Los ninjas son esa figura mítica que nos vendieron como maestros del silencio, invisibles en la noche, letales con un simple movimiento de muñeca. Y luego llegó el videojuego y nos los mostró… saltando de tejado en tejado, lanzando fuego, resucitando del infierno o gritando frases que hoy son memes. Gracias a ellos, descubrimos que el ninja en los videojuegos no siempre es sigilo: a veces es puro espectáculo.
Este es mi top 10 ninjas de los videojuegos: personajes que no solo conoces, sino que seguramente te han hecho sufrir, sonreír o sentirte invencible en algún momento.
10) Akali: League of Legends

Si hay un ninja que sabe mezclar tradición con estilo moderno, esa es Akali. Desde que apareció en League of Legends se convirtió en una de las asesinas más icónicas del juego. Su jugabilidad mezcla la esencia clásica del ninja: movilidad, sigilo, letalidad en segundos; con un diseño estético que ha ido evolucionando con los años, hasta convertirse en toda una estrella del universo LoL.
Akali es de esos personajes que representan a la perfección lo que significa ser ninja en los videojuegos: se mueve en las sombras, aparece donde menos lo esperas y, cuando te das cuenta, ya estás en la pantalla de respawn. Además, Riot la convirtió en parte del grupo musical ficticio K/DA, y eso la catapultó todavía más como icono cultural. No todos los ninjas pueden presumir de repartir katanazos en la Grieta y luego marcarse un videoclip de pop coreano.
9) Sub-Zero: Mortal Kombat

Si Scorpion es el fuego, Sub-Zero es el hielo que te congela antes de que puedas decir “fatality”. Es imposible pensar en Mortal Kombat sin esta eterna rivalidad. Sub-Zero representa ese lado más frío del ninja (literalmente), con un carisma que trasciende generaciones: está en películas, series animadas y hasta en camisetas de mercadillo.
Lo suyo no es esconderse, sino congelarte en seco y luego hacer un combo que te deja preguntándote si de verdad valía la pena poner la moneda en la recreativa. Además, ¿quién no ha intentado imitar en la vida real su movimiento de lanzar hielo con las manos? Admito que su participación en la película de 2021 me dejó helado, no se si para bien o para mal.
8) Sheik: The Legend of Zelda: Ocarina of Time

Sheik es el ejemplo de que no necesitas explosiones para ser un ninja memorable. Aparece, suelta una frase sabia, toca una canción que te cambia la vida y se esfuma sin dejar rastro. En Ocarina of Time, Sheik encarnaba ese ideal ninja de misterio y elegancia: alguien que está, pero nunca del todo.
El gran giro argumental lo convirtió en leyenda: nadie se lo vio venir, y cuando se reveló su identidad real, internet todavía no existía… pero si hubiera existido, habría ardido en memes. Sheik no es solo un ninja; es un recordatorio de que, a veces, la verdadera fuerza está en la sutileza.
7) Genji: Overwatch

Si hay un ninja que define la era moderna del multijugador online, ese es Genji. Metido en un traje cyberpunk, con shurikens que parecen proyectiles teledirigidos y una katana que destroza equipos enteros en segundos, Genji es tanto pesadilla como aspiración.
Todos recordamos la primera vez que escuchamos el “Ryūjin no ken o kurae!” y vimos cómo media escuadra desaparecía en cuestión de segundos. Jugar con él es sentirse un dios del parkour; jugar contra él es replantearse tu contrato con Blizzard. Genji es el ninja perfecto para la época de los eSports y los highlights en YouTube: un personaje diseñado para lucirse.
6) Raiden: Metal Gear

Pocos personajes han dado un giro tan grande en su trayectoria como Raiden. Pasó de ser “ese prota rubio que no es Snake” en Metal Gear Solid 2, a convertirse en una máquina de cortar mechas en Metal Gear Rising: Revengeance. Su evolución es de las que hacen historia: de la decepción inicial a convertirse en icono absoluto.
En Rising lo vimos hacer lo que parecía imposible: parar espadas gigantes con tacones, cortar helicópteros como si fueran mantequilla y enfrentarse a villanos que parecían salidos de un karaoke de AC/DC. Raiden es la demostración de que un ninja no tiene por qué ser silencioso para ser memorable. Aquí el sigilo se cambió por guitarras eléctricas y combos imposibles… y bendita la hora.
5) Leonardo (y sus hermanos): Teenage Mutant Ninja Turtles

Vale, aquí hago un poco de trampa, pero ¿cómo dejar fuera a las Tortugas Ninja? Donatello, Leonardo, Rafael y Michelangelo son ninjas, sí… aunque poco tengan de silenciosos. Pero son parte de nuestra infancia, de esas partidas en recreativas o en cooperativo con cuatro mandos donde siempre había un amigo que llegaba primero a coger a su tortuga favorita.
Con ellos aprendimos que ser ninja no era solo esconderse en las sombras, sino también comer pizza, soltar chistes malos y repartir golpes al ritmo de “Cowabunga!”. Puede que no sean los más fieles al canon ninja, pero son, sin duda, de los más queridos. Y seamos sinceros: todos teníamos un favorito (yo siempre fui de Rafael, porque era el que tenía mas malas pulgas).
4) Joe Musashi: Shinobi

El clásico de clásicos. Antes de que los ninjas se convirtieran en espectáculo de Hollywood o en personajes cyberpunk, Joe Musashi ya estaba repartiendo shurikens en los arcades. Shinobi es puro ADN ninja en píxeles: scroll lateral, enemigos imposibles y esa sensación de que estabas frente a algo especial.
Musashi no necesitaba demasiados adornos. Su carisma estaba en la simplicidad: traje oscuro, (ahora blanco) habilidades letales y una curva de dificultad que dejaba huella. Para toda una generación, fue el primer contacto con lo que significaba ser un ninja en un videojuego.
3) Scorpion: Mortal Kombat

Si piensas en ninjas y videojuegos, probablemente una de las primeras imágenes que te viene a la cabeza es Scorpion lanzando su icónica cadena y gritando “Get over here!”. Scorpion no es sigilo, es agresividad pura. Es el ninja que no se esconde: se planta delante tuyo y te arrastra directo al KO.
Su diseño ha evolucionado con los años, pero su esencia sigue intacta. Es de esos personajes que se sienten inmortales, presentes en cada entrega y siempre reconocibles. Scorpion representa el lado más espectacular y ruidoso de los ninjas, y por eso no podía faltar en el podio.
2) Lobo: Sekiro: Shadows Die Twice

El protagonista de Sekiro es el shinobi que todos soñamos ser… y también el que más nos hizo sufrir. Con él descubrimos que el verdadero camino del ninja no es esconderse, sino aprender a aguantar, morir y volver a levantarse. Su sistema de combate, basado en reflejos y parrys, nos enseñó que ser ninja es bailar con la muerte hasta que se rinde.
Cada victoria con Lobo se siente ganada con sudor y lágrimas. Es un ninja realista, crudo, sin adornos innecesarios: solo él, su katana y tu paciencia. Y por eso está tan alto en esta lista: porque encarna como pocos la filosofía del ninja.
1) Ryu Hayabusa: Ninja Gaiden

El ninja por excelencia. Ryu Hayabusa no solo es un personaje, es un símbolo. Con Ninja Gaiden se creó un estándar: precisión, dificultad brutal y un estilo de combate que te exigía dar lo mejor de ti. Ryu es el ninja definitivo porque todo en él grita disciplina, velocidad y control.
A lo largo de los años, se convirtió en referencia: si pensabas en “el ninja de los videojuegos”, pensabas en Ryu. Su saga marcó una época, y aunque hoy su nombre ya no suena con tanta fuerza, su legado es intocable. Ryu no solo es un ninja: es la definición de la palabra en el mundo del gaming.