Desde pequeña siempre me he interesado demasiado por la evolución del gameplay dentro de las sagas. Me parece muy curioso ver cómo las mecánicas de una saga, que han existido durante varias generaciones de consola, se adaptan a las condiciones de cada momento. Por ello hoy, en «Evolución de las mecánicas«, os comento las mecánicas de las tres entregas griegas principales de God of War.
God of War (2005)
Esta entrega, junto con su secuela, fue una de las obras magnas de PlayStation 2 y que marcaría tendencia. Perteneciente al género hack and slash, mejoró en gran medida la fórmula que ya veníamos viendo en sagas anteriores como Devil May Cry, haciendo así un gameplay frenético y desafiante.
Kratos, el fantasma de Esparta, encomendado a acabar con el Dios de la Guerra Ares, durante el juego conseguirá armas y magias cedidas por los dioses del Olimpo. Las armas que usaremos durante la mayor parte del juego serán las Espadas de Caos, icónicas de Kratos y las cuales son la mayor maravilla de esta saga.
También contaremos con la Espada de Artemisa, sorprendente, puesto que un arco habría sido más fiel a la deidad griega, la cual es más lenta pero más poderosa que las hojas duales. En el juego también obtendremos magias fieles a los olímpicos, como la Ira de Poseidón o el Ejército de Hades, las cuales son bastante útiles para hacer combos ininterrumpidos. Todo este armamento podremos mejorarlo usando orbes rojos, que obtendremos como resultado de matar enemigos y abrir cofres, algo recurrente en la saga.
Este título, pese a su original sistema de armas y magias, peca de imprecisión en el uso de alguno de sus sistemas, además de poder terminar el juego usando solo las Espadas de Caos, puesto que son demasiado poderosas a nivel máximas y sin prácticamente inconvenientes graves.
God of War II (2007)
El segundo título de esta mítica saga mejoró en gran medida la jugabilidad de su precuela, consagrándola ya como una de las más importantes para la época. Nuestro querido matadioses, consagrado como uno al final del anterior juego, pierde sus poderes divinos al ser traicionado por Zeus. Así, deberemos fortalecer nuestro arsenal nuevamente gracias a unos nuevos y enormes aliados: los titanes. En este caso, Kratos empuñará sus espadas de Atenea como sustitutas de sus hojas originales en esta aventura.
Nuestro protagonista conseguirá también el martillo del bárbaro y la lanza del destino. Junto con nuestras hojas duales serán las armas de las que dispondremos. Estas nuevas adquisiciones dejan bastante que desear, puesto que las espadas principales vuelven a ser perfectas en comparación.
No podemos olvidar las nuevas magias, que nos serán dadas por los titanes de la mitología griega. Entre ellas, encontraremos el temblor de Atlas o la furia de Cronos. Esta vez esos poderes cobrarán más importancia, puesto que la perdición de Tifón nos será crucial para algunos puzzles del título.
Y hablando de los puzzles, en esta nueva aventura obtendremos nuevos sistemas para estos mismos. El vellocino de oro nos será un gran aliado tanto para estos como para el combate, pudiendo reflejar todo lo que queramos. Esta es una gran manera de implementar el parry de magias y ataques físicos para resolver acertijos o minimizar daños en las batallas.
También contaremos con el amuleto de los Hados, que nos permitirá ralentizar considerablemente el tiempo, y las Alas de Ícaro, que nos harán planear y aprovechar corrientes de viento. Todo lo ya mencionado hace de God of War II un juego muy disfrutable en todo momento.
God of War III (2010)
En la travesía final griega dentro de la cronología de la saga, podemos ver claramente el salto gráfico y jugable que permitió el desarrollar esta aventura para PlayStation 3. Esta entrega comienza inmediatamente después de God of War II y mantiene sus implementaciones, mejorándolas aún más.
Las alas de Ícaro y el vellocino de oro se mantienen en este título, incorporando una nueva reliquia como es el alma de Hades, que nos permitirá usar los portales de Hiperión. Los acertijos de esta nueva entrega están más pulidos que nunca, pese a ser una aventura mucho más frenética que las anteriores.
También dispondremos de nuevos objetos algo más útiles, no solo para los secretos y los puzzles, sino también para el combate. La cabeza de Helios será nuestra linterna personal, con la que podremos cegar a los enemigos y alumbrar zonas oscuras del juego. El arco de Apolo nos brindará un combate distante más interesante. Además, las botas de Hermes nos harán más ágiles para patear dioses y correr por paredes.
Sin embargo, la clara mejoría de esta obra es en relación a las magias, las cuales van inherentes a las cuatro armas que usaremos durante el juego. Las nuevas espadas del Exilio nos permitirán invocar al ejército de Esparta con nosotros para hacer un gran daño en área. También contaremos con las garras de Hades, cuya magia será invocar almas de enemigos, que desbloquearemos a medida que subamos de nivel su arma. El Rugido de Nemea de los Cestus y la Ira de Némesis de su respectivo látigo son las que completarán nuestro arsenal listo para destruir el Olimpo.
Todo esto hace de esta obra una evolución perfecta de las mecánicas que engrandecieron el nombre de una gran saga como es God of War.
¿Quieres saber más sobre la saga God of War? Aquí te dejamos su página web oficial.
