que más se ajuste a nuestro estilo de juego, no siendo un sistema sumamente elaborado ni mucho menos, pero sí muy apropiado para nuevos jugadores del género o veteranos que simplemente disfruten con las aventuras del fontanero o simplemente de un juego más ligero en cuanto a complejidad.

Apartado técnico

Con una dificultad asequible y un producto final bien pulido, el título nos ofrece una jugabilidad divertida y sin baches, y es que no nos hemos encontrado afortunadamente con ningún fallo, bug o glitch que mermase nuestra experiencia de juego. Los controles, además, son sencillos y relativamente variados en cuanto a las distintos tipos de interacciones y habilidades, algo que agradecerán quienes quieran disfrutarlo en familia.

Apartado gráfico y artístico

En cuanto al apartado gráfico, Paper Mario: La puerta milenaria luce un estilo cartoon muy característico, cuyos personajes, escenarios y otros elementos simulan estar hechos de papel y cartón, como bien sugiere el nombre del título. Con ello, nos encontramos unos gráficos sumamente limpios y cuidados, con colores vibrantes y saturados que dotan al título de un aspecto visual muy fresco. Todo el arte ha sido renovado respecto a la entrega original de GameCube.

Los diseños en general y las animaciones en particular de las dobleces del papel que conforma todo su universo son muy llamativas, ingeniosas y divertidas, lo cual dota al título de un encanto especial, así como de esa inmersión que nos hace sentir dentro de un libro de ilustraciones o relatos para los más jóvenes (sin ser tampoco un título puramente infantil, sino simplemente apto y disfrutable para cualquier edad).

Apartado sonoro

Pongamos el foco ahora en el sonido, empezando por su banda sonora, que, aunque a veces se pueda hacer un poquito más repetitiva, ilustra bien el universo en el que nos sumerge, manteniendo la mayor parte del tiempo un ritmo animado muy acorde con el estilo general del juego. Al igual que su apartado gráfico, este ha sido totalmente renovado para el remake, manteniendo de igual modo la esencia del original e incluso de la franquicia en general, haciendo que todo se perciba de un modo más familiar. Los efectos de sonido y las voces (escasas y en un idioma inventado en su mayoría) hacen bien su función, y ponen la guinda al pastel de este apartado, logrando dinamismo y personalidad en nuestras acciones y en su variado elenco de personajes.

Conclusión

En conclusión, Paper Mario: La puerta milenaria es un remake a la altura del original de Nintendo GameCube, en el que la mejora gráfica y ciertos cambios y reajustes en sus diálogos y control brillan con fuerza; un buen equilibrio entre fidelidad y adaptación. Tanto si eres un jugador de la vieja escuela como si es tu primer contacto con el título, este Paper Mario tiene un lugar en tu colección. Con su apartado visual hermoso e inmersivo (no en cuanto a realismo, claro, sino a ese efecto de papel y de cuento que transmite), su humor fresco y una dificultad más que asequible, será totalmente disfrutable para mayores y pequeños.

Lo mejor

• Variedad de escenarios y personajes
• Un estilo visual muy cuidado y con mucho encanto
• Un humor ingenioso y visual que te sacará más de una sonrisa

Lo peor

• Los combates resultan un poco repetitivos
• La dificultad no supondrá ningún desafío

Nuestra valoración de Paper Mario: La puerta milenaria