Hoy traemos un título mágico, oscuro y lúgubre que ha nacido en España. Este título es el primero que sus creadores hacen, pero no dejes que eso te engañe, porque esta aventura no te dejará indiferente. Ponte cómodo porque a continuación analizaremos las piezas de puzle que forman Tales From Candleforth.
Fecha de salida | 30 de abril de 2024 |
Plataformas disponibles | PC, Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S |
Desarrolladora | Under The Bed Games |
Distribuidora | Under The Bed Games, Feardemic |
Plataforma analizada | Nintendo Switch |
Historia: Terror en formato Point & Click
Tales From Candleforth nos presenta una premisa casi de espectador, donde a través de un libro mágico vemos una historia. Cada persona que ve ese libro lee un relato distinto y, en nuestro caso, descubrimos la trama de Sarah, una niña que va en busca de su abuela. Ambas tienen dotes mágicas y, de alguna forma, la niña deberá abrirse camino resolviendo enigmáticos puzles para descubrir el motivo por el cual la mujer ha desaparecido.
Buscando a la anciana, deberemos hacer frente a situaciones siniestras, casi malignas, las cuales no entenderemos pero, ¿por qué? La niña sigue las instrucciones de su abuela para llegar a desentrañar el misterio que a ambas rodea, dándonos un final que nos invitará a volver a jugar la aventura para descubrir pequeños detalles de la historia que habremos pasado por alto.
Tales From Candleforth bebe directamente de referencias como Los Mundos de Coraline (o Coraline y la Puerta Secreta), Over The Garden World o incluso Madoka Magica. Estos elementos van más allá de lo visual, por lo que son referencias claves que han terminado de definir y desarrollar en varios puntos la trama que se desarrolla en el juego.
Jugabilidad: Puzles y pruebas para rescatar a nuestra abuela
La jugabilidad de Tales From Candleforth se podría resumir en varios conceptos clave, que se desarrollan a medida que avanzamos nuestra historia. ¿Que cuáles son? Puzles estilo escape room, point & click, un primera persona y todo muy bien hilado y conectado. Cada capítulo tiene una buena cantidad de puzles que se pueden ir completando poco a poco. Cada puzle nos da elementos para otros, siendo algunos totalmente aislados y otros siendo una mezclas de varios que tendremos que haber completado anteriormente.
El juego no nos da explicaciones, ni instrucciones, ya que los autores no querían darnos guías al respecto. Cada una de estas pruebas nos pide parar, analizar cada elemento que aparece en pantalla y buscar un patrón, un elemento o una lógica. Con una puesta en escena tétrica por parte de los puzles, aseguramos que Tales From Candleforth es un título que nos absorbe e intriga a partes iguales. La dificultad, siendo más compleja en algunos puzles, nos obliga a mirar fuera del mismo, buscando por toda la zona algo que pueda relacionarse y así resolverlo. El juego no nos da casi ninguna pista y ahí también reside su encanto e instinto de supervivencia. «Si explico cómo es un puzle ya no es un puzle, sino un acertijo», nos comentaba con pasión Cristian, el encargado de los puzles del juego y un auténtico fan de este tipo de mecánicas.
Magia y ambientación en tonos sepias – [Apartado técnico]
Gráficos y ambientación
Este apartado ha sido el impulsor principal de Tales From Candleforth. El juego comenzó como «un par de dibujos» que el director (y también director de arte) Ángel Poulain había publicado para el famoso Inktober. Con el tiempo, estos dibujos acabaron desembocando en un pequeño equipo y toda una trama que hilaría dichos dibujos. Esto, junto a los rompecabezas mencionados antes y todo el tono lúgubre de su historia son las piezas del puzle que forman Tales From Candleforth. Con unos dibujos hechos a manos y pintados en un tono sepia llegamos a esta fantasía tétrica protagonizada por Sarah. Explorando distintas zonas mientras buscamos la solución a un problema que no conseguimos comprender, descubriremos los secretos de aquello que le rodea.
La ambientación incluye un aire misterioso y casi antiguo, con tonos sepia que, a nivel personal, nos recordaba que estábamos leyendo un libro. ¿Acaso nuestra lectura era lo que se plasmaba en el libro? Quizá sea ese el motivo de esos tonos marrones y color tierra. En cualquier caso, funciona a la perfección con la incomodidad que se nos intenta hacer sentir como jugadores sin afectar a la diversión en lo más mínimo.
Música y sonido
Vamos a empezar dejando claro algo que, aunque ya lo sabemos, viene bien recordar: la ausencia de sonidos y banda sonora puede también ser una decisión activa que ayude a impulsar las sensaciones y emociones del juego. Dicho esto, ¿es Tales From Candleforth un juego que no tenga estas características? Para nada, sí que tiene música y sonidos. El juego nos envuelve con elementos auditivos de los que nos hacen sentir incómodos, casi como si hiciéramos algo indebido. Retando y jugando con aquello que se nos escapa de nuestro control y poder, nos armamos de valentía para buscar a la abuela de Sarah. Elementos como papel desgarrándose, sonidos que rompen el silencio y otros elementos ambientales se posicionan estratégicamente para desconcertar al jugador. Estos sonidos, colocados a conciencia, nos hacen cuestionar qué es lo que sucede en todo momento, hasta el mismísimo final del juego.
La música por su parte también tiene sonidos, instrumentos y un tiempo que nos hace querer recolocarnos en el sofá. Aun así, no importa cuántas veces lo hagamos y lo intentemos. Buscar una posición cómoda y esa sensación de seguridad no nos ayudará en la trama en absoluto. Tales From Candleforth claramente intenta quitarnos en todo momento esa sensación de control y seguridad. Estos detalles casi imperceptibles en ocasiones y directos y evidentes en otras lleva sus dibujos, trama y puzles a otro nivel que harán que no olvidemos el juego fácilmente.
¿Un final inesperado? – [Conclusión de Tales From Candleforth]
Tales From Candleforth es un juego altamente entretenido, que querrás jugar en una pantalla grande, con cascos y en solitario (aunque quizá no a oscuras, ¡tampoco nos pasemos!). Aunque no sea el juego más aterrador que exista, sí que sabe posicionarnos en una tesitura incómoda con formas muy inteligentes, que sirven en todo momento a su trama y potencian la experiencia del jugador. El juego, que podemos encontrarlo en una buena cantidad de plataformas, ronda los diez euros, y aunque no sea especialmente largo, sí que aporta una buena experiencia de juego. Con sus dos o tres horas de historia (dependiendo de la eficacia personal para completar los puzles) amortizamos esa cantidad fácilmente, eso sí, sin contar con que queramos darle una segunda vuelta ya conociendo todos los detalles que rodean a nuestra protagonista.
Y aunque Tales From Candleforth no es un juego largo, a final de cuentas un juego no debe valorarse únicamente por su duración o por sus mapas excesivamente grandes. La historia, la jugabilidad o simplemente la capacidad para aportar diversión (aunque sea a través del terror o una sensación inquietante) son elementos clave a la hora de valorar un juego. ¡Así que ya lo sabes! Si los puzles y la ambientación de terror no explícita te gustan, y no te desagrada un juego que tenga una duración modesta y breve, ¡esta entrega es para ti!
Lo mejor
- Puzles variados y desafiantes
- Apartado visual impresionante hecho a mano
- Historia tétrica que nos mantiene atentos en todo momento
Lo peor
- El sistema Point & Click a veces se siente incómodo de usar
- Su duración es corta, nos quedamos con ganas de más
- Los diálogos eran disfrutables, en ocasiones podría haber sido más interactivo con la trama