Desde pequeña siempre me he interesado demasiado por la evolución del gameplay dentro de las sagas. Me parece muy curioso ver cómo las mecánicas de una saga, que han existido durante varias generaciones de consola, se adaptan a las condiciones de cada momento. Por ello hoy, en «Evolución de las mecánicas«, os comento las mecánicas de las entregas nórdicas de la saga God of War.
Cambio de mitología
Tras la destrucción del Olimpo al final de God of War 3, muchos fans teníamos dudas acerca de un posible retorno de esta saga. Estas esperanzas se materializaron cuando en 2015 se anunciaron el remaster de la tercera entrega y, a su vez, un nuevo título.
Así, en 2018 terminó por salir la ansiada continuación de esta franquicia que tuvo sus inicios en 2005 en PlayStation 2. Pasar de los mitos griegos a la cultura escandinava no fue algo meramente estético y de trama, puesto que acarrearía cambios en las mecánicas de este título. Nuevos enemigos y nuevos dioses esperan a ser enfrentados, y Kratos tendrá que reinventar su arsenal para estar a la altura.
God of War (2018)
Kratos, ahora padre de un joven llamado Atreus, se embarcaría en una odisea para esparcir las cenizas de su difunta esposa Faye desde la montaña más alta de los nueve reinos. Sin embargo, esto conllevaría volver a toparse con dioses en su destino próximo.
Debido al envejecimiento notable del espartano, el sistema de combate dejaría de contar con esa notable agilidad, para pasar a una sensación de peso. Esto hará que ya no podamos esquivar gran parte de los ataques saltando y siendo frenéticos, sino tomando un rol algo más prudente.
Nuestro protagonista, para olvidar su pasado por completo, se deshizo aparentemente de sus armas y herramientas griegas. Así, nuestra arma principal durante la mayoría del trascurso del juego sería la hacha Leviatán. Este hacha, perteneciente a Faye, responde a su portador como si del Mjölnir se tratase, además de estar imbuida en hielo. Esto nos permitirá luchar tanto cuerpo a cuerpo como lanzándola para congelar enemigos y pasar a la ofensiva a puño descubierto.
No obstante, en cierto momento de la aventura precisaremos de desenterrar fantasmas del pasado, y desenvainar las ya conocidas Espadas de Caos. Nuestras viejas amigas seguirán siendo igual de destructivas que en anteriores entregas y contarán con un alcance elevado en comparación a Leviatán. Además de poder causar quemaduras a los enemigos y potenciar así nuestro daño.
Por último, si queremos un rol más prudente necesitaremos alguna herramienta defensiva, ¿cierto? Exacto, un escudo. Gracias a un escudo retráctil Kratos podrá protegerse de la andanada de golpes enemigos e incluso hacer parries si contamos con los reflejos suficientes.
Con todas estas armas y herramientas, tendremos un gran abanico de posibilidades y combos para hacer. Estas capacidades, sumadas a las reliquias y al apoyo de Atreus como arquero, harán que la sensación de combate sea placentera.
God of War Ragnarök
Finalmente en noviembre de 2022 tuvimos la esperada secuela y entrega final de la saga nórdica de la franquicia. Debido a que ahora el objetivo consiste en evitar que las profecías sobre el Ragnarök se hagan realidad a toda costa, nuestro arsenal deberá aumentar considerablemente.
Así, el sistema de combate evolucionará lo suficiente para poder hacer frente a este nuevo desafío. El hacha Leviatán y las Espadas de Caos seguirán formando parte de nuestro armamento, ahora potenciadas debido al cambio de algunas acciones en su concepto. Ambas armas ahora podrán ser imbuidas activamente con despertar de escarcha y latigazo flamígero, los elementos de cada una, respectivamente.
Como novedad, en este título conseguiremos una nueva arma capaz de superar barreras aparentemente imbatibles. Hablamos de la lanza Draupnir, forjada para combatir al dios Heimdall y su premonición. Esta lanza está contenida en un anillo portado por Kratos y es un arma de viento que podremos usar de diversas formas. Sus combos son más ágiles que los de las otras armas, y es capaz de duplicarse y ser lanzada varias veces, dejándolas clavadas para explotarlas posteriormente.
Como último gran añadido, hemos de saber que Kratos no es el único personaje que podremos controlar en esta historia. Atreus, ahora adolescente y más poderoso, también podrá ser usado en varias partes de la trama. Esto nos brindará un soplo de aire fresco y nos permitirá usar sus habilidades propias del dios del engaño, Loki.
¿Futuro de la saga?
Para finalizar, muchos fanáticos han estado especulando sobre la próxima gran entrega de esta franquicia, como cabría esperar. En este momento, surgen dudas de quién será el protagonista de este nuevo título, y sobre qué mitologías abarcaría.
No obstante, también contamos recientemente con el DLC gratuito Valhalla, siendo este un modo roguelite para la última entrega con una ampliación de la historia tras el Ragnarök. Esto, junto a varias declaraciones de miembros de Santa Monica Studios, nos deja en claro que tendremos God of War para rato.
