Análisis

Path of Fury: Nos abrimos paso a mamporrazos en VR

El cine de lucha oriental siempre ha tenido una estética muy característica, un aura, un je ne sais quoi que vuelve locos a sus más fieles seguidores. Como sabemos que entre nuestros también leales lectores y algún que otro visitante casual seguro que habrá fanáticos del género de lucha al más puro estilo kung fu, nos adentramos en la torre Tetsuo con Path of Fury – Episode I: Tetsuo’s Tower, un título en VR que te hará sudar la gota gorda.

Fecha de salida: 13 de marzo de 2025
Desarrolladora:
Leonard Menchiari
Distribuidora:
ABONICO GAME WORKS
Plataformas disponibles:
Meta Quest (Pro, 2, 3, 3S
)
Textos: Inglés
Voces: Chino
Plataforma analizada:
Meta Quest 2

Historia: La venganza es un plato que se sirve frío

En Path of Fury – Episode I: Tetsuo’s Tower, la venganza será el poderoso motor principal de la narrativa y la acción. En la piel de un determinado luchador que se abrirá paso gracias a su maestría en el arte del kung fu, nuestra misión será alcanzar el último piso de la torre de Tetsuo. La razón es simple: hemos perdido a un ser querido y este poderoso villano, el responsable de nuestra desgracia, se encuentra en lo alto de la estructura. ¿Seremos capaces de vencer a los mafiosos, matones y maleantes que se interponen y amenazan nuestra vida para alcanzar a nuestro verdadero enemigo y plantarle cara? Prepara tus puños… ¡y recuerda hacer sitio en la habitación para asegurarte de que los puñetazos solo golpeen a tus oponentes y no la lámpara o el televisor!

Jugabilidad: Métete con alguien de tu tamaño

Path of Fury – Episode I: Tetsuo’s Tower es un juego en el que la precisión se premia de forma absoluta, así como la firmeza de nuestros golpes y los reflejos con los que los devolvamos. Iremos avanzando de forma automática, sin pausa, tras cada combate. Lucharemos con uno o varios enemigos de forma simultánea, y un indicador circular nos indicará el lugar y momento perfecto para asestar nuestro mejor golpe. En eso se basa la jugabilidad principalmente. Como podéis ver, las mecánicas no son complejas, pero… ¿y dominarlas?

Al igual que nosotros lanzamos nuestros ataques, el enemigo hará lo mismo. Cuando esto suceda, aparecerá un indicador, una alerta que nos avisará del hit inminente que, si somos avispados y hábiles, tendremos oportunidad de bloquear. Para ello, golpearemos la zona marcada (el brazo con el que nos vaya a atacar) y, de hacerlo bien, conseguiremos provocar cierto desequilibrio en el enemigo que nos dará una valiosa ventaja para ser nosotros ahora quienes descarguemos toda nuestra ira contra él.

Precisión, ángulo, fuerza y velocidad

Path of Fury no es un juego en el que te pases los niveles con solo apalear el aire como si fueses un gato muy, muy enfadado. Tendrás que estar bien atento a las marcas que te indicarán el lugar donde debes golpear al enemigo. En tus movimientos se tendrá en cuenta el ángulo, la precisión del puñetazo y la fuerza (te darás cuenta cuando el juego te llame debilucho a la cara con el mensaje «too weak» si pegas sin muchas ganas). Además, los hits tendrán un límite de tiempo para que reacciones; en caso de no hacerlo antes de que termine, será el turno de que pelee nuestro contrincante.

Un desafío a la altura, pero… ¿a qué altura?

Desgraciadamente, Path of Fury – Episode I: Tetsuo’s Tower no cuenta con una configuración que nos permita modificar la altura de nuestro personaje, como sí que hacen muchos otros juegos de VR. Lejos de ser un ajuste estético, se vuelve vital para ciertos jugadores (entre los que me encuentro), pues se debe jugar de pie y hacer movimientos precisos para avanzar sin contratiempos. En mi caso particular, con mis 158 centímetros de mala leche listos para acribillar a mis enemigos a golpe de kung fu, he experimentado problemas en la jugabilidad al ser yo relativamente baja. Los enemigos se alzan ante mí como matones de escuela buscando arrebatarme el dinero del almuerzo.

Para los golpes en el rostro, a menudo el juego no los detectaba como debería, pues la hitbox, por razones obvias, me quedaba bastante lejos para tener que repartir a diestro y siniestro, con precisión y rapidez. Esto, por ello, ha mermado bastante mi experiencia de juego, resultando en un cansancio mayor del debido y una dificultad añadida in-game que no fue precisamente de mi agrado.

Una segunda opinión

Como quería ser justa con el juego y que mi estatura no eclipsase la jugabilidad al ser un rasgo personal, pedí la opinión de, llamémoslo así, el kung fu respawner, es decir, un segundo miembro de nuestro medio con una estatura más adecuada para la misión que nos ocupaba. Y ahora, con su testimonio también sobre la mesa, podemos decir que, efectivamente, aunque la altura de los enemigos varía de unos a otros, yo tuve mucha más dificultad al alcanzar a los más altos que nuestro «jugador 2». Además, en ambos casos, coincidimos en que ciertos enemigos, por una razón que no entendemos, se ponen más cerca que otros, resultando incluso difícil ver los indicadores para golpear o bloquear, lo cual es bastante molesto.

Apartado técnico

Apartado gráfico y artístico

El rasgo más característico en cuanto a los gráficos de Path of Fury es el uso del estilo low-poly que se utiliza en todos sus diseños, tanto en los personajes como en los distintos escenarios. Es un juego con muchos claroscuros (más oscuros que claros), así como colores muy saturados, por lo que un modelado más sencillo nos parece una decisión acertada para no sobrecargar la pantalla con detalles que, debido al frenetismo de su jugabilidad, ni siquiera podríamos apreciar con claridad. No obstante, los rostros de los personajes y su ropa parecen intentar gozar de un diseño algo más minucioso. En nuestra opinión, en ocasiones menos es más, y habríamos preferido en este caso unos rostros y atuendos más simplificados o incluso inexistentes que diesen un acabado más limpio al diseño de sus personajes.

En cuanto a los escenarios, nos ha gustado que hubiese cierta variedad, tanto al cambiar de nivel como al avanzar en un mismo piso. Las luces y sombras que ambientan los mismos hacen que siempre estemos alerta, generando cierta sensación de peligro, de estar metidos en unas zonas francamente controvertidas que nos convierten en poco más que el pez más pequeño, el cebo que alimenta a quienes se encuentran por encima. Aunque de nosotros dependerá que eso sea realmente así, ¿no? En cualquier caso, se logra lo que creemos que se busca en este aspecto, y es algo que nos ha permitido meternos bastante en el papel.

Apartado sonoro

El apartado sonoro de Path of Fury – Episode I: Tetsuo’s Tower es correcto, aunque no destaca especialmente. La música aparecerá en momentos concretos, especialmente en aquellos en los que el entorno lo requiera. En cuanto a los efectos sonoros, los golpes se ven perfectamente respaldados por los mismos, generando una sensación de control y poder en el jugador que, sin duda, invita a continuar repartiendo a diestro y siniestro. Por otro lado, los efectos del entorno y las voces —creemos que en chino— contribuyen a una mayor inmersión en su mundo, siempre denotando peligro y la imperiosa necesidad de estar atentos en todo momento a nuestro alrededor.

Conclusión

Path of Fury – Episode I: Tetsuo’s Tower, en definitiva, es un juego que pondrá a prueba tu capacidad para mantenerte en pie enemigo tras enemigo, con un gameplay sin pausas y unas mecánicas sencillas pero exigentes. Con la colaboración de Noxnoctis Games en su adaptación a VR, Leonard Menchiari ha logrado acercar la cultura del cine clásico de lucha a los jugadores de Meta con un título desafiante y divertido. No obstante, debemos mencionar que, en términos generales, algunos aspectos se sienten insuficientes, especialmente en relación a la forma en la que interactuamos con los enemigos, a veces demasiado cerca, en ocasiones demasiado altos… En cualquier caso, en Punto de Respawn nos ha servido para liberar un poco de estrés, que eso siempre viene muy bien.

Lo mejor

  • Al terminar cada partida, es fácil «picarse» y querer jugar una más
  • Mecánicas sencillas y fáciles de entender
  • La ambientación variada, que evoca siempre una sensación de peligro y alerta

Lo peor

  • La narrativa no resulta especialmente intrigante
  • No tiene ajuste de altura, por lo que si eres bajo, verás a los enemigos demasiado altos y te costará atinar ciertos golpes
  • La progresión dependerá únicamente de tus habilidades como jugador (no in-game), algo que podría no ser del agrado de muchos jugadores

Nuestra valoración de Path of Fury – Episode I: Tetsuo’s Tower

Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por JF Games.

RedPunkda

About Author

Descubrió un mundo colosal a través del Dualshock de la PS1, del que nunca pudo salir. Desde ese momento, vive con los dedos sobre las teclas WASD, los joysticks y cualquier otro control que se le ponga por delante. Se dice que a veces suelta el mando para escribir.

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