La crisis del 83 estuvo a punto de hacer desaparecer los videojuegos por una serie de malas decisiones que llevaron a pensar en ellos como una moda pasajera, un juguete para niños el cual había perdido la atención del público. Esta es la historia de como la avaricia de una compañía estuvo a punto de hacer desaparecer una industria que, con el tiempo, pasaría a ser el modo de entretenimiento que movería más dinero en el mundo.
Muy buenos días, tardes o noches dependiendo de cuando leáis estas líneas. Hoy empezamos una nueva sección en Punto de Respawn en la que os hablaremos sobre la historia de los videojuegos. El objetivo no es otro que recordar lo que pasó hace unos años para poder entender hacia donde va la industria del videojuego.
En este artículo hablaremos sobre la crisis del 83 generada por una mala praxis de la compañía que dominaba el mercado en aquel momento. La falta de control en una industria que empezaba a sacar la cabeza posibilitó que mucha gente se arruinara persiguiendo un objetivo que resultó no ser tan accesible.
Contexto histórico
Eran finales de los 70 y Atari dominaba el mercado de las consolas domésticas con su modelo Atari 2600. Los videojuegos no llegaban a ser más que juguetes pensados para niños, o al menos así se vendían en las tiendas. Pero la industria ya empezaba a despuntar con unos beneficios a tener en cuenta.
Sobre todo las máquinas recreativas estaban generando grandes beneficios a las compañías que decidieron apostar por esta nueva tecnología. Y todo el mundo quería tener una máquina en casa que pudiera simular de algún modo lo vivido en los salones recreativos que plagaban las grandes ciudades.
La avaricia de grandes y pequeñas
Ahí es donde entran las pequeñas compañías. Miles de pequeñas empresas quisieron llevarse una parte del pastel y se empezaron a crear cientos de videojuegos mensualmente. En ese aspecto encontramos el primer problema que llevo a la gran crisis.
En aquel momento no se pensaba en los videojuegos más que en una forma de estar entretenidos durante un rato. La calidad de los títulos o las mecánicas pulidas no se tenía en cuenta. Lo único que importaba era tener la mayor cantidad de juegos en el mercado posible.
Si a este pensamiento le sumamos la falta de control de las compañías de hardware nos da una combinación muy peligrosa. Y es que Atari, como máximo exponente del hardware doméstico, no pedía ningún requisito para poder publicar juegos para su plataforma.
El resultado fueron miles de juegos clónicos que no aportaban nada a la industria. Los grandes títulos de las máquinas recreativas sirvieron de «inspiración» para las pequeñas compañías que carecían de creativos para imaginar nuevas formas de entretener a los usuarios de una consola de sobremesa.
Otra de las consecuencias de este afán por acumular publicaciones fueron los tiempos de desarrollo escasísimos. Juegos que se programaban en meses o incluso semanas para poder lanzarlos lo antes posible y recoger el fruto de la «inversión» lo más rápido posible.
ET el extraterrestre
Y llegamos al fatídico otoño de 1982. Steven Spielberg, había estrenado la aclamada película ET el Extraterrestre. Este film revolucionó el cine y alguien en Atari pensó que sería buena idea lanzar un videojuego para surfear la ola del éxito de la película.
Pero en Atari se encontraron con un problema. Las negociaciones para la compra de los derechos de la película se alargaron hasta julio de 1982 lo que daba un margen de 4 semanas para la publicación del título. Lejos de retrasar el lanzamiento se priorizó tenerlo en las tiendas para esa campaña estuviera como estuviera. Spoiler: Salió mal.
EL pobre Howard Scott Warshaw, el diseñador a cargo del trabajo, intentó hacer una adaptación innovadora pero la falta de tiempo y de presupuesto fueron una losa demasiado pesada. El juego salió completamente roto, con mecánicas que no funcionaban y con una historia que no tenía nada que ver con lo visto en la película.
La crítica fue feroz con esta adaptación y fue catalogado como el peor videojuego jamás creado. Tanto fue así que, de las 4 millones de copias previstas por Atari, sólo se vendieron 1.5 millones. Convirtiéndolo en el mayor fracaso comercial de Atari y, para muchos, la causa principal de que la compañía estadounidense cayera en bancarrota dos años después y tuviera que ser vendida a Warner Bros.
Un final esperable
ET el extraterrestre colmó la paciencia de los usuarios que vieron como la industria de los videojuegos llevaba años sacando los mismos juegos con diferentes esquemas de colores. Así empezó una desconfianza que hizo que el mercado pasara de mover 3000 millones en 1982 a 100 millones en 1983.
Los videojuegos fueron considerados una moda pasajera que, como muchas antes, había llegado a su fin. Las consolas domésticas eran muy difíciles de encontrar en las tiendas o, en el caso de que hubieran, estaban apartadas en rincones de las estanterías sin que nadie les hiciera demasiado caso.
Esta gran crisis de confianza duró un par de años hasta que una pequeña empresa japonesa desembarcó en occidente con un fontanero bigotudo dispuesto a saltar por encima de todo y hacerse con el trono indiscutible como rey de los videojuegos. Pero eso ya lo explicaremos en otro momento.
Si os ha interesado este artículo sobre la crisis del 83 os recuerdo que cada semana tendremos un artículo sobre momentos importantes que han pasado a lo largo de los años.
En este enlace os dejo el artículo donde os hablamos sobre los lanzamientos más importantes de 2023.